La ministra de Fomento confirmó este sábado en Galicia la existencia de una vía de agua en los túneles de la Variante ferroviaria de Pajares, motivo al que achaca el retraso de las obras y no a la falta de presupuesto. El asunto en sí, para el que dijo que, aunque complejo, se encontrará una solución técnica, es, desde luego, verosimil. Cabe recordar que durante la perforación del segundo túnel de El Negrón, que por mis cometidos profesionales de entonces tuve la oportunidad de seguir en su día a día, aparecieron vías de agua que apuntaban a una bolsa en el seno de la montaña suficiente para mandar agua al sur en trenes, como humorísticamente se decía (aunque cobrándola, claro) durante tiempo. La destreza del equipo de ingenieros resolvió eficazmente la vía de agua evitando la zozobra de El Negrón. La ministra, a lo que voy, debería haber dado esa explicación hace tiempo, con todo lujo de detalles --y aquí en Asturias, por cierto, no en esa Galicia que visita día sí y día no, como ayer que estaba en Cantabria prometiendo millones, para variar--, con lo que quizá el eterno aplazamiento de fechas y calendarios sabría menos a cuerno quemado a los asturianos que, como saben leer, pueden ver a través de sus medios preferidos, en nuestro caso AsturiasMundial, cómo un chorro de millones continuo mana hacia la vecina Galicia, hacia Cataluña, hacia Levante...mientras el Principado sigue siendo la única isla peninsular de Europa y creo que del mundo.
Parece que procede, pues, taponar la dichosa vía de agua, sellar con buen hormigón y micropilotes y continuar de una vez vez con vías y catenarias a ver si algún día el turismo que no puede venir en avión, por carísimo, puede hacerlo por tren. A fin de cuentas, hace dos siglos que esperamos por ello. Sí, dije bien: el XX y el XXI.
Por lo demás, la primavera enseña este fin de semana su auténtico rostro. Disfrútenla, por favor, y sean felices. A fin de cuentas con poco basta. Una salida ferroviaria por aquí, unos tramucos de autovía por allá, en fin, fruslerías.
