El último viaje de Montserrat: muere una mujer de Navia cuando iba, como cada día, a cuidar de sus suegros

El último viaje de Montserrat: muere una mujer de Navia cuando iba, como cada día, a cuidar de sus suegros

Su coche se salió de la carretera y volcó en Villapedre. Tenía 54 años, una hija, y una rutina hecha de entrega silenciosa.

 

Montserrat González Pérez tenía 54 años, una hija, y un compromiso diario que nunca fallaba: ir a El Bao, en el concejo de Navia, para cuidar de sus suegros, ambos de edad avanzada. Ayer por la mañana, como tantas otras veces, cogió su coche desde Navia y se dirigió hacia allí. Pero esta vez el trayecto no terminó como siempre.

A las 09:50 horas, su vehículo, un Fiat Punto blanco, se salió de la N-634 a la altura de Villapedre, chocó contra el quitamiedos y volcó en la cuneta. Cuando llegaron los servicios de emergencia, ya no había nada que hacer.

El accidente ha dejado consternada a la comarca del Noroccidente asturiano, especialmente a los concejos de Navia y Coaña, donde Montserrat era conocida, querida y respetada. Natural de Astás (Coaña), vivía desde hace años en Navia, y su figura era habitual en los trayectos matinales, en las visitas médicas con sus mayores, en las compras del día a día. Una vida discreta, pero llena de gestos grandes.

"Siempre pensando en los demás"

Era una mujer buena. Siempre pensando en los demás, incluso cuando tenía lo suyo. De esas que no hacen ruido, pero están. Siempre están”, comenta una vecina de Navia que la conocía desde niña.

La alcaldesa de Navia, Ana Isabel Fernández, expresó su dolor públicamente:

“Era una persona querida en la localidad, y cuando una vida se pierde de forma inesperada y no natural, el dolor se multiplica. Solo podemos arropar a la familia en estos momentos”.

Montserrat deja una hija y una familia devastada por la tragedia. Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio de Navia, donde decenas de vecinos han pasado ya a despedirse.

Una carretera que acumula sustos

El accidente se produjo en el kilómetro 516 de la N-634, en un tramo problemático, según apuntan varios vecinos. Curvas cerradas, visibilidad reducida y falta de barreras eficaces. No es la primera vez que ocurre algo así, y las llamadas de atención se repiten año tras año sin cambios notables.

La Guardia Civil se hizo cargo del atestado. Los bomberos del SEPA del parque de Valdés excarcelaron el cuerpo a las 11:47 horas, tras la autorización judicial, mientras los sanitarios de la UVI de Jarrio solo pudieron certificar el fallecimiento.

Un silencio que duele

Lo que queda es el silencio. El silencio de una hija que ha perdido a su madre, el de unos suegros que ya no verán entrar por la puerta a esa mujer que les sostenía el día, el de una comunidad que se queda sin una vecina generosa, sin estridencias, pero con una bondad que ahora se hace más evidente que nunca.

No hay marcha atrás. Pero queda su ejemplo. El de tantas mujeres que sostienen sin ruido el día a día de quienes ya no pueden valerse por sí mismos. Que madrugan, que conducen, que cuidan. Y que merecen volver siempre sanas a casa.

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