La Universidad de Oviedo abre el curso académico hablando de un ‘tiempo nuevo’

La Universidad de Oviedo abre el curso académico hablando de un ‘tiempo nuevo’

El rector destaca entre sus retos la implantación de la administración digital que marque el camino de la necesaria desburocratización de la institución

 

La máxima autoridad académica defiende la necesidad de culminar la estructura de los campus y clarificar la oferta de titulaciones de la universidad asturiana

 

Ignacio Villaverde aboga por una institución sólida y reforzada, tanto en estructura y organización, como en recursos y personal, para encarar los desafíos del futuro

 

Menciona los nuevos presupuestos y la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) como dos herramientas fundamentales en la consecución de unos objetivos que deben apostar por el bien común

 

Oviedo, 9 de septiembre de 2021. Una universidad que mira al futuro sin olvidar los esfuerzos y sacrificios llevados a cabo durante la pandemia y teniendo muy presente sus enseñanzas. Es el mensaje que ha lanzado Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo, durante la ceremonia de apertura del curso académico 2021-2022 que se ha celebrado este mediodía en el Paraninfo del Edificio Histórico. El rector, que ha tenido palabras de agradecimiento para toda la comunidad universitaria, ha esbozado un futuro “con esperanza a ilusión”. “La pandemia nos enseñó que no hay dificultad que nos arredre, que podemos ser digitales sin traicionar nuestro ser presencial, que podemos seguir siendo universidad, a pesar de que la enfermedad se empeñe en no dejarnos -ha señalado-, hemos aprendido mucho, que lo aprendido no se lo lleve el olvido”.

 

La máxima institución académica, arropada por la comunidad universitaria, ha dibujado en su discurso las principales líneas de actuación de un tiempo nuevo que comienza con el retorno a la presencialidad en la universidad. “El previsible oleaje de la pandemia y del tiempo venidero nos obligará a plantearnos el futuro de esta forma adaptativa y flexible, hemos de reorganizarnos y esa adaptación pasa por repensar la eficacia de nuestros procesos y de nuestras estructuras”, ha señalado.

 

Ignacio Villaverde ha asumido como uno de sus principales retos la implantación de la administración digital que marque el camino de la necesaria desburocratización de la institución académica. “Toda lentitud o relajación en su plasmación implicaría un daño institucional cuyos efectos serían devastadores”, ha hecho hincapié. El rector se ha detenido también en la necesidad de culminar la estructura de los campus y clarificar la oferta de titulaciones de la universidad asturiana. “Necesitamos imperiosamente una planificación decidida y una gestión eficaz que sea entendida, asumida y compartida por toda la comunidad”, ha destacado.

 

En este contexto, Villaverde ha mencionado los nuevos presupuestos y la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) como dos herramientas fundamentales en la consecución de unos objetivos que deben huir de la búsqueda de intereses particulares y apostar por el bien común. El rector ha confiado en que, en esta ocasión, a diferencia de en crisis precedentes, la universidad reciba los fondos necesarios para trabajar en beneficio de la sociedad en su conjunto. “Universidad y Gobierno del principado hemos coincidido en la necesidad de atraer talento y financiación que sirvan de estímulo a nuestra sociedad. Las nuevas convocatorias de investigación promovidas por ambas instituciones expresan una voluntad y un esfuerzo decidido a conseguir una recuperación efectiva y a construir una base sólida de cara al futuro”, ha matizado.

 

Ignacio Villaverde ha subrayado que, para lograr todos estos objetivos, es más necesario que nunca fortalecer la institución. “Necesitamos una base institucional sólida y reforzada, tanto en estructura y organización, como en recursos y personal. Todos los esfuerzos que podamos promover y recabar serán pocos a la hora de afrontar el horizonte que ante nosotros se dibuja”, ha concluido.

 

El rector ha cerrado de este modo un acto de apertura del curso académico en el que le ha precedido en el uso de la palabra Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Gobierno de Asturias, que ha sustituido al presidente del Principado. El titular de este departamento ha hecho referencia a la negociación del próximo contrato-programa que actualmente negocia el Principado con la institución académica y que marcará la financiación de los próximos años. “Que nadie dude de que trataremos de acordar el mejor modelo para nuestra Universidad y para Asturias”, ha indicado.

 

Sánchez ha hablado de futuro y de las oportunidades que se abren ligadas a los fondos europeos, donde la Universidad tiene que estar sí o sí, y ha animado a la institución docente a “ejercer su papel como gran fábrica de conocimiento del Principado de Asturias, porque tiene la capacidad y los recursos humanos necesarios”. El consejero ha prestado su apoyo al equipo rectoral para trabajar con lealtad, colaboración y compromiso.

 

Lección inaugural

Previamente, ha tenido lugar la lección inaugural que, en esta ocasión, ha corrido a cargo de Montserrat Jiménez Sánchez, catedrática del Área de Geodinámica Externa de la Universidad de Oviedo, y que llevaba por título Geología y cambios globales: relatos de hielo efímero. La profesora Jiménez Sánchez ha destacado que “la Tierra es un registro de cambios globales sucedidos en distintos lapsos temporales y a diferentes escalas desde hace 4.600 millones de años y el hielo glaciar, en general, puede ser contemplado como archivo de cambios globales, agente activo de cambios en el paisaje e indicador de cambios climáticos”.

 

La ponente, que se ha detenido en algunas “reflexiones incómodas”, pero también en las “placenteras”, ha querido cerrar su intervención con un propósito final: “Mientras la Tierra sigue girando y los hielos regresan a las montañas, desde la Geología continuaremos tratando de comprender el planeta en toda su dimensión, aplicando nuestro conocimiento a la resolución de los múltiples interrogantes que plantea la interacción de la especie humana con el Sistema Tierra en su conjunto. Quizás sea esa nuestra forma de contribuir a la creación de un planeta mejor y con ello, de un mundo mejor”. 

 

Durante el acto de apertura del curso académico, también ha intervenido Ángel Espiniella, secretario general de la Universidad de Oviedo, que ha presentado los principales datos de la memoria del curso que termina. Espiniella ha destacado que, durante el año 2020-2021, estudiaron en la institución académica 21.064 estudiantes que contaron con el apoyo de 2.144 profesores.

 

La ceremonia de este año ha tenido un recuerdo especial para los duros momentos de la pandemia y ha contado con la proyección de un vídeo homenaje a la comunidad universitaria en tiempos de la COVID-19.

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