Greenpeace exige justicia climática: “Las petroleras deben pagar por las muertes causadas por el calor extremo”

Greenpeace exige justicia climática: “Las petroleras deben pagar por las muertes causadas por el calor extremo”

El calor mata y ya no es una advertencia: triplican las muertes por altas temperaturas en Europa y Greenpeace lanza una ofensiva global contra los grandes contaminadores fósiles


El verano de 2025 no solo ha batido récords de temperatura, sino que también ha dejado una estela trágica de muertes que, según la ciencia, ya no pueden desligarse de la crisis climática. Un estudio conjunto del Imperial College London y la London School of Hygiene & Tropical Medicine ha confirmado que el número de muertes asociadas al calor extremo se ha triplicado en 12 ciudades europeas durante la reciente ola de calor (23 de junio al 2 de julio), en comparación con veranos anteriores.

La alarma se enciende aún más con los datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus, que certifican que junio de 2025 ha sido el mes más caluroso de la historia en Europa Occidental y el tercero más cálido a nivel global. Frente a este panorama, Greenpeace lanza un mensaje contundente: “Quien contamina, paga”.

“La sociedad europea, desde Milán a Madrid, sufre las consecuencias letales del calor extremo alimentado por las empresas de petróleo y gas”, denuncia Ian Duff, responsable de la campaña Stop Drilling Start Paying de Greenpeace Internacional. “Estas empresas obtienen beneficios millonarios mientras nuestras personas mayores mueren bajo temperaturas insoportables”, añade.

España: entre 400 y 800 muertes y una indignación creciente

Según estimaciones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria y la aplicación Mace, la ola de calor ha causado entre 400 y 800 muertes en España. Pero el impacto va más allá: Italia ha limitado las horas de trabajo al aire libre, Francia ha cerrado más de 2.200 escuelas, y Grecia, Turquía y España han vuelto a arder con incendios forestales agravados por las condiciones extremas.

“Es hora de que los verdaderos responsables paguen”, afirma Pedro Zorrilla Miras, coordinador de la campaña de cambio climático de Greenpeace España. “Empresas contaminantes como Repsol deben enfrentarse a multas e impuestos que compensen los costes climáticos y sanitarios que están provocando. Solo así las ciudades europeas podrán convertirse en espacios seguros para la ciudadanía más vulnerable”.

La presión ciudadana crece: 9 de cada 10 españoles exigen impuestos a las petroleras

La exigencia no es solo de los activistas. Según una encuesta global realizada por Greenpeace y Oxfam, nueve de cada diez personas en España apoyan que las grandes compañías fósiles paguen por los daños climáticos.

Esta presión se canaliza en la campaña global “Polluter Pays Pact”, una alianza internacional respaldada por más de 170.000 personas y entidades, incluidos bomberos, grupos humanitarios, defensores del medio ambiente y líderes políticos. Su demanda es clara: que los gobiernos obliguen a las empresas petroleras a pagar lo que les corresponde por su contribución al colapso climático.

Una cuestión de justicia y supervivencia

La crisis climática ya no es una amenaza futura: es una realidad letal que se mide en vidas humanas, en pérdidas económicas y en comunidades enteras devastadas por el calor, el fuego y el colapso ambiental. Greenpeace insiste en que la transición energética debe ser financiada, al menos en parte, por quienes han generado esta catástrofe durante décadas.

“No se trata solo de salvar el planeta: se trata de salvar vidas humanas. Y esas vidas tienen un coste que ya no puede seguir pagando la ciudadanía mientras las petroleras se enriquecen”, concluyen desde Greenpeace.

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