Cáncer con metástasis

Las baronías de Asturias, Andalucía y Aragón han forzado al secretario general del PSOE Pedro Sánchez a aceptar que el congreso de los socialoistas se celebre a mediados de mayo; a cambio el telegénico político les cuela por la escuadra que consultará a las bases cualquier acuerdo para formar gobierno. Rápidamente la andaluza Susana Díaz recoge el guante y le contesta que para esa consulta debe de concretar claramente con quien pactará su inquilinato en La Moncloa.

Estaba claro que la decisión de Mariano Rajoy de no aceptar la designación real para formar gobierno ha pasado la presión a los socialistas y ahora con lo de la consulta me da en la nariz que el proceso se alargará aún más. En circunstancias normales tal situación podía ser buena para los populares que siguen cerrando filas en torno a su ya cuestionado jefe, el registrador de la propiedad Mariano Rajoy quien sigue afirmando sentirse insustituible pero, lamentablemente para ellos, la corrupción cual cáncer con metástasis ha entrado en su casa y lleva a camino de invalidarle ante la opinión pública como futuro jefe de gobierno. Los otros dos partidos, Podemos y Ciudadanos, han bajado un poco el diapasón a la espera de que el Rey Felipe VI finalice su segunda ronda de consultas el próximo martes y ver por donde tirar si bien sus posturas parecen claras: Pablo Iglesias quiere la vicepresidencia, varios ministerios, los espías y la radio televisión pública, mientras que Ciudadanos por boca de su líder Albert Rivera que ya ha alquilado piso en el centro de Madrid no parece por la labor de apoyar ni a Pedro Sánchez ni a Mariano Rajoy, más bien está porque sus 40 diputados se abstengan lo que en una segunda votación puede dar el triunfo a quien sea candidato.

Insisto en lo que escribía en mi comentario anterior: A España y a Asturias empieza urgirles que este lío político se resuelva cuanto antes y el presidente del Principado vuelva al despacho de la calle Suárez de la Riva. El parlamento regional parece paralizado y la administración autonómica en general desorientada. Menos mal que han sido capaces, aunque con errores, de actualizar la agenda de la comunicación. Entre tanto el rector de la Universidad de Oviedo Vicente Gotor preside como tal su último "Santo Tomás" entregando la distinción académica a los alumnos de fin de carrera con mejor expediente. En abril habrá elecciones y ya suenan varios aspirantes como José Muñiz, Santiago García Granda, Agustín Costa y Pedro Sánchez Lazo. Veteranos catedráticos con excelentes curriculum aunque no me sorprendería tampoco que Podemos diera la nota y también presentase al inquieto Daniel Ripa, Daniel "el travieso", como cariñosamente me gusta llamarle, y que acaba de obtener sobresaliente cum laude con su tesis leída en inglés que es lo que los universitarios asturianos deben hacer si quieren encontrar más fácil acomodo profesional por esos mundos de Dios que aquí, en su tierra que es la nuestra, lo tienen crudo.

Mientras Javier Fernández intriga en Madrid aquí el Principado y Liberbank, en concreto la Fundación Cajastur que preside el nefasto Manolo Menéndez y dirige Ignacio Martínez, echa el pestillo a Soft Computing en el campus universitario de Mieres que parece estar maldito. Hasta sus instalaciones deportivas, magníficas, por cierto, quieren endosarlas al ayuntamiento de Mieres. Y ahora vendrán nuestros políticos desde sus respectivas poltronas hablándonos de creación de empleo, promoción del I+D y apoyo a los jóvenes investigadores asturianos. Me sorprende que hasta Carlos López Otín continúe aquí.

La Fundación Cajastur es la heredera de la Obra Social y Cultural de la que fue principal entidad bancaria de Asturias. Una obra social y cultural que aportaba a la sociedad regional cada año del orden de los 30 millones de dólares y que suponía cada ejercicio una interesante inyección económica a entidades sociales y culturales que así mantenían vivas actividades beneficiosas para los asturianos. Pero como está ocurriendo con tantas otras cosas importantes en esta región la Caja de Ahorros pasó a mejor vida y su hijo putativo, Liberbank, está en Madrid así como desarrollándose en Toledo. Lo que nos faltaba era darle al catedrático Menéndez la medalla de oro del Principado. Me extraña que aún no se le haya ocurrido a Javier Fernández.



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