Las explosivas acusaciones de Claudia Montes, exMiss Asturias +30 y extrabajadora de Logirail, en la comisión del caso Koldo, han sacudido los cimientos del socialismo asturiano. Adrián Barbón niega conocerla, rechaza toda irregularidad y anuncia posibles acciones legales.
1. Una declaración que dinamitó la calma asturiana
El martes por la tarde, en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo, una gijonesa desconocida para la mayoría del país soltó una frase que aún retumba en los pasillos de la política asturiana:
“En Asturias se amañan contratos desde hace 40 años. Es un secreto a voces.”
Quien la pronunció fue Claudia Montes, Miss Asturias +30 en 2017, militante socialista, extrabajadora de Logirail (filial de Renfe) y figura secundaria hasta ahora en la trama del caso Koldo, el escándalo que ha puesto contra las cuerdas a José Luis Ábalos, al PSOE y a parte de la administración pública.
Sus palabras, lejos de pasar inadvertidas, provocaron un terremoto político en el Principado, al señalar directamente a la gestión de Adrián Barbón, a su entorno más próximo y a una supuesta red de licitaciones amañadas con décadas de recorrido.
2. La cena del “secreto a voces”
Montes relató en el Senado una escena que, de confirmarse, comprometería a varios dirigentes socialistas asturianos.
Asegura que, tras detectar irregularidades en contratos de Logirail, lo comentó durante una cena con Cecilio González Vega, ‘Floro’, exportavoz socialista en el Ayuntamiento de Gijón, y otros miembros del partido.
“Les hablé de lo que estaba viendo y me dijeron: ‘No te preocupes, esto lleva así 40 años. Es un secreto a voces’.”
Esa frase, pronunciada ante los senadores con serenidad y una sonrisa tensa, encendió todas las alarmas. Montes no aportó documentos ni fechas, pero su declaración bastó para que la oposición en Asturias exigiera explicaciones inmediatas.
3. De la pasarela al Senado: la metamorfosis de Claudia Montes
A sus 41 años, Montes es un personaje que mezcla glamour, política y controversia. Nacida en Gijón, madre de un hijo, vinculada al PSOE desde hace años, saltó al mundo mediático por su amistad con José Luis Ábalos, exministro de Transportes, y por su contratación en Logirail, que la UCO considera arbitraria y favorecida.
En el Senado se presentó como víctima de acoso laboral y sexual de Koldo García, mano derecha de Ábalos, a quien acusa de presionarla y humillarla cuando empezó a denunciar presuntas irregularidades en contratos.
Según su versión, el precio por hablar fue el aislamiento y el despido, seguido de una advertencia:
“El presidente de Asturias puede conseguir que no vuelvas a trabajar en tu tierra.”
Montes asegura que, cuando intentó informar al Gobierno asturiano de las irregularidades, escribió directamente a Adrián Barbón, tanto por correo electrónico como por Instagram, pidiéndole ayuda. Y añade:
“Me respondió que acudiera a Fiscalía. Pero lo que pedía era protección, porque temía por mi seguridad.”
4. Barbón contraataca: “Es surrealista y falso”
La respuesta del presidente no se hizo esperar. Desde Oviedo, Adrián Barbón compareció con gesto de firmeza y tono cortante.
Negó conocer personalmente a Montes —“como mucho, habré coincidido en algún mitin, entre siete mil militantes”—, y calificó su intervención en el Senado de “surrealista”.
“Esta señora no participó en ningún proceso de contratación ni tiene relación alguna con el Principado. Todos los contratos en Asturias pasan los filtros de legalidad, todos, y son gestionados exclusivamente por técnicos y funcionarios. No hay un solo político en el proceso”, insistió.
El presidente también explicó el episodio del correo electrónico que Montes dice haberle enviado:
“Llegó a través del buzón de Presidencia. En él se mencionaban supuestas situaciones en una empresa con hechos judicializados, pero sin aportar datos concretos. Se archivó porque, si alguien cree tener pruebas, debe ir al fiscal, no al presidente. Esa es una norma básica en mi Gobierno.”
Barbón ha ordenado a los servicios jurídicos del Principado estudiar las declaraciones de Montes “por si pudieran vulnerar el honor de la Administración o de sus miembros”.
“Todo se analizará. Las acusaciones son graves y deben demostrarse”, remarcó.
5. Los tres correos y una historia en disputa
Fuentes del Ejecutivo autonómico precisan que Montes envió tres correos a Presidencia:
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Uno denunciando un caso de acoso escolar sufrido por su hijo.
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Otro refiriéndose a una empresa “bajo investigación”, sin identificarla ni aportar documentos.
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Y un tercero en el que pedía ayuda para el pago del alquiler, alegando ser militante socialista.
El gabinete, según las mismas fuentes, no respondió a ninguno por tratarse de asuntos fuera del ámbito de la Administración autonómica.
Montes, sin embargo, sostiene que en uno de esos correos ya mencionaba “amaños de contratos públicos en Asturias” y que fue marginada por hacerlo.
El intercambio de mensajes por Instagram, mostrado por ella en televisión, corrobora al menos que existió un contacto directo con el presidente, aunque este solo se limitara a recomendarle acudir a la Fiscalía.
6. El eco político: PP, Vox y Foro piden explicaciones
Las palabras de Montes han tenido el efecto de una piedra en un estanque.
En cuestión de horas, PP, Vox y Foro Asturias registraron solicitudes de información en la Junta General del Principado para exigir la comparecencia de Barbón y de la consejera de Hacienda.
Desde el PSOE asturiano reina el silencio.
Fuentes internas admiten que el asunto ha “caído como una bomba” y que el presidente “está decidido a cortar de raíz cualquier intento de manchar su gestión con insinuaciones sin pruebas”.
Mientras tanto, la oposición habla de “red clientelar” y “cultura del favor político” enquistada en el Principado desde los tiempos de Sergio Marqués y Vicente Álvarez Areces.
7. La sombra de los contratos públicos
En el fondo, el caso reabre una vieja sospecha: la de los contratos adjudicados a dedo o con escasa competencia real en algunas empresas públicas asturianas.
La alusión de Montes a “40 años de amaños” resuena con fuerza porque Asturias ha tenido una larga tradición de adjudicaciones por invitación en obras y servicios.
Aunque no existen pruebas directas que vinculen al Gobierno actual con irregularidades, la frase ha bastado para poner en entredicho la imagen de limpieza que Barbón intenta proyectar.
“Asturias no está por encima de la ley. Y si hay algo que investigar, que se investigue todo”, advirtió el portavoz de Vox en la Junta.
8. Un incendio que llega hasta Moncloa
El estallido asturiano se suma al efecto dominó del caso Koldo, que ya afecta a varias comunidades autónomas.
Montes no solo ha denunciado a Koldo García por acoso, sino que ha asegurado en público que “Pedro Sánchez sabía lo que ocurría”, una frase que ha provocado escalofríos en Ferraz.
En ese contexto, su acusación contra Asturias parece un misil político de largo alcance, dirigido tanto a Madrid como a Oviedo.
Dentro del PSOE hay quien teme que el relato de Montes se convierta en una narrativa paralela: la de una militante socialista defenestrada por intentar denunciar corrupción.
9. Un Principado bajo lupa
Por ahora, no hay ninguna investigación judicial abierta en Asturias.
Pero la Fiscalía podría pedir información sobre las contrataciones autonómicas si detecta vínculos con las empresas mencionadas en la trama Koldo.
El Ejecutivo de Barbón trata de transmitir calma, pero puertas adentro reconoce la preocupación por el impacto reputacional.
En la política asturiana, un rumor mal gestionado puede convertirse en una crisis prolongada.
“Lo que parecía un caso madrileño ha estallado en casa”, comenta, en voz baja, un dirigente socialista del centro de Asturias.
La grieta en la fachada socialista
Claudia Montes ha pasado de ser una nota al pie del caso Koldo a convertirse en una piedra en el zapato del PSOE asturiano.
Su mezcla de testimonio personal, drama político y acusación directa ha roto la rutina institucional de un Principado que se enorgullecía de estabilidad.
Mientras Barbón insiste en la “transparencia total y absoluta”, la oposición olfatea sangre.
El ruido, entretanto, no cesa. Y en la política, cuando una historia suena tanto, es porque aún no ha terminado de escribirse.
