En Asturias, el fútbol ha dejado de ser solo un juego para convertirse en una herramienta de salud. El Consejo de Gobierno ha dado luz verde a un convenio pionero entre la Consejería de Salud y la Fundación Escuela de Mareo del Real Sporting de Gijón, que permitirá utilizar el fútbol con fines terapéuticos en distintos colectivos vulnerables: desde pacientes de cáncer hasta personas con problemas de salud mental o mayores con deterioro cognitivo.
El acuerdo, sin coste económico para ninguna de las partes, formaliza una colaboración que ya venía desarrollándose de forma práctica en hospitales, centros de salud y residencias del Principado, y que ahora se extiende a nuevas líneas de actuación con respaldo institucional.
Cuando el balón cura
Entre los programas incluidos en este convenio destacan cuatro proyectos que utilizan el fútbol como vehículo de inclusión, bienestar emocional y estimulación cognitiva:
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Walking-football (fútbol andarín): Dirigido a pacientes oncológicos del Hospital Universitario de Cabueñes, este proyecto adapta el fútbol para que pueda practicarse caminando, con reglas específicas que reducen el impacto físico. El objetivo es promover la actividad física segura, mejorar la autoestima y reconstruir vínculos sociales tras el tratamiento.
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DeportivaMente: Una iniciativa centrada en personas con trastornos de salud mental. Utiliza el fútbol como una herramienta terapéutica y comunitaria, con entrenamientos que fomentan la autoestima, la motivación y la interacción con otras personas fuera del entorno clínico. El balón, aquí, se convierte en vía de comunicación y recuperación emocional.
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Sonrisas en juego: Programa diseñado para menores en recuperación de cáncer o enfermedades raras, en colaboración con las asociaciones Galbán y Botón. Los entrenamientos, adaptados a cada caso, ofrecen una oportunidad de volver a jugar sin miedo, recuperar hábitos saludables y mantener la ilusión durante procesos largos y difíciles.
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Reminiscencia: Proyecto desarrollado en residencias públicas de personas mayores, que aprovecha el fútbol como disparador de recuerdos. Con apoyo de material audiovisual y sesiones de conversación grupal, se trabaja la memoria autobiográfica, la identidad y la conexión social, generando un efecto positivo en residentes con deterioro cognitivo leve o moderado.
Sin goles económicos, pero con impacto social
Aunque el convenio no implica dotación presupuestaria directa, sí conlleva un compromiso formal por parte de la Consejería de Salud. El Gobierno asturiano se compromete a:
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Facilitar la participación de pacientes del sistema sanitario en estos programas.
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Difundir las iniciativas a través del portal Astursalud y canales institucionales.
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Participar en la evaluación científica de los resultados, aportando datos que validen su eficacia terapéutica y social.
De Mareo a las residencias: un modelo con proyección
La Fundación Escuela de Mareo, impulsora del proyecto, continúa así su apuesta por un fútbol con valores, orientado no solo al alto rendimiento deportivo sino también al impacto social real. La colaboración con el sistema sanitario público convierte a Asturias en una referencia estatal en el uso del deporte como complemento terapéutico.
El balón rueda, pero ahora también cura, acompaña y reconstruye. En campos, hospitales, parques y residencias. Porque en Asturias, el fútbol también juega por la salud.