Los clientes podrán descargarse hasta cinco bonos de 10 euros para canjear en 1.200 tiendas hasta el 30 de noviembre
En la primera fase, esta iniciativa generó 6,8 millones en ventas para el comercio de proximidad
Hoy arranca en Asturias la segunda fase del programa Bono Comercio, una iniciativa del Gobierno regional destinada a dinamizar las ventas del pequeño comercio en periodos de menor consumo. Para esta nueva edición, la Consejería de Ciencia, Industria y Empleo destina 1.285.190 euros, lo que permitirá poner en circulación 125.819 cupones de descuento.
Los interesados podrán descargarse los bonos a partir del 1 de octubre y hasta el 15 de octubre, o hasta agotar existencias, a través del portal oficial bonoscomercioasturias.com. Una vez obtenidos, los cupones podrán canjearse hasta el 30 de noviembre en los 1.200 establecimientos adheridos, los mismos que participaron en la primera fase, celebrada en mayo y junio.
Cómo funcionan los bonos
Cada persona podrá acceder a un máximo de cinco bonos de 10 euros. Para poder utilizarlos, será necesario realizar compras de al menos 30 euros, de manera que el bono se descuente en el momento del pago. Los cupones tienen formato digital, cuentan con un código QR y se gestionan mediante la aplicación habilitada para pagos digitales.
La participación tendrá en cuenta la fase anterior: quienes ya utilizaron alguno de los bonos en primavera solo podrán acceder a los que no llegaron a canjear. Por ejemplo, un usuario que gastó dos cupones en la primera fase ahora dispondrá de otros tres, mientras que quien no empleó ninguno podrá aprovechar los cinco nuevos.
Éxito en la primera fase
La directora general de Empresa y Comercio, Arantxa González Montell, ha mostrado su confianza en que esta segunda edición logre repetir el éxito de la anterior, cuando se canjearon 171.481 bonos por valor de 1,71 millones de euros, lo que se tradujo en 6,81 millones de euros en ventas para el comercio minorista.
Con este programa, el Ejecutivo asturiano busca apoyar a los pequeños comercios, fortalecer el consumo en momentos de menor actividad y reforzar la economía local, especialmente en los establecimientos de proximidad que más dependen del cliente habitual.
