Gijón refuerza la batalla contra las ratas: más equipos, más trampas y un reto urbano creciente

Gijón refuerza la batalla contra las ratas: más equipos, más trampas y un reto urbano creciente

La ciudad de Gijón intensifica su lucha contra una presencia incómoda y constante: los roedores urbanos. Este otoño-invierno, la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) ha decidido reforzar sus recursos de desratización con un tercer equipo operativo dedicado exclusivamente a contener y reducir la visibilidad de ratas en la vía pública. La medida se añade a un aterrizaje de cifras significativas: hasta octubre se han registrado 3.202 intervenciones y se han capturado 3.357 roedores.

Un plan reforzado en tiempos de “supervivencia urbana”

La incorporación de un tercer equipo en Emulsa responde a la necesidad de actuar con mayor rapidez y eficacia ante el creciente número de intervenciones. Durante los primeros diez meses del año, el servicio contabilizó 3.202 actuaciones. Se trata de un incremento de 451 intervenciones más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Asimismo, las trampas inteligentes utilizadas por Emulsa han permitido la captura de 3.357 ejemplares en 26 ubicaciones distribuidas por la ciudad.

¿Por qué aparecen más ratas en superficie?

Según fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente, el problema ya no se reduce solo al subsuelo: estas especies muestran una «conducta de cambio» debido a la disponibilidad de alimento en la superficie. En otras palabras, la alimentación ofrecida a mascotas, palomas o gatos en la vía pública, sumada a restos en zonas de ocio o esparcidos por parques y jardines, facilita que los roedores se animen a subir del alcantarillado hacia espacios más visibles.

El foco bajo tierra… y en la calle

Los equipos de Emulsa centran gran parte de su actuación en la red de saneamiento gestionada por la Empresa Municipal de Aguas (EMA). Allí, las ratas encuentran agua, refugio y alimento, lo que les permite reproducirse con facilidad. Sin embargo, la lucha no se limita al subsuelo: cuando se recibe un aviso de avistamiento en superficie, se activa una actuación rápida que incluye análisis del foco, aislamiento del mismo si es posible y la aplicación controlada de rodenticida. Los productos utilizados contienen anticoagulantes profesionales; la muerte del animal se produce a partir de las 48 horas, evitando el rechazo que genera el veneno inmediato. Como alternativa, Emulsa ha implantado desde hace cuatro años trampas inteligentes que envían datos vía SIM y permiten seguimiento automático.

Datos clave que emergen del balance

  • Desde enero hasta octubre: 3.202 intervenciones registradas.

  • Capturas: 3.357 roedores localizados por las trampas inteligentes en 26 puntos de la ciudad.

  • Incremento respecto al año anterior (mismo periodo): 451 actuaciones más.

  • Los operarios señalan que la efectividad del sistema depende tanto de la acción municipal como de la colaboración ciudadana: alimentación en la vía pública, restos orgánicos abandonados y contenedores rebosantes siguen siendo focos de atracción.

Colaboración ciudadana, una pieza crítica

Emulsa y el Ayuntamiento insisten en que las políticas de control tienen un límite: no pueden eliminar la plaga al completo —una tarea imposible en entornos urbanos—, pero sí mantenerla “a raya”. Para ello, la participación vecinal es decisiva: evitar dejar alimento para animales en la calle, no tirar restos al alcantarillado y alertar cuando se detecta actividad en superficie. Por su parte, desde algunos sectores, como el PSOE local, se reclama que el servicio sea aún más ágil y proactivo.

¿Por qué cuesta tanto?

Porque la plaga urbana de ratas combina tres enemigos clásicos: alimento fácil, refugio seguro y reproducción constante. Cuando alguno de esos factores se descontrola, las ratas ascienden a superficie. En ese punto, no solo es cuestión de salud pública sino también de imagen urbana: presencia de roedores en la calle, especialmente cerca de zonas comerciales o residenciales, genera alarma vecinal.

Un reto que va más allá del control

Este nuevo impulso de Emulsa llega en un momento en que la ciudad no solo compite por limpieza y salubridad, sino también por mostrarse atractiva, ordenada y moderna. Las ratas no son solo una cuestión de higiene: son un símbolo de que algo no está funcionando como debería. Si el control se debilita, lo que se ve en la calle transmite una sensación de abandono.

Con el nuevo equipo, las trampas inteligentes y un despliegue de actuaciones que ya ha superado los 3.000 en solo diez meses, Gijón libra una batalla que no puede permitirse perder. Pero la victoria no recaerá únicamente en el Ayuntamiento: requiere que la ciudadanía se sume al esfuerzo. Porque una ciudad limpia se construye juntos… y porque una rata vista lo dice todo: ¿qué ciudad queremos ver cuando salgamos a la calle?

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