Esgrima: Mucho oro para Baja California

Esgrima: Mucho oro para Baja California

MEXICALI, Baja California.- Sin llevar equipo completo al primer Clasificatorio Nacional de Esgrima, rumbo a Olimpiada Nacional 2012, Baja California tuvo una destacada participación al finalizar con 50 medallas, 21 de oro, 13 de plata y 16 de bronce.

En Centro Nacional de Alto Rendimiento, el esgrima bajacaliforniano confirmó su poderío, luego de que en el 2011 arrasaron en la Olimpiada Nacional y regresaron del Estado de México, con la histórica cantidad de 27 metales dorados.

En el primer clasificatoria, realizado en la capital del País, Baja fue contundente en las categorías Infantil, Cadete Menor, Mayor, Juvenil y Open y en las armas de espada, florete y sable, bajo la supervisión de los entrenadores Maiquel Rodríguez, Alain Tandrón, Meylin Quintana y Ramón Lorenzo Acosta en la justa nacional.

De acuerdo al reporte de Maiquel Rodríguez, coordinador de entrenadores de esgrima en Baja California, se consiguieron cinco oros, cuatro platas y tres bronces en florete; siete oros, cuatro platas y cinco bronces en espada; y nueve oros, cinco platas y ocho bronces en sable.

En un análisis técnico, de acuerdo al cuerpo de entrenadores, en la categoría Infantil hubo excelente nivel combativo, pero hay detalles técnicos que corregir, como descoordinación, efectividad e inseguridad.

En Cadetes, donde conjuntaron Menor y Mayor, se apreció excelente nivel técnico-táctico y aumentó el nivel de preparación; en Juvenil mostraron buen nivel, aunque hubo algunos que tuvieron falta de combatividad en unos asaltos.

Y en Open se destacó el excelente desempeño en sable varonil, espada femenil y varonil, pruebas que dominaron los bajacalifornianos con buen desempeño técnico-táctico, a pesar que enfrentaron a atletas tres años mayores que ellos.

En sentido general nuestros atletas se desempeñaron (bien), según los objetivos propuestos para esta etapa y en especial los atletas de nuevo ingreso, establece el análisis de los entrenadores comandados por Maiquel Rodríguez.

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