Oviedo.-Ni los cuatro o cinco grados reinantes --que evitaron el uso del agua para enfrescar botelles--, ni la amenaza de nieve y granizo --que cayó pasada la una para volver a escampar, ni las legiones que asedian la indómita ciudadela astur pudieron desanimar a los de mil p'arriba amantes de la sidra y su cultura que acudieron fieles a ...
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