Un helicóptero del SEPA se precipitó ayer al embalse de Tanes mientras intentaba cargar agua para frenar las llamas en la Ruta del Alba. El piloto, solo a bordo, escapó del aparato, nadó hasta la orilla y avisó por sí mismo al 112. Milagro en el aire.
Por segundos. Por reflejos. Por pura sangre fría. Así se salvó ayer la vida de un experimentado piloto del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) que, mientras combatía un incendio forestal en Sobrescobio, vio cómo su helicóptero se precipitaba al vacío y acababa sumergido en el embalse de Tanes.
El accidente ocurrió a las 17:50 horas de ayer viernes 2 de mayo, cuando la aeronave realizaba una maniobra de carga de agua sobre el embalse. De repente, según los primeros indicios, algo falló: un posible problema técnico, una pérdida súbita de sustentación, un error en un segundo fatal... El helicóptero cayó en picado al agua.
Pero el piloto, único ocupante, no perdió el control de sí mismo. Con una rapidez asombrosa, logró escapar del interior del helicóptero, nadar hasta la orilla y llamar personalmente al 112 con ayuda de un testigo que presenció la escena y contactó de inmediato con emergencias. Fue ese testigo quien describió la escena:
“Vi cómo el helicóptero caía, y luego, al piloto nadando. Era él, salía por su cuenta, como si nada pudiera con él”.
Un rescate fulminante
En apenas minutos, la maquinaria del SEPA se puso en marcha. Desde el Centro de Coordinación de Emergencias se activaron los bomberos del parque de San Martín del Rey Aurelio y se movilizó al Grupo de Rescate a bordo del helicóptero medicalizado. También se informó a la Guardia Civil, al SAMU y a la autoridad laboral.
El piloto, milagrosamente herido solo de forma leve, fue estabilizado y trasladado en una ambulancia de soporte vital básico al Hospital Valle del Nalón. Está fuera de peligro. Está vivo. Y es un superviviente.
Fuego en la Ruta del Alba
El helicóptero estaba trabajando en un incendio declarado en una de las zonas más emblemáticas del Parque Natural de Redes, por encima de la Ruta del Alba. El fuego avanza por una ladera de difícil acceso, lo que ha obligado a desplegar medios aéreos y terrestres durante toda la jornada.
Las imágenes del helicóptero estrellado, hundido parcialmente en el embalse, han conmocionado a la población local. Pero el temor se ha transformado en alivio al conocerse que el piloto estaba vivo y consciente.
Asturias, al límite
Este no es un accidente menor. Es un recordatorio brutal del riesgo extremo al que se enfrentan cada día quienes combaten el fuego desde el aire. Los helicópteros de extinción operan en condiciones límite: viento, calor, altura, peso... Cada carga de agua es una batalla con las leyes de la física.
El SEPA ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del siniestro. Todo apunta a un fallo mecánico durante la maniobra de carga, pero no se descarta ninguna hipótesis.
“Nos sentimos orgullosos de la profesionalidad y la sangre fría del piloto. Gracias a su pericia y a la coordinación de todos los equipos, no estamos lamentando una tragedia”, han señalado desde el Servicio de Emergencias.