Cueves llora a Toño Otero: enterrado en Xuncu y sin permiso judicial para incinerar mientras avanza la investigación

Cueves llora a Toño Otero: enterrado en Xuncu y sin permiso judicial para incinerar mientras avanza la investigación

La aldea riosellana de Cueves vive entre el duelo y el silencio tras el brutal asesinato del ganadero José Antonio Otero Toraño, Toño, el pasado viernes. Este domingo fue enterrado en el cementerio de Xuncu, tras un emotivo funeral que congregó a familiares, amigos y vecinos. La autoridad judicial ha ordenado que el cuerpo no sea incinerado hasta que concluyan las pesquisas de la Guardia Civil, que avanza en un caso tan complejo como inquietante.

El domingo del adiós

El funeral se celebró a las seis de la tarde en la iglesia parroquial de Ribadesella. La pareja del fallecido, María del Mar Berjón, llegó visiblemente afectada, sostenida por su hermana y otra persona. Horas antes, ya en la casa familiar, ambas habían atendido a los animales y descubierto la desaparición de los pavos, un detalle menor que refleja la tensión y el desconcierto que rodean a la familia.

El féretro fue trasladado al cementerio de Xuncu, donde el pueblo se volcó en silencio para despedir a un ganadero muy querido.

72 horas de investigación: los datos firmes

La investigación se centra en esclarecer cómo dos encapuchados —según el relato de la viuda y su hermana— irrumpieron el viernes al mediodía y golpearon brutalmente a Otero a las puertas de su casa. Estas son las claves:

  • Hora de alerta: el aviso a emergencias llegó alrededor de las 12:15.

  • Lugar exacto: el cuerpo fue hallado junto al zaguán; el ataque fue inmediato y certero.

  • Arma homicida: aún no localizada. Se rastrea la finca y el entorno.

  • Cámaras: hasta ahora, ninguna imagen ha aportado pistas de los agresores.

  • Perros en silencio: ningún vecino recuerda ladridos, un punto que desconcierta a los investigadores.

  • Autopsia: realizada en Oviedo; se espera que determine la mecánica de los golpes y el momento exacto del fallecimiento.

Rastro de huida y nuevas pistas

La Guardia Civil mantiene activo el despliegue de la Policía Judicial. Se revisan grabaciones de cámaras privadas, posibles rutas de escape por caminos y matorrales, y testimonios de vecinos y visitantes. El objetivo es reconstruir el movimiento de los autores antes y después del ataque. También se procesan restos biológicos y huellas recogidas en el lugar.

Un pueblo en shock

Cueves, que se ha hecho popular por el atractivo turístico de La Cuevona y las visitas didácticas a la Ganadería Maella, vive ahora en silencio. Los vecinos evitan hacer declaraciones, mientras Ribadesella rinde homenaje a Otero: el Concurso-Exposición de Ganados guardó un minuto de silencio por el ganadero, que había logrado varios premios con sus animales.

Lo último conocido

Clave                        Estado actual

Entierro Realizado en Xuncu el domingo.
Incineración Prohibida por orden judicial hasta que termine la investigación.
Arma homicida No localizada.
Autopsia En curso; resultados pendientes.
Grabaciones Cámaras revisadas sin rastro de agresores.
Vecinos Ninguno escuchó ladridos de los perros en el momento crítico.
Sospechas Se investiga la fuga por un muro lateral hacia zona de maleza.

Línea de tiempo del caso

  • Viernes, 12:15 h: Alerta a Guardia Civil. Encuentran al ganadero herido de muerte.

  • Viernes tarde: Primeras pesquisas y recogida de pruebas.

  • Sábado: Autopsia en el Instituto de Medicina Legal.

  • Domingo, mañana: Guardia Civil toma nuevas declaraciones y revisa cámaras.

  • Domingo, tarde: Funeral y entierro en Xuncu.

  • Hoy: Investigación abierta. Se mantiene el veto judicial a la incineración.

Toño Otero y su pareja habían transformado su explotación en un proyecto educativo abierto a los visitantes, ejemplo de cómo el trabajo ganadero podía convertirse en una experiencia turística. Esa apertura contrasta ahora con el hermetismo de un pueblo conmocionado.

El caso, de enorme repercusión en Asturias, avanza con máxima discreción. Ninguna autoridad se aventura a dar plazos ni hipótesis cerradas. Lo único seguro es que cada nuevo dato —el hallazgo del arma, la revisión de cámaras o el informe forense completo— será decisivo para resolver un crimen que ha roto la calma de Ribadesella.

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