Las Filtraciones del Cónclave: Lo que no te habían contado sobre la elección de León XIV

Las Filtraciones del Cónclave: Lo que no te habían contado sobre la elección de León XIV

En un cónclave que se adelantó a todos los pronósticos, el Vaticano ha decidido en tiempo récord al sucesor de San Pedro. Lo que parecía un proceso más, ha dejado al descubierto secretos oscuros, traiciones entre cardenales y filtraciones que han comenzado a salir a la luz. ¿Qué realmente ocurrió dentro de la Capilla Sixtina? Te lo contamos todo.

Cuando las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron, nadie imaginaba que lo que sucedería tras ellas marcaría un antes y un después en la historia reciente del papado. Este conclave, celebrado en mayo de 2025, no solo rompió récords por su rapidez —en solo cuatro rondas de votación, el humo blanco emergió— sino que también ha dejado tras de sí una serie de filtraciones y secretos que hoy salen a la luz.

Un cónclave que sorprende por su velocidad

La rapidez con la que fue elegido León XIV (Robert Prevost) ha dejado perplejos a propios y extraños. Solo 48 horas, y con tan solo cuatro votaciones, el nuevo Papa fue confirmado. Es raro que un proceso papal sea tan rápido, y menos aún cuando, en los pasillos del Vaticano, se rumoreaba que los favoritos a tomar el trono eran otros nombres. Pietro Parolin, Luis Tagle, incluso Péter Erdő, todos ellos nombres fuertes que rondaron las urnas, pero que al final no lograron obtener los dos tercios necesarios para la victoria.

La razón detrás de este rápido desenlace no fue otra que la parálisis interna que provocaron las confrontaciones entre los principales candidatos. En su incapacidad de alcanzar consenso, el cónclave se quedó sin una figura de consenso. Y ahí apareció Prevost, un hombre que, con su perfil moderado y su experiencia en América Latina, logró aglutinar el apoyo necesario para convertirse en el Papa, casi por accidente. “No hay otro como él en estos tiempos", susurró uno de los cardenales a la salida de la Capilla Sixtina. Y así, Prevost llegó, casi sin ser visto.

Las filtraciones que hablan de lo que ocurrió a puerta cerrada

Pero el cónclave no fue solo una cuestión de acuerdos tácitos. Tras las votaciones, comenzaron a filtrarse documentos confidenciales. Los llamados "Red Hat Reports" fueron distribuidos entre los cardenales, filtrando información interna sobre las intenciones y las estrategias para inclinar el proceso hacia un perfil conservador. En ellos, se describía cómo ciertos cardenales de peso trataban de destruir la candidatura de los moderados y liberales, acusándolos de traicionar el legado de Francisco. Estos informes, financiados por poderosos grupos conservadores, eran el intento de poner freno a un posible "papado progresista".

Un cardenal, cuya identidad permanece oculta, hizo llegar a los medios documentos que revelan cómo en una de las primeras rondas de votaciones, un bloque de cardenales alineados con Parolin intentaron formar una coalición secreta con los partidarios de Tagle. Su plan: dividir los votos de los liberales para asegurar la victoria de un candidato conservador. Pero, como en un juego de ajedrez, la jugada salió mal. La coalición se rompió, y con ella, la posibilidad de que Parolin asumiera el papado.

¿Qué pasaba fuera de la Capilla Sixtina?

Fuera de las votaciones, se desplegó una operación de seguridad sin precedentes. Los cardenales prestaron juramento bajo pena de excomunión, un gesto que parecía más simbólico que real, pues muchos de los que participaron en el cónclave fueron susurradores de secretos, y las fugas de información fueron continuas. Se han reportado también "escuchas" no autorizadas a conversaciones privadas dentro de los pasillos del Vaticano, donde algunos cardenales revelaban en sus teléfonos móviles las inclinaciones de voto antes de que se cerraran las urnas.

Pero las filtraciones no solo venían desde dentro. Fuentes cercanas a los sectores más influyentes de la iglesia han comentado cómo un grupo de fundaciones norteamericanas financió la creación de una estrategia mediática en torno a los candidatos, con informes que hacían "limpieza" de las opciones menos favorecidas.

El nuevo Papa, León XIV: Un Papa de consenso... ¿o de cálculo?

La elección de León XIV, finalmente, refleja una Iglesia que se ha visto arrastrada por las tensiones internas del cónclave. Robert Prevost no era el favorito, pero fue el candidato que logró juntar los pedazos rotos del proceso, con la bendición de quienes no querían arriesgarse a un papa demasiado conservador o demasiado progresista.

La pregunta que queda flotando en el aire es si el pontificado de León XIV será capaz de mantenerse al margen de estos conflictos internos, o si las fuerzas en juego volverán a polarizar a la Iglesia como lo hicieron en este cónclave. El Vaticano, al fin y al cabo, sigue siendo un lugar donde los juegos de poder se libran, no solo entre los cardenales, sino también entre quienes mueven los hilos detrás de las cortinas.

En las próximas semanas, más filtraciones podrían salir a la luz, dejando ver más de la intrincada telaraña de alianzas, traiciones y secretos que rodearon la elección del Papa León XIV. Mientras tanto, el Vaticano se prepara para una nueva era bajo su liderazgo, aunque las sombras del pasado reciente continúan acechando su camino.

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