Cambio climático multiplica por 40 la probabilidad de megaincendios en España y Portugal: Greenpeace exige un pacto climático urgente y gravar a la industria fósil

Cambio climático multiplica por 40 la probabilidad de megaincendios en España y Portugal: Greenpeace exige un pacto climático urgente y gravar a la industria fósil

El cambio climático ha disparado el riesgo de catástrofes forestales en la Península Ibérica: este verano, los megaincendios que arrasaron España y Portugal fueron 40 veces más probables debido a condiciones meteorológicas extremas —altas temperaturas, sequedad extrema y vientos intensos— potenciadas por el calentamiento global. Así lo revela el último informe del consorcio científico World Weather Attribution (WWA), que advierte de que episodios que antes ocurrían una vez cada 500 años pueden repetirse ahora cada 15 años.

El estudio también concluye que las olas de calor que avivaron el fuego fueron 200 veces más probables y 3 ºC más intensas que en la era preindustrial. “Estamos ante una nueva realidad climática: lo que antes era excepcional, ahora es habitual”, resume el informe.

Un verano devastador: dos tercios de la superficie quemada en Europa

Los incendios de este verano han dejado una huella histórica. En la Unión Europea se han calcinado más de 1 millón de hectáreas, y España (380.000 ha) y Portugal (260.000 ha) concentran dos tercios de la superficie afectada. Además de la destrucción ecológica, el fuego se cobró ocho vidas humanas, dejó cientos de heridos, miles de personas evacuadas y graves daños en viviendas, negocios, redes de transporte y servicios básicos.

Este verano, el humo de los incendios llegó incluso a afectar la calidad del aire en ciudades como Madrid, Lisboa y Burdeos, y paralizó temporalmente carreteras y líneas ferroviarias.

Greenpeace: “El cambio climático ya está aquí y los responsables siguen lucrándose”

Para Pedro Zorrilla Miras, responsable de la Campaña de Cambio Climático de Greenpeace, estos incendios son la prueba tangible de que la crisis climática ya no es una amenaza futura, sino un fenómeno presente:

“Las ocho víctimas mortales, los cientos de heridos y las familias que han perdido sus casas y medios de vida nos demuestran que el cambio climático ya está aquí y sus impactos son cada vez más intensos. Mientras tanto, las empresas de combustibles fósiles siguen obteniendo beneficios obscenos y saliendo indemnes. Necesitamos una reacción política inmediata para reducir emisiones y adaptarnos a la nueva realidad”.

Un pacto climático con compromisos reales

La organización ecologista exige a todas las fuerzas políticas un Pacto de Estado por la emergencia climática que vaya más allá de las declaraciones de intenciones e incluya:

  • Medidas concretas, financiación y plazos verificables.

  • Participación ciudadana real, con especial atención a los colectivos más vulnerables.

  • Nuevos impuestos a la industria fósil y a los grandes contaminadores, para que financien la transición ecológica.

  • Una estrategia integral de prevención de incendios, que aborde el abandono rural y la gestión sostenible de bosques y pastos.

Según Greenpeace, España tiene la responsabilidad y la capacidad de reducir sus emisiones en un 55 % para 2030 (respecto a 1990) y la Unión Europea debe lograr emisiones netas cero en 2040.

El cambio climático como amplificador de desastres

El informe de WWA deja claro que estos incendios no pueden atribuirse solo al abandono rural, la sequía o la mala gestión forestal. La emergencia climática ha elevado exponencialmente la intensidad y frecuencia de estos episodios. “Los datos científicos son contundentes: sin una reducción inmediata de emisiones, España y Portugal se enfrentarán cada verano a escenarios que hoy parecen excepcionales”, advierten los investigadores.

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