Con una inversión de 369.000 euros financiada por fondos europeos, el Gobierno asturiano ha modernizado el sistema de tratamiento de aguas residuales del emblemático refugio de montaña, garantizando su sostenibilidad y su integración en el paisaje protegido.
El refugio de Vega de Urriellu, uno de los lugares más emblemáticos de los Picos de Europa y punto de referencia para generaciones de montañeros, ha estrenado una nueva vida. La Consejería de Movilidad, Cooperación Local y Gestión de Emergencias ha concluido las obras de mejora integral del edificio tras una inversión de 369.429 euros, financiada a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con fondos del programa NextGenerationEU.
El proyecto, ejecutado en pleno corazón del parque nacional, tenía un objetivo tan ambicioso como necesario: adaptar el refugio a los más altos estándares de sostenibilidad ambiental. Para lograrlo, se ha llevado a cabo la renovación completa del sistema de tratamiento de aguas residuales, un elemento clave en un entorno de altísimo valor ecológico y con una hidrogeología tan frágil como singular.
Los trabajos han incluido la instalación de un nuevo colector general para recoger las aguas procedentes del refugio y su conducción hacia equipos prefabricados de depuración. Tras el tratamiento, las aguas se infiltran en el terreno mediante un sistema natural que evita cualquier impacto visual o ambiental. Además, se ha remozado la captación y el almacenamiento de agua, algo esencial para afrontar los meses de verano, cuando el refugio recibe una gran afluencia de visitantes y montañeros.
El acceso al lugar, a 1.960 metros de altitud y bajo la imponente silueta del Picu Urriellu, obligó a realizar buena parte del transporte de materiales en helicóptero, dada la imposibilidad de acceder por medios convencionales. Una logística compleja que se ha desarrollado sin alterar la tranquilidad ni la estética del entorno.
Las obras se completaron con una cuidadosa restauración paisajística, que permite integrar los nuevos equipamientos en el paisaje de alta montaña sin alterar su esencia. El resultado es una intervención que combina eficiencia técnica y respeto absoluto por el medio natural, logrando que el refugio siga siendo un símbolo de convivencia entre naturaleza y aventura.
El proyecto ha sido desarrollado en coordinación con la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Deporte, responsable de la gestión de los refugios asturianos. Con esta actuación, el Gobierno del Principado refuerza su compromiso con la conservación activa del patrimonio natural y con el turismo sostenible de montaña.
La Vega de Urriellu, lugar de leyendas, escaladas míticas y emociones compartidas, vuelve a demostrar que se puede mirar al futuro sin renunciar a su historia. Ahora, el refugio no solo protege a los montañeros del frío y la niebla: también protege la montaña que lo acoge.
