Desde acantilados costeros hasta brañas de alta montaña, pasando por desfiladeros mágicos y miradores de vértigo: estas cinco rutas combinan lo mejor del senderismo asturiano con paradas gastronómicas que te reconcilian con el mundo.
Asturias es un paraíso que se camina… y se saborea. Lo saben bien los miles de viajeros que cada verano buscan perderse por sendas que huelen a helecho, a sidra recién escanciada y a compango humeante. Por eso, en Asturias Mundial te proponemos cinco rutas con alma y con mesa: recorridos que te llenan los ojos y también el estómago.
La premisa es simple: una caminata espectacular y un sitio cercano donde comer de maravilla. Y lo mejor de todo: sin artificios, sin trampas para turistas, solo caminos y cocinas auténticas. Prepárate para caminar con ganas… y comer con hambre.
1. De La Griega al Arenal de Morís: senderismo entre acantilados y arroz con bugre
Esta ruta costera entre Colunga y Caravia es un regalo para los sentidos. Diez kilómetros de paisaje atlántico en estado puro: acantilados, praderías junto al mar, olor a salitre y cielos abiertos.
Ideal para: senderistas tranquilos y amantes del marisco.
Duración: unas 3 horas (ida).
Dificultad: fácil-moderada.
Dónde comer: en La Espasa o La Griega, chiringuitos con vistas al Cantábrico donde sirven pescado fresco y un arroz con bogavante que quita el sentido.
2. Las Xanas y el pote de Pedroveya: naturaleza salvaje con recompensa
Un clásico entre los senderistas asturianos: el desfiladero de Las Xanas serpentea entre paredes de roca y bosques frondosos. Tras hora y media de caminata suave, se llega a Pedroveya, un pueblo escondido donde parece que no ha pasado el tiempo.
Ideal para: quienes buscan desconectar sin complicaciones.
Duración: 2 h 30 min (ida y vuelta).
Dificultad: baja.
Dónde comer: en Casa Generosa, uno de los templos del pote asturiano. Platos caseros, vino en porrón y sobremesa larga. Reserva o te quedarás mirando.
3. La Senda del Oso: paisajes, túneles… y cachopos legendarios
Este antiguo trazado ferroviario reconvertido en vía verde es perfecto para recorrer en bici o caminando. Cruza bosques, túneles, puentes sobre ríos y hasta un cercado donde pueden verse osas en semilibertad.
Ideal para: familias, ciclistas y caminantes tranquilos.
Duración: variable, hasta 30 km si la haces entera.
Dificultad: baja.
Dónde comer: en las sidrerías de Teverga y Proaza. Recomendamos L’Esbardu o Narciso, donde el cachopo y la fabada llegan en bandeja… y salen en aplauso.
4. Tuiza Riba – Picu Castiellu: montaña accesible y cordero a la estaca
En pleno Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, esta ruta corta pero mágica te lleva hasta el idílico refugio del Meicín. En menos de una hora estás rodeado de pastos y montañas, con Peña Ubiña dominando el horizonte.
Ideal para: quienes buscan alta montaña sin gran esfuerzo.
Duración: 1 h 30 min ida y vuelta.
Dificultad: baja-moderada.
Dónde comer: vuelve a Tuiza Riba y entra en Chandicuandia, un chigre pequeño y auténtico. Cordero a la estaca, pote, huevos con chorizo… y vistas de postal.
5. Braña de Mumián (Somiedo): paseín entre teitos y cerveza artesanal
Un paseo perfecto para cualquier edad y forma física. Parte desde El Llamardal y llega a la braña de Mumián, donde los teitos —las tradicionales cabañas de escoba— se mezclan con vacas, cielo limpio y silencio.
Ideal para: familias, fotógrafos y amantes de la etnografía.
Duración: 2 a 3 horas (ida y vuelta).
Dificultad: baja.
Dónde comer: en Castillo del Alba, en Pola de Somiedo. Pote, arroz con pitu, y al otro lado de la calle, una cervecería artesanal para brindar como se merece.
Plan de viaje: cinco días para caminar y saborear
Día Ruta Alojamiento sugerido Comida recomendada
1 | La Griega – Morís | Colunga o Lastres | Arroz con bugre |
2 | Las Xanas | Teverga | Pote en Casa Generosa |
3 | Senda del Oso | Proaza o Teverga | Cachopo y fabada |
4 | Picu Castiellu | Tuiza Riba | Cordero en Chandicuandia |
5 | Braña de Mumián | Pola de Somiedo | Pote + cerveza artesana |
Consejos prácticos para tu “farturruta”
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Reserva con antelación en restaurantes rurales, sobre todo fines de semana.
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Lleva ropa adecuada: en Asturias, el clima cambia rápido.
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Elige alojamientos locales: casas rurales o pequeños hoteles con sello de autenticidad.
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Respeta el entorno: son rutas protegidas, no parques temáticos.
Asturias no se ve. Se recorre y se come.
Caminar y comer. Dos verbos sencillos que en Asturias se conjugan de forma natural. Y tú, ¿ya sabes cuál será tu próxima farturruta?