Cada día los conductores que atraviesan la AP-66 dejan en la caja de la concesionaria más de 130.000 euros. El Gobierno central ha decidido mantener la prórroga de la concesión hasta mediados de siglo pese al ultimátum de Bruselas, lo que asegura a Aucalsa, filial del grupo Itínere, un flujo de ingresos gigantesco a costa de Asturias.
Una autopista que sigue cobrando mientras otras se liberan
La Autopista del Huerna (AP-66), principal conexión de Asturias con la Meseta, seguirá siendo de pago hasta 2050. La empresa concesionaria, Aucalsa, calcula que aún tiene por delante 1.905 millones de euros en recaudación en estos 25 años de concesión prorrogada.
En 2024 ingresó 47,8 millones de euros, una media de 130.000 euros diarios. En 2023 fueron 47 millones; en 2022, 41,7 millones; y en 2021, 37,8 millones. Un crecimiento constante que revela cómo, año tras año, el bolsillo de los asturianos financia no solo el mantenimiento de la vía, sino también los beneficios de un contrato que Europa califica de ilegal por haberse prorrogado sin concurso público.
Mientras tanto, en otras partes de España las concesiones han vencido y las autopistas se han liberalizado, dejando de ser de pago. En Asturias, no: aquí el peaje más caro del país seguirá activo durante un cuarto de siglo más.
Bruselas aprieta, Madrid resiste
La Comisión Europea considera que la prórroga de Aznar fue una “modificación sustancial” que debía haberse licitado y ha dado un plazo de dos meses a España para rectificar. El Gobierno de Pedro Sánchez, sin embargo, ha respondido esta semana defendiendo la legalidad de aquella decisión, apoyándose en informes jurídicos de la época.
El Ministerio de Transportes sostiene que un rescate obligaría a pagar una indemnización millonaria a la concesionaria y prefiere mantener el peaje con bonificaciones parciales. Así, mientras los transportistas y usuarios frecuentes reciben descuentos que paga la Administración central, el grueso del coste lo asume el conductor de a pie.
Asturias paga y seguirá pagando
La indignación es general. El Principado, todos los partidos y agentes sociales han reclamado aprovechar el expediente europeo para liberar el peaje, pero Madrid se aferra a la continuidad de la concesión. Cada viaje cuesta hoy 15,60 euros para un turismo, lo que supone más de 31 euros ida y vuelta por atravesar apenas 78 kilómetros de montaña.
En los próximos 25 años, el dinero que saldrá del bolsillo de los asturianos y de quienes accedan a la región superará con creces los 1.900 millones de euros, una cifra que da la medida de la dependencia y el agravio comparativo.
Un peaje convertido en símbolo
La autopista del Huerna no es solo una carretera: se ha convertido en el símbolo del coste de ser asturiano. Cada coche, cada camión, cada familia que cruza la cordillera financia con su peaje la caja de una empresa privada que mantiene asegurada su rentabilidad hasta 2050.
Y mientras Bruselas amenaza con llevar el caso al Tribunal de Justicia de la UE, los conductores seguirán pagando. La autopista que une Asturias con el resto de España seguirá siendo, al menos durante 25 años más, un tributo diario que pesa sobre la economía de la región y que multiplica el aislamiento al que tantas veces se alude desde esta tierra.