El accidente, ocurrido en Santa Cruz, deja también un herido leve y reabre el debate sobre la seguridad en el corredor del Aller
Dolor y consternación en la Cuenca del Caudal. Un hombre de 70 años ha fallecido este viernes tras un grave accidente de tráfico en la AS-112, a la altura de Santa Cruz (Mieres), cuando el turismo en el que viajaba colisionó frontalmente con una furgoneta por causas que aún se investigan. Otro varón, de 48 años, resultó herido leve.
El suceso, ocurrido a las 09:25 horas, movilizó a un amplio dispositivo de emergencias. Los Bomberos del SEPA con base en Mieres tuvieron que excarcelar a la víctima, que quedó atrapada dentro del vehículo. Una vez liberado, fue atendido en el lugar por el equipo médico de la UVI-móvil del SAMU y trasladado en estado grave al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde falleció horas después a causa de la gravedad de las heridas.
El otro conductor implicado, de 48 años, se desplazó inicialmente por sus medios al centro de salud de Santa Cruz y posteriormente fue evacuado al Hospital Álvarez Buylla con pronóstico leve.
Una carretera con demasiados recuerdos
La AS-112, que une Mieres con Cabañaquinta y el puerto de San Isidro, es una vía esencial para los vecinos del valle del Caudal y del Aller, pero también un tramo de alta siniestralidad. Atraviesa zonas de montaña con curvas cerradas, fuertes desniveles y condiciones meteorológicas adversas durante gran parte del año.
Solo en los últimos cinco años, el corredor ha registrado más de una docena de accidentes graves, con varios fallecidos y decenas de heridos. El tramo comprendido entre Ujo y Santa Cruz, donde se produjo la colisión de este viernes, ha sido objeto de reiteradas reclamaciones vecinales para mejorar la señalización y el firme, especialmente en los puntos donde las curvas encadenadas y la humedad permanente reducen la adherencia del asfalto.
Los técnicos de la Guardia Civil de Tráfico investigan ahora si las causas del accidente se relacionan con una distracción, un exceso de velocidad, el estado de la calzada o un fallo mecánico. El impacto, descrito como “muy violento” por los testigos, obligó a cortar parcialmente el tráfico durante más de una hora.
El lado humano del siniestro
La víctima era un vecino muy conocido en la zona, un hombre tranquilo y trabajador que realizaba habitualmente el trayecto entre Mieres y el alto Aller. La noticia de su fallecimiento ha provocado un profundo pesar en la comarca, donde muchos vecinos se acercaron a la zona del accidente al conocer la noticia.
“Es una carretera que conocemos bien, pero cada curva tiene su peligro. En cuanto llueve o hay niebla, se vuelve traicionera”, comentaba un vecino de Santa Cruz, recordando que, en ese mismo punto, hace apenas un año se produjo otro accidente con dos heridos graves.
Más de 31 millones en ayudas al medio rural, pero carreteras con carencias
Paradójicamente, mientras la Consejería de Medio Rural anunciaba el adelanto de ayudas millonarias de la PAC para reforzar la liquidez del campo asturiano, la realidad de las infraestructuras rurales muestra otra cara. Muchos ganaderos y vecinos de la zona lamentan que “la vida en los pueblos también depende de carreteras seguras y bien mantenidas”.
Desde las asociaciones de transportistas y colectivos vecinales del Aller y del Caudal se reclama una revisión integral de la AS-112, con refuerzo del firme, repintado de marcas viales y sistemas de contención más seguros.
Una llamada de atención
El siniestro de este viernes no es un caso aislado. Según datos de la Dirección General de Tráfico, el 72 % de las víctimas mortales en Asturias se producen en carreteras secundarias, como la AS-112. Estas vías, a menudo estrechas y con trazados antiguos, concentran el grueso de los desplazamientos locales y agrícolas, pero siguen siendo las más vulnerables.
Para muchos, la muerte de este vecino de Mieres simboliza una realidad que no se puede ignorar: la necesidad urgente de invertir en seguridad vial en el medio rural.
“Cada euro invertido en asfalto, señalización y mantenimiento salva vidas. No es una frase hecha: es una realidad que hoy vuelve a demostrarse”, apuntan desde los servicios de emergencia.
Una historia que no debería repetirse
El viernes amaneció como un día cualquiera en Santa Cruz. Pero en cuestión de segundos, la rutina se rompió en una curva del corredor del Aller. Un estruendo, una llamada al 112 y la movilización de ambulancias y bomberos marcaron el inicio de una tragedia que ha dejado sin palabras a una comunidad entera.
Cuando los equipos de emergencia regresaron al parque, a las 10:28 horas, el silencio de la montaña se impuso de nuevo. Un silencio roto solo por el recuerdo de un hombre de 70 años y por el deseo compartido de que ninguna familia vuelva a vivir algo así.
