Homenaje a Preciado en un Sporting Levante sin goles

Homenaje a Preciado en un Sporting Levante sin goles

El Sporting juega desde las cinco de esta tarde en el Ciudad de Valencia ante el Levante. El partido tiene su parte de homenaje a Preciado, en memoria de cuyo padre fallecido se guardó un minuto de silencio. También la afición local exhibió una fotografía suya y coreó su nombre. 

 

Sporting: Juan Pablo; Lora, Botía, Iván Hernández, José Angel; Rivera, Eguren; Nacho Novo, De las Cuevas, Ayoze; y Barral (Raúl, Jorge, Carmelo, Bilic, Nacho Cases, Gregory, Luis Morán).  
Levante: Munua; Javi VEnta, Ballesteros, Nacno, Juanfran; Iborra, Xavi Torres; Valdo, Jefferson, Montero, Rubén; y Caicedo (Reina, Cerra, Héctor Rodas, Pallardo, Xisco Nadal, Xisco Muñoz y Stuani). 
Árbitro: Alvarez Izquierdo, del Comité Catalán. Amonestó a Iborra.
Incidencias: Tarde veraniega en el Ciudad de Valencia con muchos seguidores rojiblancos enlas gradas.

Unos 12.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Se entregó por parte de la Liga el premio a la Federación de Peñas del Levante a la mejor afición.Gran recibimiento a Manolo Preciado.
El encuentro comenzó con una buena ocasión de Caicedo, que se revlvió en el área gijonesa para rematar fuera por poco.

 

El Levante era el que más se estiraba. El balón llegaría a las mallas de la portería de Juan Pablo, pero el balón que había impulsado fue anulado por fuera de juego.
Al Sporting le costabaencontrar el sitio.  

Xavi Torres se tenía que estirar para enviar el balón a córner. No obstante, el partido carecía de velocidad. El Sporting buscaba tocar y buscaba las bandas. Eguren disparó desde lejos y blocó Munua. El conjunto gijonés adelantaba líneas. El partido estaba equlibrado, aunque faltaba mayor efectividad en los metros finales.

 

Con empate sin goles los dos equipos enfilaron caminodel vestuario. Regesaron los mismos que se habían marchado, ya que la segunda parte se inició sin cambios.
En esta segunda parte el Sporting volvía a hacerse con el centro del campo, pero si profundidad en el juego, quizás porque la preocupación pasaba por nadar y guardar la ropa.
Preciado daba entrada a Bilic por Barral. Poco después era De las Cuevas el que abandonaba el terreno de juego para que entrara Carmelo. Recibió el aplauso de la afición levantinista, que le recordaba gratamente de su paso por el club valenciano.

 

No era un partido de intensidad, pero la fiel afición rojiblanca animaba a los suyos. A medida que caminaban los minutos, los dos equipos parecían tener claro que lo importante era no perder, alejado el partido del Ciudad de Valencia de los nervios que se vivian en otros terrenos de juego..

 

Mientras, la Mareona hacía la ola.
Pasaban los minutos y el empate parecía lo más predecible cuando nadie quería arriesgar.
Un punto para cada uno, y los dos equipos, contentos.

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