Asturias lidera los robos de cobre en España, con un aumento del 77% en los últimos años, y el país se ve afectado por robos que colapsan infraestructuras clave, como el AVE.
Asturias, conocida por su tradición industrial y su fuerte conexión con el sector energético, se ha convertido en el epicentro de un fenómeno delictivo que cada vez afecta más al resto del país: el robo de cobre. El año pasado, la región registró 272 sustracciones de este valioso metal, lo que representó el 6% del total nacional de robos de cableado. Esta modalidad delictiva no solo ha aumentado en número, sino también en impacto, con un alarmante crecimiento del 77% entre 2019 y 2023.
A nivel nacional, el robo de cobre se ha disparado en los últimos años, con un aumento del 87% en toda España. Sin embargo, es en Asturias donde los números son más preocupantes. En 2024, la región se situó a la cabeza con 147 detenidos, lo que demuestra la magnitud de un delito que ya no es solo un problema local, sino un desafío para la seguridad nacional.
Lo que pocos saben es que estos robos tienen un impacto directo y devastador en infraestructuras vitales para el país. El pasado fin de semana, un robo de cobre en varios puntos estratégicos de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla paralizó el servicio durante horas, afectando a más de 10.000 pasajeros y provocando retrasos de hasta nueve horas. El ministro de Transportes, Óscar Puente, calificó el robo como un "sabotaje coordinado", destacando que los delincuentes sabían perfectamente las consecuencias de su acción.
Asturias: epicentro del robo de cobre en España
Asturias ha pasado a ser un referente en el robo de cobre, y no precisamente de forma positiva. Entre 2019 y 2023, el número de robos ha aumentado considerablemente en la región, desde los 152 incidentes registrados en 2019 hasta los 270 del año pasado. Los robos en Asturias representan una parte significativa de los delitos ocurridos en toda España, lo que ha llamado la atención de las autoridades.
Este tipo de delito se atribuye en gran parte a bandas organizadas que operan a nivel local y nacional, aunque también se han descubierto casos en los que los propios trabajadores de las empresas afectadas están involucrados. Un caso reciente ocurrió en el polígono de Tabaza (Carreño), donde un delegado sindical fue despedido tras ser sorprendido robando cobre de su propia empresa. Este hecho demuestra que el robo de cobre no solo afecta a grandes mafias, sino que también involucra a personas dentro de las propias organizaciones.
Las consecuencias: colapso de infraestructuras y aumento de la inseguridad
Los robos de cobre en Asturias no solo afectan a las empresas y a la seguridad de la región, sino que tienen repercusiones a nivel nacional. El reciente sabotaje a las líneas de alta velocidad es solo un ejemplo de cómo estos delitos pueden paralizar sectores clave de la infraestructura del país. Los delincuentes no solo roban un metal valioso, sino que ponen en riesgo la operatividad de redes de transporte esenciales.
Este tipo de delitos tiene un coste económico elevado y, a menudo, genera una sensación de inseguridad en la población, especialmente en zonas que se han convertido en focos recurrentes de robos de cobre. Las autoridades han alertado sobre la necesidad urgente de tomar medidas más estrictas para combatir este problema, que afecta tanto a las personas como a las infraestructuras de todo el país.
Un fenómeno en auge con un impacto cada vez mayor
Asturias sigue siendo una de las principales zonas afectadas por el robo de cobre, pero el problema está lejos de ser exclusivo de la región. Las redes delictivas que operan en el país están logrando cada vez mayores ganancias, mientras que las autoridades luchan por contener el auge de este delito. La escasa rentabilidad del cobre robado contrasta con el grave daño que estos actos causan, no solo a las empresas afectadas, sino también a la operatividad de infraestructuras cruciales para el bienestar y la seguridad de la población.
En un contexto en el que el robo de cobre continúa siendo una de las principales preocupaciones en las fuerzas de seguridad, es fundamental que se refuercen las medidas preventivas y que se investigue a fondo a las organizaciones detrás de estos delitos. Solo así se podrá garantizar que las infraestructuras del país, como las líneas de alta velocidad, no sigan siendo vulnerables a este tipo de sabotajes, y que las regiones como Asturias no sigan siendo el epicentro de esta problemática.