Viña y Obra 2025: Cangas del Narcea se consagra como la capital cultural del vino

Viña y Obra 2025: Cangas del Narcea se consagra como la capital cultural del vino

El festival cierra su tercera edición con un programa multidisciplinar que combina ciencia, arte y enología, y proyecta el vino de Cangas como emblema del Suroccidente asturiano


En Cangas del Narcea, el vino ya no solo se bebe: también se piensa, se escucha, se contempla y se celebra. La tercera edición de Viña y Obra ha culminado este fin de semana con un rotundo éxito de público y crítica, consolidando a este concejo como un referente nacional donde la cultura, la ciencia y la enología se entrelazan para reivindicar la identidad asturiana desde su raíz más profunda.

Durante tres intensas jornadas, el festival convirtió el Parador de Turismo de Corias y el centro de Cangas en un hervidero de ideas, emociones y aromas. La programación —abierta y gratuita— congregó a figuras de la talla del helenista Pedro Olalla, la neurocientífica Susana Gaytán, la actriz Paula del Estal, el escritor Xuan Bello, el cineasta Ramón Lluis Bande y la banda Pauline en la Playa, entre otros.

Cuando el vino invita a pensar

Viña y Obra no es solo un festival: es una declaración de principios. En su tercera edición, ha vuelto a demostrar que el vino de Cangas —con su Denominación de Origen Protegida (DOP)— puede ser mucho más que un producto de calidad: es también una excusa para reflexionar sobre el territorio, sus saberes y su futuro.

En este sentido, el programa divulgativo brilló con propuestas singulares. Pedro Olalla exploró la simbología del vino en la Grecia clásica, Susana Gaytán desveló los misterios de la neuroenología y Lucía González, astrofísica y divulgadora, conectó cielo y tierra con su taller astronómico Allande Stars, especialmente dirigido a personas mayores.

Literatura, cine, música… y viñedos

El festival abrió el viernes con un emotivo encuentro entre Xuan Bello y Ramón Lluis Bande, dos creadores esenciales que han situado lo rural en el centro del discurso artístico. La actriz Paula del Estal, por su parte, llevó el teatro al propio viñedo del Monasterio de Corias, transformando el paisaje en escenario.

En el plano musical, Pauline en la Playa ofreció el sábado un concierto cargado de sensibilidad y lirismo, repasando sus 25 años de carrera en plena gira de presentación de Los días largos. Y como colofón, el domingo Fetén Fetén llenó de humor y ritmo la plaza del Ayuntamiento con su folk juguetón y emotivo.

Más que un festival: una forma de mirar

Organizado por Artesavia con el respaldo del Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Cangas del Narcea, Viña y Obra ha crecido hasta convertirse en una de las propuestas culturales más originales del norte peninsular. Su éxito se mide no solo por la afluencia de público, sino por su capacidad de generar vínculos entre lo local y lo universal, entre la tradición vitivinícola y el pensamiento contemporáneo.

El Parador de Corias, enclavado en un monumento histórico-artístico nacional, volvió a ser el corazón simbólico y físico del encuentro. Pero más allá de los muros del monasterio, el festival sigue tejiendo una red de afectos y proyección que sitúa al vino de Cangas en el mapa nacional con una mirada innovadora y comprometida.

Un brindis por el futuro

Viña y Obra ha vuelto a demostrar que cultura y vino no solo maridan bien: son, en Cangas del Narcea, una misma cosa. Un territorio que brinda por su pasado sin renunciar al futuro. Un festival que fermenta ideas, emociones y belleza. Y una comunidad que, edición tras edición, demuestra que Asturias también se escribe con uva.

Más información: www.viñayobra.com

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