La Copa Davis entra en su tramo más electrizante y el sorteo, fiel a su fama, ha vuelto a repartir emociones fuertes. España se medirá con la República Checa, una de las selecciones más sólidas del panorama actual. Aunque el equipo de David Ferrer ha evitado a rivales como Italia o Alemania en este primer cruce, el camino hacia la soñada Ensaladera dista mucho de ser un simple trámite.
Un sorteo que trae recuerdos... y más de un suspiro
Del 18 al 23 de noviembre, Bolonia será el epicentro del mejor tenis por equipos. Allí, en el imponente Unipol Arena, España debutará contra Chequia en unos cuartos de final que tienen sabor a semifinal anticipada. La buena noticia para los nuestros es que Italia, actual campeona y la principal favorita en las apuestas online, solo cruzaría el camino en una hipotética final. Pero claro, antes hay que superar a los checos, y eso no es tarea menor.
El equipo liderado por Jiri Lehecka, Jakub Mensik y Tomas Machac llega con la moral disparada tras eliminar nada menos que a Estados Unidos, que llegaba con cartel de favorito y con nombres como Tiafoe o Fritz en la maleta.
La incógnita que lo cambia todo, ¿viene Alcaraz?
Hay algo que todos los analistas coinciden en señalar, y no hace falta ser un experto para entenderlo: la presencia (o no) de Carlos Alcaraz lo puede cambiar absolutamente todo. Y no lo decimos solo desde aquí. El propio capitán checo, Tomás Berdych, fue bastante claro en sus declaraciones: “La diferencia estará en si Carlos viene. Si no, seremos favoritos”.
Tiene sentido. España se ganó el billete a esta Final a 8 sin Alcaraz, ni Granollers, ni Davidovich. Lo hizo con una versión muy combativa y valiente, remontando una eliminatoria durísima ante Dinamarca que las bet daban casi por perdida. Pero una cosa es competir con el corazón, y otra muy distinta tener en tus filas al número uno del mundo.
Chequia llega con argumentos... y con confianza
Sería un error pensar que los checos se conformarán con haber llegado hasta aquí. Cuentan con tres jugadores individuales en el Top 25, son especialistas en pista dura indoor y, para colmo, tanto Lehecka como Machac ya saben lo que es ganarle a Alcaraz en estas condiciones, un detalle que pesa psicológicamente.
Ferrer tiene una baza que no es táctica: el alma del equipo
David Ferrer es consciente de que, en este formato con dos partidos individuales y un posible dobles de desempate, todo puede girar en cuestión de minutos. Una tarde gris te deja fuera y una gran actuación te mete en semifinales.
Y ahí es donde España suele crecer. Con el paso de los años, ha demostrado ser un país de tenis de equipo, de entrega, de épica. De los que sacan lo mejor de sí en escenarios adversos. Y si encima vuelve Alcaraz, y Granollers se suma al dobles, el techo vuelve a estar tan alto como en las mejores épocas.
Un camino sin margen, pero con destino posible
Si se supera a Chequia, el siguiente rival sería el ganador entre Alemania y Argentina. Otra montaña. Pero no hay ruta fácil en esta Davis, y quizá eso es lo que la hace tan especial. La ilusión está ahí, la cita está marcada y las cuentas ya se hacen en las casas de tenis de medio mundo.