El caso Strauss-Kahn, que hoy puede quedar en libertad, 'apesta' a montaje político

El caso Strauss-Kahn, que hoy puede quedar en libertad, apesta a montaje político

Por Ignacio Sánchez-Vicente

 

En una reunión urgente de fiscalía, defensas y juez instructor, se espera hoy la posible puesta en libertad del exdirector del FMI, ominique Strauss-Kahn, en libertad vigilada acusado de delitos de índole sexual, cargos que todo apunta a que ahora serán retirados. La causa, las contradicciones y lagunas en las declaraciones de la camarera de planta que acusó a Kahn de violación --una mujer guineana de 32 años--

 

 

y que ahora, tras una minuciosa investigación, estaría aparentemente implicada en turbios asuntos de drogas y dinero a los que es totalmente ajeno el propio ejecutivo francés, además de haber despertado la incredulidad de los investigadores, los investigadores han hallado grandes lagunas que ponen en duda la credibilidad de la presunta víctima, según dos fuentes policiales citadas por The New York Times

 

Una vez se han conocido estos extremos, comienzan a elevarse las voces denunciando lo que, ipso facto, apesta a compló político para sacar de la carrera electoral a la presidencia de Francia al que estaba valorado como candidato con más posiblidades.

 

Tambièn son muchos los que se preguntan cómo es posible tanta ligereza por parte de la Fiscalía estaudonidense para llevar adelante, sin pruebas y en base a únicamente un testimonio de parte interesada, un proceso cuyas repercusiones sobre la imagen, profesión y vida, de Dominique Strauss-Kahn han sido devastadoras, incluyendo su sustitución al frente de una de las principales instituciones económicas mundiales en la que su gestión  nunca fue cuestionada, sino más bien al contrario. 

 

¿Quién borrará ahora miles de titulares infamantes para la imagen de Kahn' ¿Cómo se comerán sus calficaciones de grueso calibre quienes se pasaron por el arco de triunfo --muy adecuado tratándose de un ciudadano francés-- la presunción de inocencia? ¿Se puede reponer en puesto a este ciudadano, toda vez que ya ha sido sustituido por la exministra de Sarkozy, Christine Lagarde?

 

Es un deber moral de la Justicia de EEUU y de la opinión pública internacional investigar el que ahora ya aparece cada vez más claramente como un sórdido compló político, llegando hasta los más oscuros rincones y dando a la opinión pública los nombres de los culpables, por importantes que éstos sean.

 

Desde luego, no sabemos si el señor Kahn es un santo o no lo es, en asuntos de cintura para abajo, pero, una vez se haya confirmado el desenlace previsto para hoy, se merece un monumento que recuerde permanentemente lo fácil que es lanzar acusaciones y lo imposible de resarcir el daño causado con posterioridad.

 

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