Asturias planta cara a los aranceles de Trump: blindaje para empresas y ofensiva comercial en nuevos mercados

Asturias planta cara a los aranceles de Trump: blindaje para empresas y ofensiva comercial en nuevos mercados

El Principado moviliza 30 millones de euros y lanza una estrategia global para amortiguar el golpe al sector exportador asturiano


La amenaza de los aranceles estadounidenses ha encendido todas las alarmas en la economía exportadora asturiana. Frente a este nuevo escenario de incertidumbre internacional, el Gobierno del Principado ha activado un plan de choque sin precedentes para proteger a las empresas regionales y garantizar que los mercados internacionales sigan siendo un motor de empleo y crecimiento.

Con la mirada puesta en Donald Trump y su política comercial proteccionista, el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, compareció en la Junta General para anunciar una batería de medidas que combinan asistencia jurídica, apoyo financiero y diversificación de mercados.

"No vamos a dejar solas a nuestras empresas. Vamos a defender cada euro, cada empleo y cada oportunidad que dependa del comercio exterior", afirmó el consejero.

Un escudo jurídico y comercial para el sector exportador

El primer eje del plan se centra en las compañías asturianas que ya exportan —o están a punto de hacerlo— al mercado estadounidense, que representa aproximadamente el 4 % del total exportador de la región.

A través de Asturex, el Ejecutivo autonómico ha desplegado un servicio de asesoramiento jurídico y comercial integral que incluye:

  • Revisión y adaptación de cláusulas contractuales.

  • Análisis de la clasificación arancelaria de los productos.

  • Evaluación de costes logísticos y condiciones de entrega (Incoterms).

  • Estrategias para minimizar el impacto directo del arancel del 10 % ya en vigor.

El enfoque, según Sánchez, se aleja de la formación genérica para concentrarse en el asesoramiento personalizado y técnico, como ya se hiciera en el contexto del Brexit o las sanciones a Rusia.

Hasta 30 millones de euros para resistir y reconvertirse

Además del soporte técnico, el Principado ha puesto en marcha un arsenal financiero con el objetivo de amortiguar el golpe y alentar la reconversión estratégica:

  • Línea de avales a través de Asturgar para facilitar liquidez inmediata.

  • Nueva línea de préstamos de hasta 10 millones de euros para financiar proyectos de internacionalización y diversificación de mercados.

En total, el Gobierno asturiano ha comprometido 30 millones de euros para este esfuerzo, en una demostración clara de que la internacionalización no puede quedar a merced del vaivén geopolítico.

Rumbo a nuevos horizontes: ofensiva comercial en América, Asia y el Golfo

El segundo frente se despliega más allá de Estados Unidos. Anticipando una posible pérdida de competitividad frente a los aranceles, el Principado ha intensificado sus misiones comerciales inversas y directas, centrando su estrategia en mercados alternativos y emergentes:

  • América Latina: Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay), y países con tratados de libre comercio como Chile, Ecuador, Colombia y Perú.

  • Golfo Pérsico: Arabia Saudí, Emiratos, Qatar, Bahrein, Kuwait y Omán.

  • Sudeste Asiático: India, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Vietnam, Japón, Corea del Sur y Taiwán.

El mensaje es claro: si Estados Unidos se cierra, Asturias abrirá nuevas puertas.

¿Cuánto daño han hecho los aranceles ya?

Aunque la exposición directa a EEUU es limitada, el impacto ya empieza a notarse. En el primer trimestre de 2025, las exportaciones asturianas al país norteamericano cayeron un 20,65 % interanual, debido casi en exclusiva a un único producto: torres y castilletes de fundición de hierro o acero, uno de los sectores más sensibles a los cambios en la política arancelaria.

Además, el consejero alertó de posibles efectos indirectos derivados de la caída en exportaciones de socios clave como Alemania, Francia, Italia o Portugal, muy dependientes del mercado estadounidense.

¿Y ahora qué?

Todo dependerá del desenlace de las negociaciones entre la Comisión Europea y la administración Trump. Borja Sánchez, sin embargo, se mostró razonablemente optimista: “El impacto será negativo, pero no tan devastador como se temió inicialmente”.

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