“En 2027 habrá robots en la calle y tu trabajo puede no existir”: el aviso demoledor de Sam Altman sobre el futuro que ya ha empezado

“En 2027 habrá robots en la calle y tu trabajo puede no existir”: el aviso demoledor de Sam Altman sobre el futuro que ya ha empezado

El CEO de OpenAI lanza un mensaje claro: la superinteligencia artificial ya está aquí y cambiará el mundo en cinco años. Habrá riqueza nunca vista... pero también millones de empleos en riesgo. ¿Estamos preparados?

 

El despegue ha comenzado”. No es una metáfora poética ni el arranque de una novela de ciencia ficción. Es el mensaje literal que Sam Altman, el CEO de OpenAI, ha lanzado esta semana al mundo desde su blog personal. Y lo que viene después es, como mínimo, inquietante: una superinteligencia digital ya está en marcha, los sistemas son más inteligentes que los humanos en muchos aspectos, y para el año 2027 veremos robots en las calles realizando tareas que hoy hacen personas.

Altman, creador de ChatGPT y uno de los hombres más influyentes del planeta, lanza un aviso que obliga a dejar el café y leer dos veces. Porque esto no es ciencia ficción. Es el futuro inmediato.

El cerebro del mundo ya está en construcción

“La humanidad está creando una inteligencia artificial que ya trabaja mejor que nosotros en muchas tareas. Y va a estar al alcance de todos: será tan barata que no podrá medirse”, afirma Altman. Según sus predicciones, 2025 será el año de los agentes cognitivos, programas capaces de tomar decisiones y asumir trabajos. En 2026, llegarán sistemas capaces de crear ideas nuevas. En 2027, robots físicos con IA avanzada empezarán a operar en el mundo real.

“En los años 30, la inteligencia y la energía serán tan abundantes que la única limitación real será nuestra imaginación”, asegura.

Pero… ¿y el trabajo?

Esa abundancia también traerá efectos colaterales. Clases enteras de empleos desaparecerán.

Según OpenAI y otros estudios independientes:

  • Hasta el 30 % de las tareas laborales en países como EE. UU. podrán ser automatizadas para 2030.

  • Un 19 % de los trabajadores perderá más de la mitad de sus funciones actuales.

  • Profesiones como atención al cliente, contabilidad, redacción, traducción o soporte técnico ya están en retroceso.

  • Y nuevas tareas están emergiendo, sí, pero no al ritmo suficiente para compensar la pérdida, según los investigadores del MIT y Oxford.

Altman intenta suavizar el golpe: “el mundo se va a enriquecer tan rápido que por primera vez podremos pensar en políticas que antes eran imposibles, como una renta básica universal o modelos de redistribución masiva”.

El riesgo no es solo perder el empleo

La advertencia no se queda en la economía. Altman señala tres amenazas clave que podrían alterar el equilibrio mundial:

  1. Concentración del poder: si solo unas pocas empresas o gobiernos controlan la IA, el desequilibrio será inmenso.

  2. Falta de gobernanza global: no existe aún una legislación común para frenar desarrollos peligrosos.

  3. Desconexión social: si la IA reemplaza tareas humanas sin ofrecer nuevas formas de participación, el impacto emocional y psicológico será enorme.

“Estamos construyendo un cerebro para el mundo”, dice Altman. Pero, ¿quién controlará ese cerebro?

Lo que puedes hacer ya

Este no es un artículo para asustarte, sino para prepararte. Porque el futuro no se detiene. Y aunque algunas predicciones puedan parecer exageradas, la curva de progreso es tan rápida que lo impensable de 2020 es realidad en 2025.

¿Qué puedes hacer tú?

  • Aprender sobre IA y sus usos reales.

  • Actualizar tus competencias con herramientas digitales.

  • Participar en debates públicos sobre regulación.

  • Exigir transparencia en cómo se usa la IA en tu trabajo, tu banco, tu sanidad.

  • No dejarte llevar por el entusiasmo ciego… ni por el miedo paralizante.

Entre la fascinación y la urgencia

Estamos ante la mayor transformación de la humanidad desde la revolución industrial. Pero esta vez, no será gradual ni localizada. Será mundial, digital e invisible. Y en 5 años, podrías no reconocer tu entorno laboral, tu médico o tu propia rutina diaria.

Sam Altman no grita. No exagera. Pero lanza una advertencia que no se puede ignorar:

“Si en 2020 te hubieran dicho dónde estaríamos hoy, habrías pensado que estábamos locos. Y sin embargo… aquí estamos.”

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