¿Por qué el ejercicio físico es tan importante en época de coronavirus?

¿Por qué el ejercicio físico es tan importante en época de coronavirus

Cuando se brindaba durante los primeros segundos del 2020 nadie se podía esperar lo que este año traería. En la antesala de la primavera, cuando todos los propósitos aún lucían intactos en nuestra cabeza o en nuestra agenda, tuvimos que quedarnos en casa y aprender inglés por zoom o Skype e ir al gimnasio en directos de Youtube.

 

Y es que durante el confinamiento muchas personas decidieron invertir parte de esa cantidad de tiempo que se tenía a disposición, de pronto, para hacer gimnasia. Las compras de material online para deporte crecieron considerablemente, siendo las mancuernas o las tablas de abdominales para la gimnasia lo que la levadura y la harina a la cocina, dando gracias al gran desarrollo del comercio online que lo hizo posible.

 

A día de hoy, a un mes del fin del estado de alarma, los rebrotes no paran de crecer y, aunque muchas personas sean muy precavidas, parece casi inevitable que el índice de contagios vuelva a dispararse por el mayor movimiento durante el verano, las aglomeraciones y las ganas de volver a recuperar la vida normal.

 

Porque parece que la nueva normalidad no acaba de gustar del todo y, en cuanto se ve la oportunidad, se baja la guardia casi de manera natural.

 

El debate está servido, entre los que prefieren seguir siendo cautos – quizá en exceso – y los que piensan que son inmunes, que lo grave ya ha pasado y que hay que volver a lo de antes. En este contexto, es muy fácil que se produzcan disputas y enfrentamientos entre unos y otros, pero no hay que olvidar que el COVID-19 afecta a todos por igual.

 

En cualquier caso, la realidad es que, con las cifras actuales, no se puede pensar a muy largo plazo y la sombra del confinamiento se antoja cercana y alargada.

 

La actividad física libera endorfinas y da felicidad

 

Por suerte o por desgracia, si se tuviese que volver a confinar a la sociedad, al no ser la primera vez, muchas personas sabrían ya en qué invertir su tiempo para ganar también calidad de vida y serenidad: la actividad física.

 

Hacer deporte en el día a día es importante para llevar una vida saludable, pero se vuelve indispensable en momentos de estrés como el que se ha vivido este año y del que aún llegan sus réplicas.

 

En este sentido es importante destacar que hacer ejercicio es sano porque libera endorfinas, que son las hormonas que nos dan sensación de placer y felicidad, algo fundamental en momentos de grandes preocupaciones, y que son las mismas que van a combatir el estrés.

 

En situaciones de estrés, es común el bloqueo mental e, incluso, la dificultad en conciliar el sueño, por lo que buscar soluciones es fundamental para que no se convierta en un problema irreversible a largo plazo.

 

Además de estas hormonas que nos provocan satisfacción, el ejercicio también nos ayuda a distraer la mente, haciendo movimientos repetitivos y desplazando la atención del problema presente.

 

Por este tipo de ventajas y con el objetivo de mantenerse activos para no hacer una vida excesivamente sedentaria, muchas personas encontraron en el ejercicio físico durante el confinamiento un refugio y un gran estímulo.

 

Comúnmente se suele decir que el deporte engancha. Esto es debido a que la sensación de placer y bienestar es tal por las endorfinas liberadas que siempre se quiere tener más y más.Igualmente, aparte de reducir el estrés y distraerse, el deporte también ha sido óptimo para evitar esos kilos de más.

 

Al pasar más tiempo en casa, resulta casi inevitable comer más, muchas veces por puro aburrimiento. Pero, no hay que olvidar que la falta de desplazamientos, tanto al lugar de trabajo como a cualquiera actividad de la vida cotidiana también influye directamente en el aumento de peso.

 

Hacer deporte, sin duda, es positivo, pero como todo, en sus dosis justas ya que hay que conocer bien al propio cuerpo, no sobrecargarlo y saber cuáles son sus limitaciones.

 

Así, no es de extrañar que durante el confinamiento se produjesen más lesiones musculares, tanto por mala postura a la hora de trabajar – quizá en una silla no totalmente adaptada o una pantalla a una altura inadecuada – así como por ejercicios mal realizados repetidamente.

 

Esto demuestra que la gimnasia online está bien, pero la presencia física sigue siendo necesaria para tener la certeza de estar completando los ejercicios correctamente. No todos los vídeos están grabados de tal forma que se vea hasta el mínimo movimiento del monitor o monitora, por lo que es más complicado hacerlo correctamente.

 

Por otro lado, además, la gimnasia también se puede hacer en familia y, de hecho, muchas lo han hecho. De manera divertida, se han podido ver escenas de tablas de ejercicios en las que han participado mayores y grandes, liberando más o menos endorfinas.

 

Así que si hubiese que volver a estar en casa, probablemente, quien haya elegido la gimnasia como vía de escape, seguramente repetirá. De momento, hay que seguir practicándola al aire libre.

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