Un estudio internacional publicado en The Lancet Digital Health confirma que el seguimiento remoto reduce hasta un 54% la mortalidad cardiovascular en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica. Asturias ha sido clave en el ensayo con casi el 10% de los participantes
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha participado en un ensayo clínico pionero que marca un antes y un después en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca crónica. Los resultados, publicados en la prestigiosa revista The Lancet Digital Health, no dejan lugar a dudas: el uso de telemedicina reduce un 70% las crisis de descompensación y hasta un 54% las muertes por causas cardiovasculares.
El estudio, bautizado como HERMeS (acrónimo de Heart Failure Events Reduction with Remote Monitoring and Digital Health Support), ha sido liderado por el Hospital de Bellvitge, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV). Entre 2018 y 2022 se reclutaron 506 pacientes hospitalizados por insuficiencia cardiaca en diez hospitales españoles, y 42 de ellos fueron incluidos desde el HUCA, representando cerca del 10% del total.
Tecnología que marca la diferencia
Los pacientes fueron divididos en dos grupos: uno recibió el tratamiento convencional; el otro fue atendido con un innovador sistema de telemonitorización diaria a través de una plataforma móvil, que incluía mediciones de constantes vitales y videollamadas con el equipo médico.
Los resultados hablan por sí solos: mientras el grupo de tratamiento convencional tuvo un 41% de reingresos y complicaciones cardiovasculares, los pacientes monitorizados digitalmente redujeron esa cifra a tan solo el 17%.
“Hemos podido comprobar que esta tecnología permite una atención mucho más proactiva. A los pacientes del grupo de telemedicina se les contactaba con más frecuencia y se intervenía antes de que se agravaran”, explican Eva García Marina y Álvaro González Franco, investigadores principales del HUCA.
Ciencia asturiana al servicio de Europa
La aportación asturiana al ensayo ha sido especialmente significativa gracias al trabajo de la consulta monográfica de insuficiencia cardiaca del servicio de Medicina Interna, adscrita al programa UMIPIC (Unidades de Manejo Integral de Pacientes con Insuficiencia Cardiaca). Este programa ha demostrado su eficacia en el seguimiento de pacientes mayores y pluripatológicos, reduciendo ingresos y mortalidad.
Desde Bellvitge, el doctor Sergi Yun Viladomat ha sido tajante:
“Los resultados de HERMeS demuestran que debemos incluir ya la telemedicina en las guías clínicas para la insuficiencia cardiaca. Es un modelo escalable, eficaz y seguro, que mejora la vida de los pacientes y optimiza los recursos del sistema”.
Asturias prepara ya su salto a la práctica clínica
Tras el éxito del estudio, la Consejería de Salud del Principado de Asturias ya trabaja en un plan para extender un sistema de monitorización remota de pacientes con insuficiencia cardiaca tanto en hospitales como en centros de salud. La red UMIPIC asturiana, con presencia en el HUCA, Hospital de Cabueñes, Fundación Jove, Hospital San Agustín y Hospital Valle del Nalón, será el pilar de esta implementación.
Los datos regionales avalan la urgencia: Asturias registra unas 3.000 hospitalizaciones anuales por insuficiencia cardiaca, más de 1.000 solo en el área de Oviedo/Uviéu, y entre un 65% y 75% de los pacientes son crónicos con múltiples patologías, con alta frecuencia de reingresos y visitas a Urgencias.
Más allá de la teoría: una apuesta de futuro
Este avance no solo aporta esperanza a miles de pacientes asturianos, sino que refuerza el papel de la comunidad en el liderazgo de nuevos modelos asistenciales digitales. La apuesta por la telemedicina no es solo una innovación tecnológica: es una herramienta transformadora para la sanidad pública, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional y creciente presión asistencial.
“Con HERMeS hemos demostrado que la tecnología puede ser una aliada real en la lucha contra las enfermedades crónicas. No es una promesa futura, es una realidad que ya salva vidas”, concluyen los expertos.
Asturias, una vez más, demuestra que está en la vanguardia de la salud pública con corazón.