La Compañía de Jesús remitió el caso a la Fiscalía después de considerar “verosímil” el testimonio recibido. Los hechos se habrían producido hace más de 15 años en Alicante y Zaragoza. El sacerdote permanece apartado bajo medidas cautelares.
La Compañía de Jesús confirmó anoche que ha apartado de todas sus funciones a un sacerdote jesuita asturiano tras recibir una denuncia por abusos sexuales a un menor. La orden religiosa ha trasladado ya la información a la Fiscalía, después de considerar “verosímil” el testimonio recabado en su investigación interna.
Fuentes eclesiásticas consultadas por Asturias Mundial confirman que el religioso, nacido en Asturias pero formado fuera de la región, regresó años atrás con responsabilidades relevantes durante el arzobispado de Jesús Sanz Montes. En el momento de ser suspendido, ejercía un cargo de peso dentro de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde también ha sido cesado provisionalmente mientras se aclara la situación.
De la denuncia interna al traslado a la Fiscalía
Según la información difundida por la Compañía de Jesús, la denuncia se presentó en julio de 2025 a través del canal interno de la orden, y se refería a hechos ocurridos en la primera década de este siglo, concretamente en Alicante y Zaragoza.
En los dos meses siguientes, la orden realizó una investigación preliminar, tras la cual determinó la existencia de un “testimonio verosímil”, lo que motivó el traslado del caso a la Fiscalía en septiembre.
“La Compañía confía en el trabajo de la Justicia para esclarecer la verdad y colaborará en todo lo que se le requiera”, señala el comunicado oficial.
El sacerdote se encuentra actualmente en una comunidad jesuita, sin relación pastoral ni pública y sujeto a medidas cautelares de limitación y supervisión.
La orden explica que ahora será la jurisdicción civil la que deba determinar si los posibles delitos están o no prescritos, dada la antigüedad de los hechos. En paralelo, la investigación canónica continuará, ya que en el derecho eclesiástico los delitos de abusos no prescriben del mismo modo que en la vía penal.
La Conferencia Episcopal también lo suspende
La Conferencia Episcopal Española, que fue informada oficialmente en septiembre, ha confirmado que el sacerdote ha sido apartado de todas sus responsabilidades, a la espera de que se esclarezcan los hechos. En su comunicado, la institución muestra su “plena colaboración con la justicia” y expresa su “cercanía a las víctimas”.
Desde la propia Compañía de Jesús subrayan su compromiso por “crear entornos seguros” y por reforzar las medidas de prevención, formación y detección ante cualquier indicio de abuso o conducta inapropiada. “Sentimos un profundo dolor al pensar en las víctimas y queremos responder con justicia y con verdad”, concluye el texto.
Asturias y la herida abierta de los abusos en la Iglesia
El caso vuelve a colocar a Asturias en el mapa de las investigaciones por abusos sexuales dentro de la Iglesia, apenas cuatro años después de la condena a un sacerdote jesuita del colegio La Inmaculada de Gijón, sentenciado a siete años y tres meses de prisión por abusar de una menor durante cinco años.
Aquel proceso supuso un golpe durísimo en el Principado y marcó un antes y un después en la percepción social de este tipo de delitos, que hasta entonces se abordaban con una mezcla de silencio institucional y prudencia eclesial.
Hoy, la nueva denuncia contra un jesuita de origen asturiano con presencia destacada en la cúpula de la Iglesia española reabre viejas heridas y devuelve el foco a una cuestión aún pendiente: la responsabilidad de las órdenes religiosas en la prevención y la reparación del daño.
La Compañía con más casos en España
La Compañía de Jesús es, según los datos recopilados por diversos observatorios y medios de investigación, la congregación con mayor número de casos de abusos documentados en España, con más de 180 religiosos señalados y cerca de 500 víctimas reconocidas en las últimas décadas.
Este nuevo caso, aunque aún en fase preliminar, vuelve a poner bajo escrutinio a una orden históricamente influyente en la educación y la vida religiosa española, con fuerte implantación en comunidades como Asturias, donde los jesuitas dirigen colegios, centros culturales y proyectos pastorales desde hace más de un siglo.
Una Iglesia bajo la mirada social
El caso se suma a los más de 1.500 investigados en toda España en los últimos años, y coincide con el proceso de revisión y reparación que el Defensor del Pueblo instó a la Iglesia a impulsar tras su informe nacional de 2023 sobre abusos sexuales a menores.
Aunque la Compañía insiste en su voluntad de “cooperar con la justicia y acompañar a las víctimas”, asociaciones de laicos y colectivos de víctimas en Asturias recuerdan que “el tiempo del silencio se ha acabado”, y reclaman transparencia total sobre la identidad del sacerdote, los lugares en los que ejerció y las medidas concretas adoptadas para evitar nuevos casos.
