Más de 3.500 bonos vendidos en apenas mes y medio confirman el tirón del programa del Principado, que impulsa la economía local y combate la estacionalidad turística
Los bonos de turismo rural impulsados por el Gobierno del Principado han arrasado entre los viajeros. En apenas mes y medio, la iniciativa ha generado un impacto económico superior al millón de euros y ha logrado vender más de 3.500 bonos a través de la plataforma bonosturismoruralasturias.com. La medida, concebida para dinamizar el sector y atraer visitantes fuera de la temporada alta, se ha convertido en uno de los grandes aciertos de la política turística asturiana de los últimos años.
La vicepresidenta y consejera de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, Gimena Llamedo, visitó en Llanes el establecimiento con más visitantes registrados desde el inicio de la campaña, donde celebró el éxito de esta herramienta:
“Los resultados confirman el acierto de una política útil, pensada con el sector y para el sector. El turismo rural es una de las joyas de la corona del turismo asturiano”, subrayó Llamedo.
Según la vicepresidenta, estos bonos no solo han impulsado las reservas en temporada media y baja, sino que también están respaldando a las familias y emprendedores que sostienen la vida en los pueblos:
“Apoyamos a quienes abren sus casas, ofrecen producto local y mantienen viva la hospitalidad asturiana”, añadió.
Descuentos directos y beneficios para el medio rural
Los bonos turísticos, operativos desde la segunda quincena de septiembre, ofrecen descuentos de 75 euros en estancias de al menos dos noches consecutivas. Cada persona puede solicitar hasta dos bonos, y en el caso de las casas de aldea de contratación íntegra o apartamentos rurales, se permite usar dos bonos en una misma reserva si se contratan cuatro o más plazas.
La respuesta del público ha sido inmediata: los alojamientos rurales de Cangas del Narcea, Llanes, Villaviciosa, Piloña, Somiedo o Cabrales se encuentran entre los más beneficiados por la medida, reflejando la diversidad y fortaleza del turismo rural asturiano.
Motor económico en pueblos y comarcas
El impacto del programa va mucho más allá de las reservas de alojamiento. Cada estancia activa el consumo en hostelería, comercio, rutas de naturaleza y actividades locales, generando un efecto multiplicador en la economía de los concejos rurales.
“Cada estancia genera movimiento, empleo y oportunidades. Es una forma eficaz de repartir riqueza y de mostrar al visitante la Asturias más auténtica”, destacó Llamedo.
Una estrategia para todo el año
El Principado ha diseñado este programa como parte de su estrategia de desestacionalización turística, con el objetivo de redistribuir los flujos de visitantes y consolidar la imagen de Asturias como un destino sostenible y de calidad durante todo el año.
A esta medida se suma una campaña de promoción turística dotada con 1,3 millones de euros, enfocada en atraer visitantes en otoño y reforzar la marca “Asturias, paraíso natural” más allá del verano.
Los resultados no se han hecho esperar: el mes de septiembre de 2025 ha sido el mejor de la historia para el turismo rural asturiano, con un incremento del 16,9 % en visitantes y del 4,1 % en pernoctaciones, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Una Asturias viva, abierta y hospitalaria
El éxito de los bonos de turismo rural demuestra que el modelo asturiano, basado en la autenticidad, el paisaje, la sostenibilidad y la calidad, funciona. Los pueblos recuperan dinamismo, las casas rurales llenan sus calendarios y los visitantes descubren una Asturias de montes, valles y aldeas que combina tradición y bienestar.
La vicepresidenta lo resumió con una frase que define el espíritu del programa:
“Esta política no es un parche, es una apuesta de futuro. Porque en cada reserva hay algo más que una estancia: hay vida, hay territorio y hay orgullo asturiano.”
