2020 está siendo el peor año para el Camino de Santiago desde que hay registros

2020 está siendo el peor año para el Camino de Santiago desde que hay registros

El Camino de Santiago está registrando mínimos históricos de afluencia por la COVID-19 y las restricciones al turismo. Te explicamos todos los detalles. FOTO: Pixabay

 

La pandemia está siendo dura para todos los sectores de la economía, pero el turismo y la peregrinación religiosa están siendo de los más afectados debido a las fuertes restricciones al movimiento entre países europeos, sobre todo en las últimas semanas. Los albergues y comercios del Camino en Asturias están registrando mínimos históricos de afluencia durante un mes de agosto que acostumbraba a ser el más fuerte del año, y las perspectivas para el último cuatrimestre del año no son para nada halagüeñas.

 

Disuasión para visitar los templos en todos los países

 

Las visitas a los templos de todas las religiones están siendo desalentadas por las autoridades en prácticamente todos los países del mundo. En España ya lo hemos sufrido con la práctica cancelación de la Semana Santa durante los meses más duros del confinamiento, pero incluso ahora, en la ‘nueva normalidad’, la asistencia a los templos está siendo problemática y no permite a las personas devotas acudir a ceremonias multitudinarias. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio Quim Torra levantaba un expediente sancionador al Arzobispado de Barcelona por el funeral en recuerdo de las víctimas de la pandemia que se celebró en la basílica de la Sagrada Familia, pese a que el templo permanece abierto para los turistas. Siempre, eso sí, bajo estrictas medidas de seguridad para prevenir nuevos contagios de la COVID-19.

 

La fe vuelve a casa

 

Casi como en los primeros tiempos de la cristiandad, cada vez son más las personas que están recuperando el hábito de rezar o meditar desde el confinamiento del hogar, bien porque ven restringido su acceso a los templos por causa de la pandemia, o bien porque son parte de la población de riesgo y no quieren exponerse a un contagio que pueda dañar seriamente su salud. En este contexto, el proveedor de artículos religiosos Holyart facilita el envío al domicilio de productos para el rezo y la expresión de la fe, como rosarios, crucifijos, estampas o figuras de la virgen, que pueden encargarse en la web https://www.holyart.es/articulos-religiosos. Holyart es la primera plataforma online de objetos religiosos de Italia y trabaja de forma estrecha con la Iglesia Católica, a la que provee de casullas, esculturas, pedestales y otros accesorios para la liturgia, realizados por los mejores artesanos religiosos de Italia.

 

La incertidumbre de la pandemia

 

Este regreso a la fe no es casual. La pandemia está durando más de lo que cualquier persona habría pensado a comienzos de este año, y está teniendo consecuencias económicas mucho más serias de lo que cabía prever cuando el coronavirus hizo su primera aparición en China a finales de 2019. En España, los meses de estricto confinamiento supusieron un duro golpe para la economía, pero algunas proyecciones estiman que lo peor está aún por venir, especialmente para el sector turístico. Si bien en los últimos meses la economía está recuperándose gracias a la ‘nueva normalidad’, la movilidad entre los diferentes países europeos está pasando por momentos críticos debido a los rebrotes, lo que está castigando especialmente a los países mediterráneos. El centro de ciudades como Barcelona o Palma de Mallorca sigue apareciendo casi desierto en pleno agosto, y en diversas zonas turísticas de las Islas Canarias o el archipiélago balear se cuentan por docenas los hoteles que ni tan siquiera han abierto sus puertas.

 

¿Qué ocurrirá con el Camino?

 

El Camino de Santiago no está siendo ajeno a estos problemas y está sufriendo de unos niveles escasos de afluencia que están poniendo en jaque a los refugios y a los comercios aledaños. Los pocos peregrinos que están aprovechando estas semanas para recorrer el Camino acostumbran a ser nacionales, con un menor poder adquisitivo que el promedio de los peregrinos extranjeros, y además muchos de ellos se encuentran aún en situación de ERTE o en un momento de gran incertidumbre económica –como el país en su conjunto–, lo que también limita su gasto por día y reduce el total de días que deciden emplear en sus rutas. El Camino de Santiago, además de ser una ruta religiosa, es también un motor económico para Asturias, como lo es para muchas otras regiones de España, y sus problemas afectan a todo el tejido social de la comunidad. Parece, sin embargo, que, durante los próximos meses de incertidumbre, a los albergues y a la industria del Camino solo les quedará rezar.

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