Tsunami en el Pacífico: el monstruo que cruza el océano

Tsunami en el Pacífico: el monstruo que cruza el océano

El terremoto más brutal en 70 años sacude Kamchatka y lanza un tsunami que pone en alerta a medio planeta

Kamchatka, Hawái, Japón, California… y el Pacífico en vilo.

 

Una sacudida de 8,8 grados en la escala de Richter —la misma magnitud que devastó Chile en 2010— ha puesto en jaque al océano Pacífico en su totalidad. A las 23:24 UTC del 29 de julio, una fractura brutal a 30 kilómetros de profundidad frente a la costa de Kamchatka (Rusia) generó un tsunami transoceánico que, en pocas horas, sembró el pánico desde las playas rusas hasta los acantilados de Hawái, las costas de Japón y las playas californianas. Todo, en cuestión de horas. Como si una mano invisible hubiera agitado el océano entero.

Un monstruo submarino que nadie vio venir

El seísmo —uno de los seis más poderosos del último siglo— desencadenó olas de hasta cinco metros en las costas del extremo oriental de Rusia. Las imágenes que han empezado a difundirse muestran contenedores flotando entre casas, barcos volcados en el puerto de Petropávlovsk y sirenas que ululan como si fuera el fin del mundo.

En apenas 20 minutos, las autoridades rusas activaban la evacuación en varias ciudades costeras, incluida Severo-Kurilsk, mientras miles de personas huían a pie o en coche hacia zonas elevadas. “El suelo temblaba como si algo intentara salir desde el fondo de la tierra”, decía un vecino a la televisión rusa.

Japón: evacuaciones masivas y recuerdo del 2011

Las autoridades japonesas ordenaron la evacuación de 1,9 millones de personas en más de 220 municipios costeros. El miedo se coló de nuevo en los hogares del país, donde aún resuenan las cicatrices del devastador tsunami de 2011. Esta vez, las olas fueron menores —alrededor de 1,3 metros en Hokkaido—, pero la alerta fue máxima.

Incluso la central nuclear de Fukushima fue evacuada como medida preventiva, sin que se detectaran anomalías. El primer ministro nipón declaró que "el riesgo era real y las decisiones debían ser rápidas".

Hawái: noche de sirenas y carreteras colapsadas

La alerta también cruzó el Pacífico y encendió todas las alarmas en Hawái, donde las sirenas empezaron a sonar a las 19:00 hora local. Las primeras olas llegaron poco después, con alturas de hasta 1,8 metros, especialmente peligrosas en zonas bajas como Hilo o la costa norte de Oahu.

Miles de familias dejaron sus casas en mitad de la cena. “Parecía una película de catástrofes”, dijo un turista español refugiado en la montaña. El tráfico colapsó Honolulu. Se temía que el oleaje durara más de 24 horas con sucesivas olas cada vez más imprevisibles.

La costa oeste americana en alerta

Desde California hasta Alaska, pasando por Oregón y el estado de Washington, la NOAA y las autoridades locales emitieron avisos y alertas por riesgo de tsunami. En algunas zonas, las olas no superaron el metro, pero se vivieron escenas de pánico en playas, puertos y carreteras.

Los estados de emergencia se activaron de forma preventiva en algunas zonas del norte de California, donde se temía un impacto más fuerte por la dirección del oleaje.

Réplicas, incertidumbre y tensión mundial

A estas horas, se han registrado más de 30 réplicas, algunas de ellas superiores a 7,5 grados, lo que hace temer nuevos desplazamientos marinos y, con ellos, nuevas olas. Las autoridades rusas, japonesas y estadounidenses mantienen las alertas activas y recomiendan no acercarse a la costa en las próximas 24 horas.

Qué ha pasado exactamente

Ubicación: Epicentro a 52,2° N, 160° E (frente a Kamchatka)
Hora: 23:24:52 UTC del 29 de julio
Magnitud: 8,8
Profundidad: 30 km
Duración del temblor: ~3 minutos
Tipo: Terremoto megatesónico con potencial de tsunami global
Réplicas: +30 registradas, algunas peligrosas

¿Qué es un tsunami transoceánico?

Cuando un terremoto de gran magnitud ocurre en el fondo del mar, el suelo oceánico se eleva o se hunde bruscamente, desplazando una enorme cantidad de agua. Esa energía se propaga en forma de olas que pueden recorrer miles de kilómetros a velocidades de hasta 800 km/h, golpeando costas lejanas con una fuerza devastadora. Lo que lo hace tan peligroso no es solo la altura, sino la persistencia y la sucesión impredecible de olas.

Lo que viene ahora

  • Kamchatka sigue en estado de emergencia. No hay confirmación oficial de víctimas mortales, pero sí heridos y daños estructurales.

  • Japón y Hawái mantienen la alerta, con nuevos oleajes previstos para las próximas horas.

  • EE. UU. y Canadá continúan evaluando el riesgo en zonas costeras.

  • La zona sísmica del Pacífico podría seguir activa durante varios días.

¿Qué se espera en las próximas horas?

  • Monitorización constante desde NOAA, JMA y EMERCOM.

  • Posible declaración de zona catastrófica en Kamchatka.

  • Riesgo de corrientes de retorno y mareas anómalas incluso en zonas sin impacto directo.

  • Medios y científicos trabajando en la evaluación de daños y seguimiento de réplicas.

El océano aún no se ha calmado

El Pacífico, ese gigante azul, ha demostrado otra vez su fuerza salvaje. Hoy ha sido Kamchatka, pero el eco de su rugido ha recorrido miles de kilómetros, recordándonos que la Tierra está viva, y cuando se mueve, lo hace sin pedir permiso.

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