La mejor promoción de Asturias

Me hace gracia que el presidente de la Generalitat catalana diga ahora que si consigue emanciparse del Estado español su comunidad tendría tinte monárquico apoyándose en el título de Príncipe de Gerona, que después del de Asturias, es el título más significativo de Felipe de Borbón y Grecia. Años atrás, cuando las aguas estaban más calmadas, hubo un intento por parte de los catalanes de vincular más al heredero de la Corona de España a su tierra a través del citado título. Hasta se creó una fundación, visitada en varias ocasiones por los Príncipes de Asturias pero poco a poco el inicial entusiasmo se fue apagando pese a la buena voluntad de Felipe de Borbón que incluso, hace unos días, llegó a manifestar que Cataluña no es un problema. Pues institucionalmente ¿Cual será?.

En fin, un año más estamos en octubre y Oviedo se prepara para ser escenario de una nueva edición de la entrega de los premios Príncipe de Asturias que concitarán por unas horas una autentica feria de vanidades en torno al hotel de la Reconquista y al Teatro Campoamor si bien debo reconocer que de unos años para acá el nivel de personalidades asistentes a los mismos -me refiero a los que vienen de afuera- ha bajado, bien por cansancio, bien porque la fundación se ha visto obligada, como todo bicho viviente en nuestro país, a recortar gastos e invitaciones. De todas las maneras para Asturias, cuestión de imagen, la vinculación de los Príncipes de Asturias a nuestra tierra es importante y positiva con una importante atención mediática de los medios de comunicación especialmente atentos al discurso que el príncipe pronunciará en el Teatro Campoamor flanqueado por su esposa, la princesa Letizia Ortíz, ovetense por más señas -el mundo es un pañuelo-, y por primera vez por Javier Fernández como presidente del Principado.

Los jurados han hecho su labor pero de todos los premiados este año tengo especial afecto por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, yo que desde hace años soy modesto voluntario de esta ong, que en Asturias, presidida por la avilesina Celia Fernández, viene desarrollando una importantísima labor solidaria para paliar la crisis, la hambruna, mejor diría, de cientos de personas que encuentra en ella acogida y ayuda tras haber sido expulsados de la vida laboral, de su casa por desahucio o de cualquier otra calamidad de las muchas que en estos momentos azotan nuestra sociedad. Lo mismo digo del premio de la concordia otorgado a la Federación Española de Bancos de Alimentos que en lo que es mi conocimiento, Asturias, viene realizando también una encomiable y solidaria labor. El premio más folklórico en esta ocasión creo que es el de deportes para Iker Casillas y Xavi Hernández al alimón. Los dos jugadores ya lo fueron el año pasado dentro del colectivo de “la roja” y ahora repiten no se muy bien por qué pero ahí están. Supongo que ni Mou ni Tito Vilanova pondrán pegas a su presencia el día 26 en el Teatro Campoamor. Aunque la candidatura la presentó el omnipotente Blatter, presidente de la FIFA, me da en el olfato que la larga y experimentada mano del director emérito de la Fundación Graciano García estuvo detrás. Es lo mismo, todos los objetivos, probablemente de manera injusta, estarán atentos a estas dos estrellas del balompié, seguro que mucho más que a los investigadores Richard A. Lerner y Gregory Winter, pero así es la sociedad mercantilizada que vivimos.

Los Príncipes de Asturias recibirán a diversos colectivos en el hotel de la Reconquista y cerrarán su estancia en nuestra comunidad visitando Bueño, pueblo ejemplar de Asturias 2012, quien con sus hórreos centenarios, les va a recibir con los brazos abiertos. No solo por que la futura Reina de España nació en la ovetense calle de General Elorza si no porque Asturias está cada vez más necesitada de promoción, nuestra comunidad autónoma no debe desperdiciar  ni por un momento reforzar su vínculo con la Casa Real. Como digo al principio, hasta el mismísimo Artur Más parece haberse dado cuenta de lo importante que es tener buena conexión con la primera institución de España.



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