Viticultura de Montaña, Heroica y Única.

Viticultura de Montaña, Heroica y Única.

Priorat, Ribeira Sacra y Vino de Cangas, son las zonas y DOP españolas calificadas con la marca Viticultura Heroica, por el organismo internacional Cervim.

 

La viticultura de montaña es una viticultura marginal realizada en territorios de difícil acceso, con una orografía complicada que conllevan unas connotaciones muy complejas para el desarrollo de la actividad vitivinícola. Los territorios calificados en los que se practica la misma representan menos del ocho por ciento del total de la superficie del viñedo europeo. Sin embargo son muy importantes sus implicaciones ambientales, culturales, sociales y económicas en las regiones dónde se práctica.

El origen de su calificativo como “viticultura de montaña” se remonta al año 1987 en una reunión de viticultores italianos con viñedos poco accesibles, que se constituyen en Asociación a través de la actual Organización Internacional de la Viña y del Vino. Y que un par de años después constituían en el italiano valle de Aosta el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valoración de la Viticultura de Montaña), con el fin de preservar y potenciar su actividad tradicional y con ella la cultura enológica.

Su objetivo era garantizar los intereses de la viticultura de montaña y en fuerte pendiente a través de estudios, búsquedas de campo, congresos y participación en instituciones de todo tipo dónde se debatieran aspectos relacionados con la misma. A la vez que se invitaba a asociarse al mismo a regiones de todo el mundo que trabajases por revalorizar y salvaguardar dicha viticultura.

 

 

 

Centro cuyo comité técnico-científico fue definiendo primero los criterios y características que debían de reunir los diferentes territorios para poder acogerse, y posteriormente certificando los mismos.

Tres son las condiciones que deben de reunir los territorios acogidos. Una pendiente superior al 30 por ciento, estar situados a una altitud superior a 500 metros sobre el nivel del mar, y estar su viñedo cultivado en terrazas o bancales.

A su vez deben de aunar como características estructurales ser viñedos de reducido tamaño, a veces fraccionado, compuesto por uvas autóctonas de pequeñas producciones, en los que no sea posible su mecanización y trabajados por el hombre en un intervalo entre 800 y 1600 horas año por hectárea. Así como encontrarse en zonas geográficas de elevado valor natural y paisajístico.

La consideración de este tipo de viticultura, también es aplicable a la que se realiza en pequeñas islas caracterizadas por dificultades estructurales y su aislamiento en un contexto estructural y socioeconómico poco propio para la rentabilidad de la empresa.

En base a todo ello el Cervim, ha desarrollado, creado y registrado a nivel europea la marca colectiva VITICULTURA HEROICA, que aglutina a todos los elaboradores asociados de los territorios europeos.

 

 

 

Con el fin de promover, difundir y salvaguardar las producciones realizadas el Centro organiza desde el año 1997 el “Concurso mundial de vinos extremos”, que consta de diferentes categorías basadas en las diferentes tipologías de los vinos amparados por la marca.

En la actualidad, a fecha 2020, son 42 las zonas vitivinícolas europeas con bodegas asociadas al Centro que se abastecen de más de 250.000 explotaciones. En España las Denominaciones de Origen Protegidas Priorat en Cataluña, Ribera Sacra en Galicia y Vinos de Cangas en el Principado de Asturias, son las que únicas que cuentan con bodegas cuyas elaboraciones se pueden comercializar con el logotipo de dicha marca.

 

 

Territorios de viñedos, en ocasiones centenarios, situados en fuertes pendientes, y lugares de difícil acceso, como ocurre por ejemplo en Galicia en dónde el acceso a algunos de ellos sólo se puede hacer por barca, o en Asturias con zonas con pendientes abruptas que superan el sesenta por ciento. Dónde la mecanización no es posible, lo que conlleva un gran trabajo humano para poder llevarla a cabo,  permitiendo su desarrollo la conservación de un medio ambiente único y diferencial, con un paisaje labrado con unas connotaciones marcadas por la historia y la existencia de vides autóctonas adaptadas a los diferentes terruños.

 

 

 

 

Viticultura ejemplo de biodiversidad y generadora de vinos diferenciales y originales. De valor incalculable, merecedora tanto de su defensa y protección con políticas coherentes y globales para favorecer su desarrollo, como de su reconocimiento y valoración que permita garantizar una remuneración justa a sus productores.

 

 

 

AUTOR: Luis Javier Del Valle Vega.

MÁS INFORMACIÓN: www.dendecaguelu.com

 

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