Bolsillos rotos

Bolsillos rotos

La crisis promovida por la avaricia de los poderes y no por los ciudadanos, ya que al final nosotros solo cogemos lo que nos dan y a veces sin conocimiento de  causa, está pasando factura a toda  la sociedad, pero también a los avariciosos, que no se dieron cuenta que para que puedan ganar dinero a espuertas, otros lo tienen que gastar, normalmente lo gasta la clase media, con la cual están acabando.

    En nuestra nación tenemos aproximadamente unos 28 millones de vehículos, digo aproximadamente, ya que es muy difícil sacar datos bien verificados, es la cantidad más grande de toda nuestra historia. Las petroleras que son las que mueven el mundo en todos los sentidos, ya que el que tiene el poder de la energía, es rey y señor. Están vendiendo muchísimo menos que años anteriores, nuestro consumo se retrae al año 2001, cuando nuestro parque de automóviles era mucho menor.

  ¿Qué puede ocurrir? ¿Cómo teniendo más coches, venden menos combustible?. Pues simple, la gente no utiliza el coche, los tiene aparcados,   se los retiro la financiera por falta de pago o hacienda, claro, estas no andan con ellos todos los días. Hoy tenemos mucha tecnología en nuestros autos, pero cada vez que se estropean tenemos que pedir un préstamo para repararlo, debido a la elevada cuantía de la reparación, hoy metemos el coche al taller y tenemos que contar con un mínimo de 200 euros, pero como el grifo de la financiación  está cerrado y de la tarjeta de crédito ya no se puede tirar, las circunstancias nos obligan a olvidar el coche.

   En estos momentos tenemos cuatro millones de coches parados, por los cálculos de estas petroleras en España. Con la situación que dejaron todas las autonomías, la previsión es que se duplique antes de final de año, más si sigue ascendiendo el coste del litro de combustible y si los desaprensivos políticos, meten el céntimo, como ayuda a recuperar su despilfarro.

   Es decir que la situación se agravara de forma seria, esto nos llevara a más paro, ya que en los talleres el trabajo se reducirá, los fabricantes no venderán  y despedirán a más personal, es un ciclo vicioso que tiene mal fin.

   El descenso del consumo de combustible en este último año fue de un 6% según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos. El consumo total de combustible para automoción en 2011 se sitúa en 27 millones de toneladas, en el 2007 fueron 32 toneladas, un diferencial elevado, cuando hablamos de combustibles. En estos momentos estamos a niveles de hace doce años, muchos dirán que no es tanto, pero si miramos el aumento del parque en esos años nos da una comparativa muy clara de lo que sucede.

   Desde el 2002 aumentamos en matriculaciones cuatro millones de autos, cogiendo todos los segmentos del propio mercado, camiones, furgonetas, autocares, tractores, curiosamente aunque la crisis empezara a dar señales en el 2008 ha habido años posteriores en los que el parque se ha incrementado.

    La tecnología ayuda también a reducir los consumos de gasolina, los coches antiguos con carburador, consumían el doble de los de ahora, hoy un consumo medio de un utilitario con una edad de dos años, ronda los 5 litros/100km, los coches de gran segmento están rondando los 9 litros, pero si el conductor le gusta pisar, esos consumos se pueden disparar, ya que no existe potencia sin consumo, es una regla de oro de la termodinámica, aunque en los bares nuestros coches nunca consumen, andan solos.

    Nuestras costumbres están cambiando con mucha rapidez, tradicionalmente y hasta cierto nivel de precios del combustible, los carburantes se han considerado un bien inelástico. Es decir, las variaciones del precio al alza afectaban relativamente poco al consumo de los mismos.     Pero en estos momentos los precios están elevados en niveles record debido a la creciente fiscalidad, ya que es un sistema rápido de recaudar impuestos, (Una gasolinera paga el suministro cada cinco días aproximadamente, algunas compañías facturan incluso a menos, lo que no sabemos es cuando las petroleras pagan al estado, que sería interesante saberlo).

 El automovilista es cada vez más sensible al céntimo, ya que sus bolsillos están rotos, cobra menos, debido al aumento de las retenciones y bajada de sueldos, la vida está más cara cada día, paga más impuestos y procura minimizar los desplazamientos con el coche ya que puede ahorrar un pico.

   Pero el lector no crea que es una cantinela mía, es que los datos aportados por el ministerio de transporte dice que el gasto medio de las familias españolas en combustible está entre el 5% y el 7% de toda la cesta de la compra, (este dato es terrorífico), pero no solo es eso, a mayores tenemos que mirar el tema del recibo del seguro, los mantenimientos del vehículo, la letra del propio vehículo, que muchos pagaran a diez años, aquí no sumaremos los intereses, ya que si lo hacemos tiramos el coche por la ventana y yo vivo de los mismos ,así que por interés propio les digo que no lo hagan .

   Para que no nos engañen más y aprendamos de los errores, hoy tiraremos por tierra un mito. En tiempos de crisis siempre se atribuyo el descenso del consumo al bajón de la actividad del transporte, puede ser cierto, pero lo que más ha bajado el parque de vehículos no son los camiones, que siguen  siendo unos cinco millones en el territorio nacional. Donde el declive es muy fuerte es en los tractores, que vuelven a ser menos de 200000 uds, como en el año 2003, este es un dato que a mí personalmente me preocupa mucho, nos estamos cargando el sector agrícola, que es la base primordial de cualquier sistema económico.

  Unas de las causas que provoco la caída del  imperio Romano, no fueron los ejércitos de los invasores, fue el abandono de la agricultura y los impuestos excesivos. Al abandonar el campo e  intensificar la concentración de personas en las ciudades, se olvidaron de lo que realmente era necesario, es que la gente necesita “comer”.

  Si sus bolsillos están como los míos, tendremos que remendarlos como nos hacían nuestras abuelas. Todas las personas de mi edad recordaran que las coderas y los remiendos hacían moda, como pueden ver, siempre se repite la historia.

   Remendaremosssssssssssssssssssssssss!

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