Cascos pide a los Consejeros de Cajastur que aplacen el traspaso del negocio bancario a Effibank

Cascos pide a los Consejeros de Cajastur que aplacen el traspaso del negocio bancario a Effibank

El presidente de Foro Asturias y candidato a la Presidencia del Principado,. Francisco Álvarez-Cascos, ha dirigido este sábado una carta a los Consejeros de Cajastur para pedir el aplazamiento de la Asamblea General Extraordinaria del próximo día 29 de Junio, fecha respecto a la que, como la del pasado 24 de mayo, tilda dechocante que sean "una dos días después de las elecciones autonómicas y otra pocos días antes de la constitución del nuevo Gobierno del Principado". Es decir, en período de interinidad de las instituciones asturianas, con un Gobierno en Funciones, y el Parlamento asturiano sin período de sesiones abierto.

 

En concreto, lo que pide el presidente de Foro es que se "dejen sobre la mesa, pendientes de decisión, los asuntos que figuran en los puntos Cuarto al Octavo de la Asamblea".

 

Entre los motivos para su petición, Álvarez-Cascos esgrime los de la importancia de la decisión que se se propone adoptar, la segregación de todo el negocio financiero de la Caja para integrarlo en Effibank, SA, con sede en Madrid".

 

Cascos, "en nombre de FORO, pero tambièn como asturiano y como uno más de los seiscientos mil impositores titulares de una cartilla", en su caso desde hace más de 50 años, no puede "soportar en silencio que Cajastur sea vaciada, que seamos desposeidos de nuestros títulos". Cajastur, añade en otro punto, "con la cesión de su negocio bancario a Effibank desaparece como tal" quedando sólo con las marcas comerciales parfa operar en su área geográfica. Lo que se pretende, así, sería eludir la conversión de la Caja en fundación, en cuyo caso los titulares de las acciones del nuevo banco serían los fundadores de la Caja, Ayuntamiento de Gijón y Principado de Asturias, sucesor de la extinta Diputación Provincial.

 

Se trata de evitar, deteniendo el actual proceso, la tentación, real y preocupante, "de que directivos de la Caja o de Effibank decidan vender en un futuro acciones de la entidad a un tercero, a precios inadecuados, a cambio de beneficios ajenos a todos los asturianos".

 

 TEXTO ÍNTEGRO DE LA CARTA

 

Señor Consejero General:

Señora Consejera General:

 

Me dirijo a Vd. para expresarle la alarma que nos producen en FORO ASTURIAS las noticias acerca del contenido de las decisiones que el Consejo de Administración de Cajastur adoptó el pasado día 24 de mayo, y que la Asamblea General  se propone debatir y aprobar, en su caso, el próximo día 29 de junio sobre la segregación de todo el negocio financiero para integrarlo en Effibank, S.A. con sede en Madrid.

 

No podemos considerar irrelevante, y ello es el primer motivo de alarma, la elección de las fechas antes citadas; una, dos días después de unas elecciones municipales y autonómicas en Asturias; y otra, pocas fechas antes de la constitución de un nuevo Gobierno autonómico. Es decir, en periodo de interinidad política en las instituciones asturianas, con un gobierno autonómico en funciones y la Junta General del Principado sin periodo de sesiones abierto. En los últimos años, Cajastur nunca había celebrado una Asamblea General en el mes de junio.

 

La elección cuidadosa de estas fechas nos parece, cuando menos, una grave desconsideración hacia todos los asturianos, sabedores sus responsables del cambio de ciclo político que se avecinaba, con profundas modificaciones en la representación democráticamente elegida que suponen la retirada de la confianza a muchos de los anteriores gobiernos municipales y autonómico, privando a los nuevos de debatir y decidir acerca del futuro de Cajastur, y de plantear alternativas a las fórmulas que atropelladamente se tratan de imponer en esta Asamblea General. Al socaire de una muy discutible y menos justificable despolitización de las cajas de ahorros, se pretende aprobar sin controles institucionales en Cajastur la operación mercantil más política de su historia.

 

En estas circunstancias, en nombre de FORO ASTURIAS, pero también como asturiano y como uno más de los seiscientos mil impositores titulares de una cartilla, con más de cincuenta años de antigüedad, no puedo aceptar en silencio que Cajastur sea vaciada, que seamos desposeídos de nuestros títulos, que son la base de los derechos de nuestras entidades fundadoras representados hoy en la Junta General del Principado, y que el Principado se vea privado de un instrumento insustituible  de desarrollo económico al servicio de Asturias y de España. Estamos

 

ante un  moderno expolio tan inadmisible como dañino para la economía del Principado y para la economía de España que, como tantas cosas que están sucediendo, no nos merecemos, contra las que vale la pena enfrentarse cívica y democráticamente.

 

Conviene recordar permanentemente que las cajas de ahorros nacieron, en España y fuera de España, para fomentar el ahorro popular, librar de la usura a la sociedad y dedicar los beneficios económicos a obras de carácter social. En Gran Bretaña, tras un proceso de privatización realizado hace unos años, ya se admite hoy día que su resultado ha provocado la exclusión financiera de las capas más modestas de la sociedad.

 

A la vista de todas las consideraciones anteriores, desde FORO ASTURIAS consideramos conveniente y necesario abrir un periodo de reflexión acerca de la fórmula más adecuada, dentro de la legislación vigente, para salvaguardar los intereses generales de todos los asturianos en Cajastur, y no para eludir o debilitar nuestros derechos de representación y de control, anteponiendo los particulares de sus actuales directivos. En este sentido, convendría tener presente que el nuevo marco legal de las cajas de ahorro fundadas en su día por diputaciones o ayuntamientos, como es el caso de Cajastur, también permite su transformación en fundaciones públicas. Estas fundaciones serían las tenedoras de las acciones de los bancos de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) creados por las cajas de ahorro que decidan integrarse. En Asturias, lo mismo que sucede con la caja de ahorros, la fundación estaría tutelada por el Principado, a través en este caso de su protectorado de fundaciones.

 

En FORO ASTURIAS consideramos que la transformación de Cajastur en fundación es la opción más transparente para garantizar:

 

-Que la propiedad de los títulos representativos del nuevo Effibank, S.A. permanece en manos públicas.

-Que, en caso de venta de títulos de Effibank, S.A., los frutos de la venta de ese patrimonio afluyen hacia todos los asturianos.

-Que se garantiza el control efectivo de la gestión efectuada por los directivos, a través del patronato de  la fundación, un órgano representativo más adecuado para ello que el actual esquema de asamblea general, consejo de administración y comisión de control en el que se diluye y dispersa dicha función.

-Que se aleja el riesgo cierto de operaciones especulativas de quienes puedan tener la tentación personal de malvender acciones de Effibank, S.A. a un tercero, a cambio de beneficios particulares. 

 

También me parece relevante recordar que los SIP comenzaron su andadura con el propósito de lograr integraciones interterritoriales sin pasar por procesos de fusión.

Para ello se implantó un esquema de mutualización de sus beneficios, un compromiso solidario de solvencia y liquidez, la integración de sus servicios centrales y la realización  conjunta de  algunas operaciones financieras. Los SIP están integrando progresivamente la totalidad de la actividad bancaria de las cajas que los integran. Cada SIP ha constituido un nuevo banco que es el que desarrolla toda la actividad financiera de la institución, y las cajas que integran el SIP están aportando al nuevo banco todo su negocio bancario (y, consiguientemente, sus activos y pasivos) como paso previo necesario para salir a los mercados a cotizar, captar capital y poder así devolver las ayudas del FROB.

 

Cajastur, en el proceso de cesión de su negocio bancario a Effibank, S.A., desaparece como tal, y simplemente conserva las marcas para la actividad comercial en la zona de influencia. Deja de ser una entidad de crédito, porque esa actividad la ejerce Effibank, S.A., con sede en Madrid. En estas circunstancias, el paso lógico y coherente es la transformación jurídica de Cajastur. Las cajas de ahorro que se integran en un SIP con un nuevo banco deben transformarse en fundaciones. Se trata de fundaciones normales y corrientes. La nueva ley de cajas las denomina “especiales” porque proceden de una caja de ahorros, pero no tienen ninguna particularidad jurídica que las diferencie de cualquier otra fundación. A partir de ahora son, simplemente, entidades tenedoras de las acciones del nuevo banco. Con los dividendos ejercerán la obra social o lo que dicten los órganos de la nueva fundación.

 

Los actuales directivos se resisten a esta transformación de las cajas en fundaciones, por la sencilla razón de que dejan de controlar efectivamente las entidades. En nuestro caso, prefieren mantener la ficción de que Cajastur sigue siendo una entidad de crédito de actividad indirecta, con el único objetivo de mantener el estatuto jurídico de caja de ahorros, que se traduce en una dilución real del control de Cajastur.

 

Si Cajastur se transforma en fundación, los legítimos “propietarios” de los títulos de propiedad de Effibank, S.A. al que Cajastur traspasa su actividad (jurídicamente, quienes promovieron su creación, aportando un patrimonio fundacional adscrito a un fin, Ayuntamiento de Gijón y Principado de Asturias, sucesor de la Diputación Provincial) deben ser las entidades fundadoras de nuestra caja de ahorros.

 

Al constituirse Cajastur en una fundación quedaría sometida al control del protectorado de fundaciones del Principado de Asturias. La transformación de Cajastur en fundación, con cesión del negocio bancario a Effibank, S.A., puede y debe establecerse mediante una Ley autonómica de Caja de Ahorros, lo que  garantiza y obliga a todos a un gran acuerdo en la Junta General del Principado, hoy sin mayorías que pongan en riesgo el consenso, si esa es la voluntad política de todos. De hecho, el Principado en el ejercicio de sus competencias estatutarias tiene la obligación de adaptar la Ley autonómica de Cajas de Ahorro al nuevo marco legal, transformado por el Real Decreto Ley del pasado mes de julio de 2010. En la modificación se podría consensuar la configuración de la nueva fundación, que será titular de las acciones de Effibank, S.A. Esto implica determinar:

 

-Su naturaleza pública.

-Estar sometida al protectorado del Principado.

-El plazo en el que obligatoriamente se transformará la caja de ahorros en   

  fundación.

-Elaborar los Estatutos de la nueva fundación,

-Determinar las funciones de seguimiento y “control” de la actividad de Effibank,

  S.A., por la titularidad de sus acciones, lo que implicaría incompatibilidad entre

  detentar responsabilidades ejecutivas en el banco y pertenecer al patronato.

-Decidir el número de patronos, quien los designa y su perfil.

-Decidir si los patronos deben o no ser retribuidos.

-Decidir acerca de la capacidad de administración del patrimonio de la fundación.

-Decidir acerca del destino de los recursos que ingrese la fundación, procedentes de Effibank, S.A.

 

Sobre el nombramiento de los patronos se abrirían varias opciones para alcanzar un gran acuerdo, entre ellas que su número y su representación recaigan en la Junta General del Principado, y que todos los estamentos actualmente representados en la actual Asamblea General sigan representados en el patronato de la fundación. Un patronato que debería de estar formado por personalidades de prestigio que garanticen una gestión rigurosa y eficiente, al servicio de los intereses generales de los asturianos. Por supuesto, con los recursos obtenidos anualmente por los dividendos, la fundación podría continuar y complementar la actividad cultural y social, al servicio de los Ayuntamientos asturianos y del Principado.

 

La transformación de Cajastur en fundación también garantiza la transparencia de cualquier decisión estratégica que tenga que ver con Effibank, S.A., al quedar sometida la decisión a escrutinio público mediante una entidad pública, la fundación, que tiene la propiedad de los títulos del banco. La fundación evitaría más eficazmente la tentación, real y preocupante, de que directivos de la caja o de Effibank, S.A., decidan en el futuro vender  acciones de la entidad a un tercero, a un precio inadecuado, a cambio de beneficios ajenos al interés general todos los asturianos.

 

Por todo ello, le ruego encarecidamente que considere la propuesta de FORO ASTURIAS de dejar sobre la mesa, pendientes de decisión, los asuntos que figuran en los puntos Cuarto al Octavo de la Asamblea General Extraordinaria de Cajastur del próximo día 29 de junio, con objeto de abrir un periodo de reflexión y de diálogo entre todos y con todos, en especial con las nuevas corporaciones locales y el nuevo Gobierno del Principado que se constituya en su momento, y se evite la  situación de  hechos consumados, que entraña una alarmante desconsideración hacia todos los asturianos, si se mantiene el calendario de decisiones que está programado para aprovechar la interinidad institucional al principio denunciada.

 

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