Un vecino lo reconoció cerca de la iglesia de Luanco y avisó a la Guardia Civil. Estaba en aparente buen estado.
Ocho días de incertidumbre, noches de búsqueda y un final inesperadamente feliz. El hombre de 78 años que desapareció el pasado 9 de junio del centro de salud mental Mentalia de Langreo ha sido localizado en Luanco, a más de 60 kilómetros de distancia. Un vecino lo reconoció paseando cerca de la iglesia y alertó a la Guardia Civil. El hombre, que presentaba buen estado físico pese a los días transcurridos, fue trasladado al Hospital de San Agustín, donde se le practicaron controles médicos.
EL ALIVIO TRAS LA ANGUSTIA
El reloj marcaba las 20:20 cuando la Central Operativa de Servicios de la Guardia Civil recibió una llamada: un vecino de Luanco aseguraba haber visto a un hombre que coincidía con las características del desaparecido de Langreo. El lugar exacto: las inmediaciones de la iglesia parroquial de Santa María, en el casco histórico de Luanco.
Una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Policía Local se desplazaron de inmediato. Lo que encontraron confirmó las esperanzas: era él. Lucía cansado pero consciente, sereno y sin signos visibles de lesiones. Había sobrevivido solo durante más de una semana.
Tras una primera revisión en el centro de salud de Luanco, fue derivado al Hospital de San Agustín de Avilés para una evaluación médica más completa. Desde allí se informó al centro Mentalia y a sus allegados. La noticia ha traído alivio a familiares, profesionales y vecinos que se habían volcado en su búsqueda.
UN DISPOSITIVO CONTRA EL TIEMPO
Desde el momento de la desaparición, la respuesta fue rápida. El 9 de junio, al detectarse su ausencia en el centro Mentalia de Langreo —un recurso sociosanitario que permite cierto grado de autonomía a sus residentes—, se activó un amplio dispositivo de búsqueda.
El despliegue fue coordinado por el capitán jefe de la Compañía de Langreo e incluyó:
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Patrullas de Seguridad Ciudadana
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Equipo Pegaso, con helicóptero de reconocimiento
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Unidad Cinológica, con perros de rastreo
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Patrullas del SEPRONA
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Drones y efectivos del 112
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Colaboración vecinal espontánea, especialmente en Sama y El Entrego
Durante días, se rastrearon caminos, accesos a Sama, la ribera del Nalón, y múltiples puntos entre Langreo y Laviana. La alerta también fue difundida a través de plataformas como SOS Desaparecidos, cuya difusión fue clave para que el vecino de Luanco lo reconociera.
CENTROS DE SALUD MENTAL Y AUTONOMÍA: UN DEBATE ABIERTO
El caso ha reabierto el debate sobre los protocolos de seguimiento y seguridad en centros de salud mental. Mentalia Langreo permite, como otros centros, que sus usuarios salgan con libertad controlada por su buen estado clínico. En este caso, el hombre salía con frecuencia por su cuenta y era habitual verlo en Sama, lo que inicialmente no hizo saltar alarmas.
Sin embargo, el desplazamiento hasta Luanco, sin que nadie lo avistara durante días, plantea preguntas sobre la vigilancia, el acompañamiento y la capacidad de reacción ante situaciones de riesgo.
Fuentes de la Guardia Civil han valorado positivamente la rápida activación del dispositivo, así como la colaboración ciudadana, recordando que la coordinación entre cuerpos, instituciones y vecinos es vital para este tipo de desapariciones.
CIERRE
La historia ha terminado bien. El hombre, cuyo nombre no se ha hecho público por respeto a su intimidad, ya está siendo atendido. El eco de su caso deja un mensaje claro: la importancia de actuar rápido, de no bajar la guardia y de la humanidad que florece en momentos críticos.
Como escribió una de las voluntarias que participaron en la búsqueda:
“No sabíamos dónde estaba, pero todos lo estábamos esperando.”