Cazados con el capacho lleno: dos pescadores asturianos, pillados con más de 30 kilos de sargos en Galicia

Cazados con el capacho lleno: dos pescadores asturianos, pillados con más de 30 kilos de sargos en Galicia

Un operativo secreto de la Guardia Civil intercepta a los infractores en plena retirada de la isla de Percebelleira. Iban cargados con más de seis veces el límite legal.

 

Todo ocurrió al anochecer. Dos pescadores asturianos creyeron haberlo calculado bien: aprovechar la bajamar, cruzar a pie hasta la isla de Percebelleira, pasar allí horas aislados pescando sin ser vistos... y regresar con el botín al caer la tarde.

Lo que no sabían era que, desde hacía días, la Guardia Civil les seguía la pista.

Una rutina sospechosa, una vigilancia silenciosa

Según fuentes del Instituto Armado, los agentes recibieron información sobre individuos que accedían a la isla durante la bajamar, permaneciendo ocultos en las rocas hasta la siguiente marea baja. Durante ese tiempo, se dedicaban a una pesca intensiva fuera de los márgenes legales.

“La mecánica era siempre la misma: entraban a pie, pasaban horas sin salir, y al anochecer regresaban con grandes capturas”, explican fuentes próximas a la investigación.

Los agentes activaron entonces un dispositivo discreto de vigilancia en las inmediaciones de la playa de A Frouxeira, en Valdoviño (La Coruña).

La trampa se cierra: 30,5 kilos de sargos en un solo capacho

El pasado fin de semana, los pescadores —uno de Gijón y otro de Siero— fueron sorprendidos en el momento exacto en que cargaban un capacho repleto de sargos en el maletero de su coche.

El pesaje fue tan contundente como la infracción: 30,5 kilos de pescado, cuando la normativa gallega establece un máximo de 5 kilos por persona en pesca deportiva.

Denuncia e incautación inmediata

La Guardia Civil procedió de inmediato a levantar el acta-denuncia por presunta infracción a la Ley 11/2008 de pesca de Galicia. Todo el pescado fue requisado y entregado a la Cocina Económica de Ferrol, cumpliendo el protocolo habitual para los decomisos de este tipo.

El operativo se enmarca dentro de los esfuerzos de las autoridades para preservar los recursos marinos y evitar que la pesca recreativa se convierta en un negocio encubierto.

Más allá de la picaresca: una infracción grave

Este tipo de actuaciones no son casos aislados. En los últimos años, las infracciones por sobrepesca en Galicia se han incrementado, especialmente entre pescadores foráneos que, como en este caso, creen poder esquivar los controles.

“No se trata solo de un capricho de la ley. La sobreexplotación de especies como el sargo pone en riesgo ecosistemas enteros y afecta a la pesca artesanal”, advierten desde colectivos medioambientales.

El límite no es negociable

Lo sucedido en A Frouxeira es un ejemplo más de que la vigilancia funciona y de que las artimañas no siempre escapan al ojo entrenado de la Benemérita. Los dos pescadores asturianos afrontan ahora una posible sanción económica de miles de euros, además de la pérdida del material incautado y posibles consecuencias adicionales si se repite la conducta.

En un mundo donde cada pez cuenta, saltarse las normas ya no es una travesura: es una amenaza directa al mar que heredarán las siguientes generaciones.

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