La región cuenta hoy con 1.129 explotaciones lácteas, frente a las 1.586 de 2020. La caída se traduce en menos leche producida y un futuro incierto para un sector que lucha contra la burocracia, los costes y la falta de relevo.
Asturias vive un declive sostenido en su sector lácteo. El último Informe de entregas de leche del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicado en junio, cifra en 1.129 las explotaciones activas en el Principado, muy lejos de las 1.586 que había en julio de 2020. En apenas cinco años se han cerrado 457 ganaderías, a un ritmo medio de 91 por año.
El deterioro también se percibe en la serie más reciente: en julio de 2024 había 1.219 explotaciones con entregas, lo que supone 90 cierres en un solo año, con una media de 7,5 bajas mensuales.
Una tendencia nacional, pero con especial peso en Asturias
El declive no es exclusivo del Principado. En el conjunto de España, entre julio de 2024 y junio de 2025 desaparecieron 580 ganaderías, pasando de 9.619 a 9.039. En los últimos cinco años, la pérdida nacional supera las 3.400 explotaciones. Galicia encabeza los descensos, con 319 cierres en el último año, seguida de Asturias (-90) y Cantabria (-50).
El resultado es un mapa lácteo cada vez más concentrado en menos manos y con menos cuadras familiares en activo.
Caída de la producción
La pérdida de explotaciones se traduce directamente en menos leche. Asturias produjo en junio de 2025 un total de 42.019 toneladas de leche cruda, lo que supone 2.401 toneladas menos que en julio de 2024. La serie interanual refleja oscilaciones puntuales —con mínimos de 38.630 toneladas en febrero y máximos de 44.647 en mayo—, pero la tendencia de fondo es descendente.
La aportación del Principado al conjunto nacional se mantiene en torno al 6,8%, con un peso destacado de la producción ecológica, que en algunos meses supone más de una décima parte de toda la leche ecológica entregada en España.
El precio no frena los cierres
El precio medio del litro de leche en Asturias se ha situado en 0,517 euros en junio de 2025, frente a los 0,505 de un año antes. Aunque el diferencial es positivo respecto a la media nacional (0,496 €/l), ese repunte no compensa el cierre de explotaciones, ya que los costes de producción y las exigencias estructurales superan la mejora en origen.
Un sector en riesgo territorial
El declive del sector no es solo un problema económico, sino también territorial. Cada cierre de cuadra supone una pérdida de actividad en zonas rurales donde la ganadería de leche era motor de empleo y arraigo. La falta de relevo generacional y la dificultad para mantener pequeñas explotaciones rentables dibujan un futuro incierto.
Si la tendencia se mantiene, Asturias podría caer en los próximos meses por debajo del millar de ganaderías activas, un umbral simbólico que marcaría un antes y un después para un sector que durante décadas fue columna vertebral de la economía regional.