Mariló Montero vuelve a detonar la polémica: llama “demonio” a Pedro Sánchez y avisa de que España está “al borde de una dictadura”

Mariló Montero vuelve a detonar la polémica: llama “demonio” a Pedro Sánchez y avisa de que España está “al borde de una dictadura”

La presentadora intensifica su discurso en Telemadrid y se convierte en la voz más estridente de un fenómeno creciente: políticos, tertulianos y manifestantes que ya hablan abiertamente de un “régimen”.

Mariló Montero ha vuelto a cruzar una línea que hasta hace poco parecía impensable en la televisión pública de una comunidad autónoma. En El Análisis Diario de la Noche, el espacio de Antonio Naranjo en Telemadrid, la reciente ganadora de MasterChef Celebrity lanzó un discurso que incendió el debate político: llamó “demonio” al presidente Pedro Sánchez, afirmó que está “destruyendo la democracia española” y llegó a encomendarse a la UCO como salvación institucional.

“Tenemos a un demonio que quiere destruir la democracia. Ha llegado. Y lo que nos queda es que la UCO derribe ese muro que Sánchez ha levantado contra este país”, proclamó Montero en directo. Para la comunicadora, la situación política actual es tan grave que “en España se está caminando sin ninguna exageración hacia la dictadura”.

A partir de esta frase, el plató se convirtió en un ring verbal, y Mariló no aflojó ni un milímetro: acusó a Sánchez de gobernar solo por “matemática y no ética”, afirmó que sus socios parlamentarios son “delincuentes” y lo situó un paso de líderes como Putin o Kim Jong-un: “Lo único que le falta es desaparecer unos meses como ellos”.

La dureza del mensaje no solo reventó audiencias y redes: destapó que Mariló no está sola. Forma parte de un clima político en el que el lenguaje se ha radicalizado hasta niveles inéditos desde la Transición.

Los ataques se disparan: del PP a tertulianos, todos elevan el tono

Lo que hace apenas unos años habría sido una anécdota televisiva ahora encaja en un patrón creciente. Mariló es la punta del iceberg.

En medios, tertulias, manifestaciones y declaraciones políticas, se ha multiplicado el uso de la palabra “dictador” para referirse a Pedro Sánchez. Es un fenómeno transversal: desde sectores de la derecha tradicional hasta figuras mediáticas y movilizaciones ciudadanas.

1. Dirigentes del Partido Popular

Cargos relevantes han repetido en los últimos meses que “la democracia española está en peligro” y que Sánchez actúa “como un pequeño dictador”. El mantra ha saltado de intervenciones en el Congreso a mítines y entrevistas.

2. Manifestaciones en Madrid con gritos de “dictadura”

En protestas recientes contra la ley de amnistía, contra los pactos con Junts o por supuestas injerencias del Ejecutivo, miles de personas han coreado “¡Sánchez dictador!” y portado carteles que hablan de “régimen” o “democracia secuestrada”. La escalada retórica se ha normalizado en la calle.

3. Tertulianos de televisiones públicas y privadas

El discurso de Mariló no es aislado. Otros comunicadores han afirmado que España “se encamina hacia un sistema autoritario” o que el Gobierno “ha dinamitado la separación de poderes”. La idea de que el país está en un punto de inflexión se ha convertido en munición habitual.

4. Comparaciones con Rusia, Corea del Norte o Venezuela

Mariló abrió la puerta, pero no es la única. En distintas tertulias se ha llegado a comparar al presidente español con Nicolás Maduro, con Putin o incluso con Kim Jong-un. Se invocan supuestas vulneraciones del Estado de derecho, reformas exprés y la dependencia del Ejecutivo de minorías parlamentarias como combustible para estas analogías.

5. La justicia, en el centro del discurso

Otro hilo común en este fenómeno es la apelación casi mesiánica a los tribunales y cuerpos policiales. Mariló se encomendó a la UCO, pero otros comentaristas apuntan directamente al Tribunal Supremo como último dique de contención frente a lo que llaman “deriva autoritaria”.

Mariló Montero: de presentadora a icono de un relato político extremo

Lo que distingue a Mariló es su estilo. No se limita a criticar: dramatiza. No duda en verbalizar conceptos como “demonio”, “dictadura”, “perversión”, “destrucción del Estado de derecho” o “España en peligro”. Su discurso está construido con imágenes extremas, apelaciones emocionales y un tono profético que conecta con un público polarizado y cansado de la política tradicional.

En otras intervenciones recientes ha llegado a asegurar que, si el fiscal general del Estado no es condenado, España entrará en “dictadura”. También ha acusado al presidente de querer ver “desaparecer” a quienes no le votan, y ha afirmado que Sánchez gobierna “de espaldas a España entera”.

Ese estilo, tan explícito como incendiario, la ha convertido en una figura que concentra aplausos y rechazo por igual, pero que marca tendencia.

Un debate cada vez más descontrolado

Las palabras de Montero abren un debate esencial: ¿se ha roto el marco del debate democrático? ¿Se ha normalizado llamar “dictador” a un presidente elegido democráticamente? ¿O es legítimo en una democracia señalar lo que algunos consideran un deterioro institucional?

Lo cierto es que el clima político español vive una escalada sin precedentes desde los años 80. El uso de conceptos extremos se ha convertido en arma cotidiana: para movilizar, para polarizar, para imponer relato.

Mariló Montero no ha iniciado ese camino, pero ha descubierto cómo dominarlo.

Y mientras tanto, el Gobierno guarda silencio ante la última explosión verbal. Un silencio que, lejos de calmar ánimos, alimenta la expectativa de que la batalla del lenguaje marcará buena parte de la política española en 2026.

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