Un profesor con menores acogidos, un exmilitar armado hasta los dientes y un ingeniero con alta capacidad técnica, entre los implicados

España ha asistido esta semana al estallido de una de las investigaciones más extensas y perturbadoras de los últimos años contra la pornografía infantil. Bajo el nombre de Operación Némesis, la Policía Nacional ha detenido a 61 personas e investigado a otras 17 por delitos relacionados con la posesión, producción y distribución de material de explotación sexual infantil. La red, descubierta tras una compleja trama digital con ramificaciones internacionales, contaba con nodos activos en casi todas las comunidades autónomas, incluidos dos detenidos en Asturias.

La operación —dirigida por la Unidad Central de Ciberdelincuencia junto a la Fiscalía de Criminalidad Informática— incluyó más de 100 registros domiciliarios simultáneos y la intervención de más de 1.600 dispositivos electrónicos, con participación directa de más de 200 agentes en toda España.

Entre los perfiles más alarmantes destacan un exmilitar profesional en Coslada que almacenaba nueve armas de fuego, incluidas de guerra, y munición de alto calibre, y un profesor de secundaria en Las Palmas que tenía menores bajo su tutela en régimen de acogida, a quienes presuntamente grababa en contextos de abuso mientras realizaban actividades cotidianas.

Una doble vida digital: casas respetables, secretos monstruosos

Los detenidos no forman parte de redes organizadas clásicas, sino de una comunidad descentralizada y altamente técnica que operaba en la deep web, utilizando software de encriptación avanzada, conexiones por VPN, y servidores internacionales para evitar el rastreo. Uno de ellos, ingeniero informático en Castellón, instaló una red cableada para descargar y compartir contenido desde la línea de su hermano, residente en el piso superior.

Otro sospechoso fue localizado en Ourense gracias a un rastreo de patrones de descarga en una WiFi pública de un bar. La Policía detectó las conexiones en tiempo real y logró identificar al individuo mientras usaba un portátil en franjas horarias específicas.

En total, se incautaron 63 ordenadores, 229 discos duros, 58 memorias USB, 37 móviles y otros dispositivos. En varios casos, según ha revelado El Confidencial, el material no era solo descargado, sino también producido por los propios detenidos, en entornos domésticos, escolares o familiares.

Fallas institucionales: menores en riesgo, acogidas sin control, docentes sin seguimiento

La detención del profesor de Las Palmas, que tenía bajo su custodia a menores en régimen de acogida, ha abierto una investigación paralela sobre los protocolos de acogimiento y los filtros en el sistema educativo. Según informan fuentes de El Comercio y RTVE, ya existían denuncias previas por comportamientos sospechosos, que no prosperaron judicialmente.

El caso ha generado alarma en instituciones responsables del cuidado de menores, así como entre organizaciones que denuncian la falta de coordinación entre servicios sociales, fiscalía de menores y consejerías de educación. Varias entidades piden una revisión inmediata de los criterios de idoneidad para ser acogedor, docente o monitor de menores.

Por otro lado, el exmilitar detenido en Coslada, que guardaba armamento de guerra en su domicilio, está siendo investigado no solo por delitos de pornografía, sino también por posesión ilegal de armas de uso exclusivo militar y por su posible vinculación con redes paralelas de intercambio ilícito.

Advertencia final: la lucha no ha terminado. La prevención comienza en casa

El golpe asestado por la Operación Némesis no cierra una etapa, la abre. Así lo advierten fuentes policiales: “Estamos ante una estructura mutante, con nuevos focos que emergen a través de tecnologías en constante evolución. Solo con colaboración ciudadana podremos contenerla”.

La Policía Nacional recuerda que el correo electrónico
denuncias.pornografia.infantil@policia.es
permite comunicar de forma anónima y confidencial cualquier indicio de tenencia, difusión o producción de este tipo de contenidos.

Además, se hace un llamamiento a padres, madres, centros escolares y responsables de espacios con menores a vigilar el uso de dispositivos conectados, el comportamiento online de niños y adolescentes y reportar de inmediato cualquier conducta sospechosa, incluso si no hay certeza total.

La Operación Némesis ha arrancado la máscara a decenas de presuntos abusadores que operaban a la sombra de una vida respetable. Hoy, más que nunca, el reto no es solo atrapar, sino prevenir, detectar y proteger. Porque, como recuerda la Policía:
"El siguiente paso no puede ser una operación. Tiene que ser la conciencia."