Asturias también acelera hacia el nuevo límite de 100 km/h: la DGT multiplica los tramos con reducción de velocidad en autovías y autopistas

Asturias también acelera hacia el nuevo límite de 100 km/h: la DGT multiplica los tramos con reducción de velocidad en autovías y autopistas

El límite legal sigue siendo de 120 km/h, pero cada vez más autovías del norte —incluidas zonas de la A-8 y la A-66— están rebajando su velocidad a 100 km/h por motivos de seguridad y trazado. España se encamina hacia una velocidad “de facto” más baja, sin cambiar el código de circulación.

 

Lo que empezó como una medida puntual se está extendiendo por toda España. Cada vez más autovías y autopistas lucen señales de 100 km/h donde antes el límite era de 120. Y Asturias no es ajena a esta tendencia: algunos tramos de la Autovía del Cantábrico (A-8), especialmente los más expuestos a viento, niebla o pendientes pronunciadas, ya cuentan con señalización reducida. También en la A-66, entre Mieres y Campomanes, y en los accesos a Oviedo por la A-64, se han fijado límites variables que, en condiciones adversas, bajan la velocidad máxima a 100 km/h.

Oficialmente, el Reglamento General de Circulación no ha cambiado. La velocidad máxima genérica en autopistas y autovías sigue siendo de 120 km/h para turismos y motocicletas.
Pero la práctica, en cambio, está cambiando sin necesidad de reformar la ley. Lo confirma la DGT: son los titulares de las vías —ya sea el Ministerio de Transportes, las comunidades autónomas o las sociedades concesionarias— quienes deciden ajustar los límites según la seguridad, el trazado o la densidad de tráfico.

Asturias, entre las primeras afectadas del norte

En el Principado, el debate sobre la velocidad no es nuevo. Desde hace años, la A-8 entre Luarca y Ribadeo se considera uno de los tramos más delicados del norte, con fuertes rachas de viento y condiciones de visibilidad variables.
Allí ya se han ensayado reducciones temporales de 120 a 100 km/h en jornadas de meteorología adversa, una medida que los técnicos defienden como “preventiva más que sancionadora”.

En la A-66, la conocida como “Y griega asturiana”, los paneles informativos de velocidad variable también marcan reducciones automáticas a 100 km/h cuando la densidad de tráfico aumenta o cuando se registran retenciones en la entrada a Oviedo y Gijón.
La DGT estudia ampliar este sistema a otros puntos del corredor central asturiano, siguiendo el modelo de gestión dinámica implantado ya en Cataluña o País Vasco.

Un cambio silencioso en toda España

A escala nacional, la medida se ha extendido con rapidez.
En Galicia, la AG-55 entre A Coruña y Carballo ha reducido de forma permanente la velocidad a 100 km/h en varios tramos con radares de tramo y curvas cerradas.
En Cataluña, la AP-7 experimenta con inteligencia artificial para modificar la velocidad en tiempo real según la meteorología o el tráfico, siendo 100 km/h la velocidad “base”.
En Gipuzkoa, la AP-8 sumará seis tramos nuevos con límite fijo de 100 km/h.
Incluso el Ministerio de Transportes confirmó que en la A-54 (Lugo–Santiago), recién inaugurada, algunos tramos nunca llegarán a los 120 km/h por diseño estructural.

De Oviedo a Bruselas: una tendencia global

La ONU lleva tiempo recomendando a los países fijar un máximo de 100 km/h en autovías como medida eficaz para reducir la siniestralidad.
En su informe “Medidas recomendadas para mejorar la seguridad de la infraestructura vial”, el organismo señaló que “reducir los límites de velocidad es una de las acciones más efectivas para disminuir los accidentes graves y mortales”.
España, sin modificar su normativa, está adoptando esa recomendación por la vía práctica, aplicando reducciones puntuales que, poco a poco, se consolidan.

En Europa, países como Países Bajos, Noruega o Suiza ya establecen 100 km/h como velocidad máxima en autovías diurnas. Francia, con 110 km/h, ha anunciado estudios para reducir aún más en zonas urbanas o de tráfico denso.

Seguridad frente a velocidad

Según fuentes del Ministerio del Interior, las reducciones de velocidad no buscan recaudar, sino “reducir accidentes en tramos con siniestralidad recurrente o visibilidad limitada”.
En Asturias, la siniestralidad en vías de alta capacidad ha bajado un 12 % en los dos últimos años, en parte por la instalación de nuevos sistemas de control y reducción de velocidad variable en la A-8 y la A-66.

El ingeniero de tráfico gijonés Fernando Menéndez, consultado por Asturias Mundial, lo resume así:

“No es una guerra contra el conductor, sino una adaptación del modelo europeo. Las carreteras asturianas no siempre permiten 120 km/h seguros; 100 km/h es más realista para buena parte del trazado del norte.”

Un nuevo estándar en marcha

Aunque la DGT no planea modificar de momento el Reglamento, todo apunta a que los 100 km/h se consolidarán como nueva referencia.
La combinación de señales inteligentes, radares de tramo y control dinámico de velocidad hace que el límite de 120 sea, en muchos casos, más teórico que real.
Y mientras los paneles luminosos del norte ya lo indican con frecuencia, cada vez son más los conductores que sienten que la velocidad “de toda la vida” empieza a quedar atrás.

Asturias Mundial te lo resume

  • Límite legal: 120 km/h (no ha cambiado).

  • Límite real: en muchos tramos de la A-8, A-66 y A-64, los paneles reducen a 100 km/h.

  • Motivos: seguridad, meteorología, trazado y tráfico.

  • Tendencia: España sigue la línea de la ONU y del norte de Europa, donde los 100 km/h son ya el estándar.

  • Perspectiva local: en Asturias, los tramos más afectados son los de Luarca–Ribadeo y el corredor Mieres–Campomanes–Oviedo.

Sin cambiar una sola palabra del Reglamento, la DGT y los titulares de las vías están imponiendo, en silencio, una nueva forma de conducir.
En Asturias, donde la orografía manda y el clima no siempre acompaña, el 100 km/h ya es una realidad cotidiana.
Y aunque el cartel del Código siga diciendo 120, la carretera ha empezado a contar otra historia.

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