Como comprobarán el otoño está caliente. Tengo la impresión de que nuestro país no sabe bien por donde tirar. Los frentes con los que se está encontrando el gobierno de Mariano Rajoy son cada vez más y más importantes. La hoja de ruta de entrada pasará de aquí a finales de año por elecciones en tres autonomías: Galícia, País Vasco y Cataluña. Tal como veo el panorama el Partido Popular no gobernará en ninguna de ellas. Posibilidades solo tiene en Galícia donde seguramente será el partido más votado pero como ocurrió en Andalucía no conseguirá tener mayoría absoluta. Ahora Feijóo gobierna por solo un escaño de diferencia; además la nueva formación de Mario Conde seguro que le va a quitar un montón de votos.
A veces se producen situaciones esperpénticas como la llegada de Mariano Rajoy y su equipo de asesores a Nueva York encontrándose con que el principal periódico de la ciudad de los rascacielos, el New York Times, le recibía con un amplio reportaje sobre las miserias en nuestro país: pobreza, ciudadanos buscando comida en los cubos de basura, mendigos durmiendo a las puertas de oficinas bancarias, etc. ¡Como si los neyorquinos no tuvieran también miserias que tapar!. Como los toreros de raza Mariano Rajoy acompañado de su cuadrilla se dió un paseo a pecho descubierto por la city fumando un puro supongo que a la salud de Obama.
La crisis empuja a los dirigentes de Cataluña a intentar echar el órdago definitivo al Estado español. Azuzando el sentimiento separatista de esta comunidad que tiene en estos momentos un millón de personas en el paro Artur Mas trata de desviar la atención de sus ciudadanos de los gravísimos problemas que tiene la Generalitat. ¿A ver que pasa?. Una asociación de militares ya ha hecho pública una nota aludiendo a la gravedad de la deriva catalana. Hablar de la ruptura de la patria es algo muy serio, así que ojo al dato.
Luego tenemos las manifestaciones en torno al Congreso. Líos con la policía aparte estas manifestaciones de descontentos deben ser valoradas en su justa medida por los padres de la patria cuyo prestigio no pasa precisamente por un buen momento.
El gobierno ha presentado en sociedad los restrictivos presupuestos para el 2013. Un galimatía de medidas con un dato claro, hay que aportar muchos más millones de euros que en el 2012 para pagar los intereses de la deuda. El nerviosismo ciudadano aumenta y nuestros dirigentes parecen estar superados por los acontecimientos. Bueno, a partir del 1 de enero los que pueden siempre les quedará jugar a la primitiva aunque el voraz Estado se quede con el 20 por ciento de los premios siempre que estos superen los 2.500 euros. Es que Cristóbal Montoro busca euros hasta debajo de las piedras.
En cuanto a Asturias se acerca el momento en que se debatirá el estado de la autonomía en la Junta General del Principado. Javier Fernández no acaba de resolver la consecución de los 423 millones de euros que su administración necesita para que no se pare la máquina regional. Ni Liberbank -vaya gestión la del catedrático Manuel Menéndez-, ni el Banco Herrero/Sabadell y las dos Cajas Rurales están en condiciones de financiar la operación. ¿Y el Banco de Santander?. Me consta que Emilio Botín se hace el longuis y encima nos enteramos que Rajoy, si Asturias acude al fondo de ayuda, no nos dará más de 261 millones de euros. En fin, apresurense a ponerse enfernos que a partir del día 8 nuestra sanidad pública se pone en huelga. Lo que nos faltaba.
