Duro Felguera, Hunosa, Imasa, TSK, Daorje o Felguera Montajes están al límite. La falta de apoyo estatal amenaza con desmantelar el núcleo industrial asturiano en plena transición energética
Asturias se juega su futuro industrial. La región podría perder más de 5.000 empleos si no se toman decisiones urgentes para rescatar empresas clave del tejido productivo.
El reloj corre. SEPI no reacciona y el margen para evitar el colapso es mínimo.
La industria pesada e ingeniería avanzada asturiana vive su momento más crítico desde la reconversión de los años 80. Compañías emblemáticas como Duro Felguera, Hunosa, TSK, Imasa, Felguera Montajes o Daorje atraviesan una tormenta perfecta de falta de liquidez, deslocalización de contratos, caída de pedidos públicos y ausencia de un plan de respaldo estatal. Todas juntas emplean directa o indirectamente a miles de personas, muchas de ellas en las cuencas mineras y en Gijón, y están al borde del colapso.
Las empresas que se tambalean
1. Duro Felguera (Gijón)
Con casi 1.000 trabajadores y una presencia histórica en la ingeniería industrial y energética, Duro es el caso más visible. La SEPI inyectó 120 millones en 2021, pero ahora rechaza un segundo rescate pese a que la empresa afronta una grave crisis de liquidez. El comité de empresa habla de impagos a proveedores, caída de proyectos y riesgo de impago de nóminas en los próximos meses.
2. Hunosa (Cuencas)
La antigua compañía minera reconvertida en gestora de energías renovables sigue dependiendo de subvenciones estatales. La falta de un plan estratégico definido, unida a la paralización de las negociaciones con SEPI, amenaza con poner en riesgo el empleo de más de 1.200 personas.
3. TSK y empresas auxiliares
Aunque TSK mantiene cierto pulmón financiero, la caída de contratos nacionales y la competencia exterior están afectando gravemente a su ecosistema de empresas subcontratadas, especialmente en el ámbito de instalaciones eléctricas, soldadura, mantenimiento y montajes industriales.
4. Felguera Montajes e Imasa
Ambas firmas, muy dependientes de obra pública industrial y energética, han reducido plantilla en el último año y acusan la falta de licitaciones. Se calcula que entre ambas se han perdido cerca de 300 empleos desde 2023 y podrían desaparecer otros 500 si no hay cambios.
5. Daorje
Con sede en Avilés, esta empresa clave en servicios industriales para el sector siderúrgico sufre la contracción de ArcelorMittal, su principal cliente. Fuentes del sector aseguran que ya se están revisando contratos y no se descartan ERE si continúa la paralización de inversiones en el entorno de la acería.
El peligro es estructural
No se trata de una crisis puntual. Se trata de un efecto dominó que puede barrer decenas de empresas auxiliares, talleres, proveedores de servicios, transportistas y empleos indirectos.
Desde la Cámara de Comercio de Oviedo alertan de que el modelo productivo asturiano está en riesgo estructural si no se produce una intervención urgente del Estado, y particularmente de la SEPI. La creación de un grupo de trabajo entre Gobierno autonómico y SEPI es clave, pero a día de hoy no hay ni hoja de ruta ni cronograma.
¿Qué puede pasar si no se actúa?
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➤ Cierre definitivo de Duro Felguera, con pérdida de empleos de alta cualificación en ingeniería industrial.
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➤ Desaparición de Hunosa como actor económico relevante, enterrando décadas de patrimonio industrial y ecológico.
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➤ Despidos masivos en la industria auxiliar de Gijón, Langreo y Avilés.
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➤ Desaceleración de la transición energética asturiana, por falta de empresas tractoras locales.
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➤ Pérdida de tejido industrial exportador, con fuga de talento y retroceso económico.
Asturias se asoma así a un nuevo ciclo de reconversión industrial sin red. Y a diferencia del pasado, ahora no hay carbón que suplir, ni fondos mineros que amortigüen el golpe. Solo queda una industria tecnológica, puntera y reducida, que necesita ser protegida con decisión política.