¿Por qué España sigue liderando el paro en Europa? Un país avanzado con un problema del siglo pasado

¿Por qué España sigue liderando el paro en Europa Un país avanzado con un problema del siglo pasado

España lleva 40 años apareciendo en la parte alta del ranking de desempleo europeo. Gobierne quien gobierne. Haya crisis, recuperación o bonanza. Con ayudas europeas, sin ellas. Con crecimiento récord o con el PIB desplomado. Da igual: el paro siempre vuelve a aparecer como una sombra crónica, como si formara parte del paisaje.

Pero, ¿por qué? ¿Qué demonios pasa en este país para que siempre tengamos más paro que Alemania, Francia, Portugal o los países nórdicos? ¿Qué hacemos mal? ¿Y por qué no se corrige?

Este reportaje explica lo esencial en cinco claves.

1. Un modelo económico desequilibrado: mucho turismo, poca industria

España ha construido un modelo basado en:

  • Turismo

  • Hostelería

  • Construcción

  • Servicios de baja productividad

Son sectores que crean mucho empleo en temporada, pero empleo mal pagado, poco estable y muy vulnerable. El turismo es maravilloso para atraer riqueza, pero no puede ser la columna vertebral de un país de 48 millones de habitantes.

Lo que falta:

  • Industria de alto valor

  • Empresas tecnológicas grandes

  • Centros de innovación capaces de absorber talento

  • Un tejido productivo estable, menos expuesto a ciclos

Resultado: cuando Europa crece, España crea empleo… pero un empleo frágil. Cuando Europa se frena, España se hunde en paro.

2. La temporalidad endémica: España inventó el contrato precario

Durante décadas, España fue el país con mayor temporalidad de Europa. La reforma laboral redujo la temporalidad oficial, pero en muchos sectores:

  • los fijos discontinuos funcionan como temporales “maquillados”,

  • las subcontratas precarizan salarios,

  • los convenios se fragmentan,

  • y la rotación laboral sigue siendo altísima.

Un país en el que la mitad de los trabajadores vive cada año la incertidumbre del “a ver si me renuevan” no puede consolidar un empleo sólido.

3. Una educación que no encaja con el mercado laboral

España tiene un talento increíble y jóvenes muy preparados. Pero:

  • faltan perfiles técnicos,

  • faltan FPs de alta especialización,

  • faltan ingenieros en sectores estratégicos,

  • faltan trabajadores cualificados para la industria,

  • faltan programadores, analistas, técnicos en IA, etc.

Y, sin embargo:

  • sobran titulados universitarios en áreas que el mercado no demanda,

  • sobran jóvenes sobrecualificados para trabajos precarios,

  • y falta orientación profesional real.

El resultado es un desajuste estructural: hay parados sin trabajo y empresas sin trabajadores. Un absurdo marca España.

4. Un tejido empresarial demasiado pequeño

El 95% de las empresas españolas son microempresas de menos de diez empleados. Las micropymes:

  • no pueden invertir en innovación,

  • no pueden expandirse,

  • no pueden absorber grandes volúmenes de empleo,

  • ni mejorar salarios,

  • ni internacionalizarse.

Sin empresas medianas y grandes, no hay estabilidad laboral masiva. La economía española es como un archipiélago de barquitas intentando competir con trasatlánticos alemanes, franceses u holandeses.

5. Burocracia mastodóntica, cambios normativos constantes y un mercado laboral rígido

España tiene:

  • Normas que cambian cada año.

  • Burocracia lenta y cara.

  • Trámites eternos para contratar, despedir o emprender.

  • Un sistema fiscal que castiga a quien quiere crecer.

La consecuencia es simple: muchas empresas no contratan por miedo a no poder mantener el empleo si vienen mal dadas.

Entonces, ¿qué habría que cambiar inmediatamente?

Si España quisiera dejar de ser el país del paro estructural, tendría que hacer esto YA:

1. Apostar de verdad por industria y tecnología

No en discursos, no en campañas, no en ruedas de prensa. Inversión masiva, real, estratégica.

2. Convertir la FP en el motor del país

Alemania lo hizo. Suiza lo hizo. Austria lo hizo.
España todavía mira la FP como un plan B. Error histórico.

3. Reducir burocracia de forma radical

Un país donde montar una empresa o contratar a alguien se pueda hacer en horas, no en semanas.

4. Favorecer que las pequeñas empresas crezcan

Las empresas españolas se quedan enanas porque crecer es peligroso y caro.

5. Reformar el mercado laboral pensando en estabilidad real

No en estadísticas. En estabilidad real para trabajadores y empresas.

¿Por qué no se hace?

Porque requiere:

  • cambiar el modelo productivo,

  • pactos de Estado,

  • planificación a veinte años,

  • dejar de gobernar pensando en las encuestas del mes siguiente,

  • y asumir que los resultados no se verán en una legislatura.

Y porque ningún partido político quiere cargar con el coste político de hacer reformas estructurales que siempre generan resistencia al principio.

¿Es que nadie se lo pregunta?

Sí: empresarios, economistas, sindicatos, escuelas de negocio, demógrafos, universidades…
Todos lo llevan diciendo años.
El problema es que España sabe perfectamente lo que tiene que hacer, pero no consigue hacerlo.

El país avanza, sí. Pero arrastra el mismo problema que arrastraba hace décadas: el empleo que crea no es suficiente ni lo bastante sólido.

Por eso, incluso cuando el PIB sube, España sigue siendo, temporada tras temporada, subcampeona europea del desempleo. Porque el paro no es un accidente: es un síntoma de un modelo económico incompleto.

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