Un millón de niños viven en riesgo de pobreza, mientras el índice de miseria económica se eleva al 14,7%, dejando a una de cada tres personas en riesgo de exclusión social.
España, el país con la mayor tasa de pobreza infantil en Europa, enfrenta una crisis económica que afecta gravemente a las familias, en especial a los más vulnerables: los niños. Según los últimos datos oficiales, el índice de miseria en España alcanzó un alarmante 14,7% en diciembre de 2024, superando ampliamente la media de la Unión Europea. Este índice, que combina las tasas de desempleo e inflación, refleja un panorama de desempleo real elevado, inflación persistente y una presión fiscal que arrastra a un creciente número de familias por debajo del umbral de pobreza.
El abismo de la pobreza infantil en cifras
El panorama social es devastador. Cerca de un millón de niños en España viven en hogares con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. El empobrecimiento infantil tiene consecuencias directas en la alimentación, la salud y la educación, perpetuando un ciclo de pobreza que se transmite de generación en generación.
El Índice de Miseria de la Unión Europea coloca a España a la cabeza, con una cifra que triplica el promedio europeo. Las familias, en su mayoría, necesitan dos salarios para cubrir las necesidades mínimas, lo que se convierte en una barrera insalvable para muchos hogares, especialmente aquellos con niños pequeños.
Radiografía de una crisis: desempleo, inflación y esfuerzo fiscal
La tasa de desempleo oficial en España se encuentra en el 11,7%, pero la cifra real, que incluye a los infraempleados y a los desanimados que ya no buscan trabajo activamente, asciende a unos 3,9 millones de personas. Este desajuste entre la oferta y la demanda laboral afecta directamente al poder adquisitivo de las familias y, por ende, a su capacidad para proporcionar una vida digna a sus hijos.
A esta problemática se añade la inflación persistente, que sigue erosionando los ingresos de las familias. Los precios de los alimentos, la energía y otros productos básicos han subido de manera vertiginosa, convirtiendo los bienes esenciales en un lujo para muchas personas.
La alta presión fiscal también desempeña un papel crucial en la economía familiar. Las familias con menos recursos enfrentan una carga impositiva elevada, mientras los salarios se mantienen estancados o apenas crecen. Este sobreesfuerzo fiscal empuja a más hogares, especialmente aquellos con niños, por debajo del umbral de la pobreza.
España lidera la pobreza infantil en Europa
Los datos más recientes de Eurostat y UNICEF colocan a España como el país con la mayor tasa de pobreza infantil en Europa. Casi un millón de niños viven en la pobreza en el país, lo que refleja la falta de políticas eficaces para proteger a la infancia y garantizarles una vida libre de carencias.
Consecuencias devastadoras en la vida de los niños
Los efectos de la pobreza infantil son devastadores. Muchos de estos niños carecen de acceso a una alimentación adecuada, a una vivienda digna y a una educación de calidad. Esta situación afecta directamente al desarrollo físico, cognitivo y emocional de los menores, perpetuando las desigualdades sociales y el abandono escolar. La pobreza se convierte en un obstáculo insuperable para que muchos niños puedan tener un futuro prometedor.
Recomendaciones urgentes para frenar la pobreza infantil
Fundación Madrina, en su informe, ha solicitado una respuesta urgente para frenar esta tragedia social. Algunas de las medidas recomendadas incluyen:
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Implementar un Plan Integral contra la Pobreza Infantil, que aborde la falta de ingresos, la dificultad de acceso a la vivienda y la salud.
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Fortalecer las políticas de apoyo directo a las familias, mediante ayudas económicas, subsidios por hijo a cargo y el acceso universal a la educación infantil y servicios de salud.
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Fomentar la creación de empleo de calidad con salarios dignos y políticas de conciliación para permitir a las familias tener los recursos necesarios para salir de la pobreza.
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Invertir en educación y lucha contra la exclusión social, asegurando la igualdad de oportunidades para todos los niños y previniendo el abandono escolar.
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Revisar y optimizar el sistema fiscal, para aliviar la carga impositiva sobre las familias con menores ingresos y garantizar la financiación de políticas sociales.
El futuro de nuestros niños está en juego
Este informe no solo denuncia una situación económica insostenible, sino que también presenta una alarma urgente sobre la falta de políticas efectivas para garantizar el bienestar de la infancia en España. La pobreza infantil y la miseria económica no solo son un reto para el presente, sino que son una amenaza directa al futuro del país, que no podrá prosperar si no se invierte en los niños del mañana.
España necesita actuar. El futuro de los menores está en juego, y las políticas públicas deben cambiar para romper el ciclo de pobreza y garantizar a cada niño y niña la oportunidad de vivir en igualdad de condiciones. No podemos permitir que la pobreza infantil siga siendo la cara oculta de nuestra sociedad.
El índice de miseria y la pobreza infantil en España son un llamado urgente a la acción. Es necesario que las autoridades, las organizaciones sociales