La Guardia Civil investiga las cartas con amenazas a un concejal de Belmonte: el caso policial que conmociona a la política local

La Guardia Civil investiga las cartas con amenazas a un concejal de Belmonte: el caso policial que conmociona a la política local

Las misivas, anónimas y de tono insultante y amenazante, han activado un operativo policial que analiza el rastro postal y el entorno más cercano. La corporación municipal cerró filas en el pleno del 11 de septiembre, condenando por unanimidad unos hechos que atentan contra la convivencia democrática.

 

El caso está ya en manos de la Guardia Civil. El concejal de Belmonte Existe (España Vaciada), Agustín Fuentes, y un militante de su partido recibieron en sus domicilios cartas anónimas con graves insultos y amenazas. En la dirigida al edil, la intimidación fue más explícita: «la vas a pagar». En la de su compañero, insultos homófobos y crueles: «muérete de cáncer, maricón».

Las denuncias, formalizadas de inmediato en el cuartel, han abierto una investigación policial que se centra en rastrear el origen de los envíos: desde el análisis de la ruta postal, la grafística de la escritura y el posible levantamiento de huellas hasta la revisión de cámaras de seguridad en las zonas de buzones.

Fuentes consultadas señalan que en este tipo de investigaciones se recurre tanto a pericias caligráficas como a la trazabilidad del sobre y del papel. Aunque por el momento no hay detenidos, la línea de trabajo más fuerte apunta al ámbito local, lo que hace especialmente delicada la situación en un concejo pequeño como Belmonte.

El pleno del 11 de septiembre: condena unánime

Paralelamente a la labor policial, el caso entró en el terreno institucional. El pasado 11 de septiembre, en pleno municipal extraordinario, toda la corporación —los cinco ediles del PSOE, la edil del PP y los tres de Belmonte Existe— mostró su respaldo a las víctimas y condenó con firmeza los hechos, calificados como “inadmisibles, graves y antidemocráticos”.

El alcalde, el socialista Gilberto Alonso, también fue informado previamente de las amenazas, y se sumó a la repulsa en nombre del equipo de gobierno.

Democracia local bajo presión

Para el edil amenazado, lo ocurrido va más allá de un ataque personal:

“Hechos como este no deberían quedar impunes, pues su radicalismo constituye un fiel reflejo de querer acabar con la democracia, que es la patria de las libertades y derechos de los ciudadanos”.

El concejal insiste en que la oposición que lidera se ha caracterizado por la transparencia, las propuestas y las denuncias vecinales. “Quizá estemos haciendo algo bien cuando nos amenazan —reflexiona—, porque es señal de que nuestro trabajo fiscalizador incomoda”.

El impacto social: apoyo vecinal y comunitario

Desde que se hicieron públicas las cartas, las muestras de apoyo se han multiplicado. Vecinos y asociaciones locales han trasladado su solidaridad con los miembros de Belmonte Existe. El propio Fuentes admite que “las llamadas y gestos de ánimo son la parte buena de esta historia”.

La reacción social refuerza la idea de que, frente al anonimato de la amenaza, el pueblo responde con unidad y respaldo colectivo.

La convivencia en el centro del debate

El episodio ha puesto sobre la mesa un debate mayor: cómo proteger la convivencia en los pueblos pequeños frente al odio y la intolerancia.

El edil hace un llamamiento a “dejar la ideología a un lado y poner por encima el derecho a la dignidad personal, a la libertad individual y a la buena convivencia”.

Claves del caso

  • Dos cartas anónimas, con insultos y amenazas.

  • Investigación de la Guardia Civil: rastreo postal, grafística, posibles huellas y cámaras.

  • Pleno extraordinario el 11 de septiembre: condena unánime (PSOE, PP, Belmonte Existe).

  • Apoyo social y vecinal: numerosas muestras de solidaridad.

  • Debate abierto sobre democracia local, convivencia y discursos de odio.

Lo que comenzó como un caso policial se ha convertido en un símbolo de resistencia democrática en Belmonte. Mientras la Guardia Civil trabaja para dar con el autor o autores de las cartas, la política local ha respondido con unidad, y los vecinos han demostrado que la convivencia no se doblega con amenazas.

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