Menos de 1,4 ocupados sostienen cada pensión en el Principado, donde el envejecimiento y la dependencia del empleo público amenazan con hacer insostenible el sistema. El futuro económico de la región entra en zona crítica.
Asturias se asoma al abismo demográfico y laboral: es la comunidad con la peor ratio entre trabajadores y pensionistas de toda España. Según los últimos datos de la Seguridad Social y del INE, 426.200 personas ocupadas sostienen un total de 301.540 pensiones. Esto se traduce en apenas 1,4 cotizantes por cada paga, un número que los expertos consideran estructuralmente insostenible. La media nacional se sitúa en torno a 2,4 trabajadores por pensión, y comunidades como Madrid o Baleares superan los 3 cotizantes por jubilado.
El caso asturiano ya no es una anomalía: es un aviso de lo que puede pasar en otros territorios del norte si no se actúa.
Una región que envejece sin relevo
La causa principal está clara: el envejecimiento demográfico sin precedentes. Asturias tiene la tasa más alta de envejecimiento del país: uno de cada cuatro asturianos supera los 65 años. Al mismo tiempo, la población activa no deja de reducirse. Miles de jóvenes han emigrado en la última década por falta de oportunidades, y los nacimientos no cubren ni de lejos los reemplazos generacionales.
Este escenario ha convertido al Principado en la región más dependiente de las pensiones del Estado. Y si bien es cierto que la pensión media asturiana es una de las más altas del país —1.774 euros mensuales—, también lo es que esa generosidad se apoya sobre una base laboral cada vez más estrecha y frágil.
Uno de cada cinco trabaja en lo público
Pero el problema va más allá de los datos brutos de ocupación. Según un reciente informe de coyuntura económica, uno de cada cinco trabajadores asturianos está empleado en la administración pública, en sectores como sanidad, educación o administración local. Eso significa que el número de trabajadores del sector privado que realmente sostienen las pensiones y el sistema productivo es todavía menor. Algunos economistas hablan ya de una "pinza perversa": mucha dependencia pública con poca base fiscal sólida.
¿Quién pagará las pensiones en 10 años?
El riesgo es evidente: si el número de jubilados crece y el de trabajadores se estanca o cae, la presión sobre el sistema de pensiones y la economía regional puede ser brutal. A día de hoy, ya se están pagando más pensiones de las que ingresan en muchas zonas rurales asturianas. Algunos municipios, como Taramundi, Pesoz o Caso, tienen más pensiones que habitantes menores de 60 años.
El sistema aguanta porque las transferencias del Estado lo permiten, pero la lógica financiera de la región está rota.
“Sin jóvenes, no hay futuro”
“Asturias necesita con urgencia una nueva estrategia de país: más natalidad, más inmigración, más empleo privado y más apoyo al emprendimiento joven”, explica Juan Antonio Iglesias, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo. “No se trata solo de tener más niños, sino de crear un entorno donde quieran quedarse y trabajar”.
La presidenta del Colegio de Economistas de Asturias, Elena Riestra, advierte: “Si no se mejora la ratio de cotizantes por pensión, no habrá margen para mejorar la sanidad, ni para retener talento, ni para sostener la calidad de vida que hoy damos por sentada”.
Las propuestas que nadie se atreve a aplicar
En los últimos años han sonado distintas soluciones:
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Bonificaciones fiscales para jóvenes que vivan y trabajen en el medio rural.
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Programas de retorno del talento asturiano emigrado.
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Incentivos a la natalidad (guarderías gratuitas, ayudas directas).
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Fomento de la inmigración cualificada.
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Potenciación del empleo en sectores tecnológicos y energéticos.
Pero ninguna medida ha tenido aún el calado necesario. El tiempo corre. Cada trimestre se jubilan cientos de personas más que las que se incorporan al mercado laboral.
Una bomba demográfica a punto de estallar
Lo que sucede en Asturias es el anticipo de un fenómeno nacional, pero aquí el reloj corre más rápido. La combinación de envejecimiento, escasa natalidad, fuga de jóvenes y sobrepeso del sector público dibuja un escenario muy difícil de sostener a medio plazo.
El AVE, el turismo o la innovación ofrecen oportunidades, pero sin una base demográfica y productiva sólida, el futuro de Asturias como sociedad viable está en juego.
Datos clave
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426.200 ocupados
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301.540 pensiones
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1,4 ocupados por cada pensión
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20 % del empleo, en la administración pública
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1.774 € de pensión media de jubilación en Asturias
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24,3 % de la población activa tiene más de 55 años