La Vuelta entra en Asturias bajo máxima tensión: protestas propalestinas, 600 guardias civiles y temor a otro boicot como en Bilbao

La Vuelta entra en Asturias bajo máxima tensión: protestas propalestinas, 600 guardias civiles y temor a otro boicot como en Bilbao

Asturias vivirá tres jornadas de alto voltaje con la llegada de la Vuelta a España. El paso del pelotón por el Principado se producirá bajo un despliegue de seguridad inédito, con 607 guardias civiles movilizados para vigilar cada kilómetro de recorrido y prevenir las protestas convocadas contra la presencia en la carrera del equipo Israel-Premier Tech. La tensión es máxima tras lo ocurrido este miércoles en Bilbao, cuando las manifestaciones propalestinas forzaron la neutralización de la etapa a tres kilómetros de meta, dejando la jornada sin ganador y con escenas de gran confusión.

El mapa de los puntos calientes

La Plataforma Asturies con Palestina ha organizado una docena de protestas a lo largo de la etapa de este viernes, que arranca en Cabezón de la Sal (Cantabria) y culmina en el mítico Alto del Angliru (Riosa). El primer foco de tensión se espera en Colombres (Ribadedeva), primer punto asturiano por el que pasará el pelotón hacia las 12:40. A partir de ahí, las concentraciones se multiplicarán: Pancar, Posada y San Antolín de Bedón (Llanes), Ribadesella, Arriondas (Parres) y, ya a las 14:50, Infiesto (Piloña), en la plaza del Ganáu.

La conflictividad crecerá a medida que avance la tarde. Están convocadas protestas en Nava, en pleno centro urbano; en El Entrego (San Martín del Rey Aurelio) y Ciaño (Langreo); además de en Ujo, Urbiés, Figaredo y Turón (Mieres). El epicentro de la tensión llegará en el Alto del Cordal y, sobre todo, en la meta del Angliru, donde el acceso estará cortado desde las 9:00 de la mañana y quedará totalmente prohibido desde las 14:30. Allí se espera la mayor concentración de manifestantes, coincidiendo con un final de etapa de gran atractivo deportivo.

La presión continuará durante el fin de semana. El sábado, en la etapa Avilés–La Farrapona, están previstas movilizaciones en Avilés (salida desde el Niemeyer), así como en Corvera, Llanera, Grado, Proaza y Teverga, con especial atención al puerto de San Lorenzo y a la llegada en Somiedo. El domingo, antes de abandonar Asturias rumbo a Galicia, el pelotón afrontará la etapa Vegadeo–Monforte de Lemos con nuevas protestas en Vegadeo y los Oscos, a las que se sumarán convocatorias en territorio gallego.

Un despliegue sin precedentes

El dispositivo de seguridad es de magnitudes excepcionales. La Unidad de Movilidad y Seguridad Vial (UMSV) aporta 132 agentes, 59 motos, 28 vehículos todoterreno y un helicóptero, a los que se suman 218 guardias civiles de seguridad ciudadana y 257 del Sector de Tráfico. En total, 607 efectivos desplegados en Asturias durante las tres etapas. Además, se reforzarán los accesos y habrá controles especiales en zonas urbanas y de meta.

Aun así, la preocupación es evidente. Lo que en principio son convocatorias pacíficas puede derivar en incidentes, como ocurrió en Bilbao, donde hubo momentos de gran tensión, agresiones y un detenido. La organización teme que algo similar suceda en el Angliru o en la Farrapona, escenarios de máxima visibilidad internacional.

El miedo en la Vuelta y en el pelotón

En los pasillos de la carrera, la palabra que más se escucha es boicot. El recuerdo de lo vivido en Bilbao ha sacudido a organizadores y corredores. Algunos ciclistas han llegado a pedir que Israel-Premier Tech sea apartado de la competición para garantizar la seguridad de todos. El propio director técnico de la Vuelta deslizó que esa podría ser “la única solución”, aunque recordó que la decisión corresponde exclusivamente a la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Por su parte, el conjunto israelí mantiene que no abandonará la carrera. Aseguran que ceder a la presión supondría “un precedente peligroso” y defienden su derecho a competir en igualdad de condiciones. Entre los equipos rivales, sin embargo, gana terreno el temor a que nuevas protestas vuelvan a condicionar el desarrollo deportivo de la prueba.

El trasfondo político

El caso ha traspasado el terreno deportivo. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se mostró partidario de expulsar a Israel-Premier Tech de la Vuelta, en línea con lo que se hizo con los equipos rusos tras la invasión de Ucrania. Sin embargo, la UCI insiste en su neutralidad y rechaza actuar bajo presiones políticas.

La controversia sitúa a Asturias en el centro de un pulso internacional en el que se mezclan deporte, seguridad y geopolítica. La coincidencia de las etapas en Angliru y La Farrapona, dos de los escenarios más emblemáticos y exigentes del ciclismo mundial, garantiza una enorme repercusión mediática. Y al mismo tiempo, eleva el nivel de riesgo y la incertidumbre.

En las próximas 72 horas, Asturias será mucho más que un escaparate deportivo: será el tablero en el que se mide hasta qué punto el ciclismo puede seguir pedaleando sin que la política lo frene en seco.

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