Medio Rural invierte cuatro millones al año en la repoblación de 1.500 hectáreas y suma seis nuevas variedades al catálogo de reforestación para contener la banda marrón
El Principado de Asturias ha activado una estrategia integral para frenar la expansión de la banda marrón, también conocida como peste del pino, una enfermedad fúngica que amenaza desde hace años las masas forestales de pino radiata del norte de España. La Consejería de Medio Rural destina anualmente casi cuatro millones de euros para la repoblación de unas 1.500 hectáreas de montes afectados, con el objetivo de contener la plaga, regenerar el bosque y garantizar la sostenibilidad del sector.
Como parte de este plan, el Ejecutivo autonómico ha ampliado el catálogo de especies forestales autorizadas para repoblar las zonas contaminadas, incorporando seis nuevas coníferas resistentes a la enfermedad: Pinus taeda, Cryptomeria japónica, Cedrus libani, Cedrus atlántica, Sequoia sempervirens y Sequoiadendron giganteum. Estas se suman a las variedades ya permitidas como el pino radiata, pinaster o sylvestris, configurando un listado de doce especies forestales autorizadas.
Además, se ha puesto en marcha un plan de extracción progresiva de ejemplares enfermos, con autorizaciones escalonadas de tala, para evitar que la repentina llegada de grandes volúmenes de madera afectada sature el mercado y desestabilice los precios.
Ciencia y política forestal se dan la mano en el IX Congreso Forestal Español
Estas iniciativas fueron presentadas y debatidas este martes en el marco del IX Congreso Forestal Español, que se celebra durante toda la semana en Gijón/Xixón, con la participación de más de un millar de investigadores, técnicos, propietarios y responsables públicos del sector forestal.
La jornada acogió dos mesas redondas claves impulsadas por el Gobierno asturiano. En la primera, titulada “La enfermedad de las bandas en el norte de España”, expertos de universidades, centros tecnológicos y profesionales del sector abordaron los últimos avances científicos en la detección y control de la plaga, así como experiencias de gestión en otras comunidades del norte.
Moderado por el director general de Gestión Forestal, Javier Vigil, el encuentro subrayó la necesidad de detectar precozmente la enfermedad, reforzar los protocolos de prevención y adaptar las políticas de reforestación a un entorno cambiante por el clima y las nuevas amenazas sanitarias.
¿Quién cuida el bosque? La pregunta de fondo
La segunda mesa redonda, centrada en la gobernanza de la propiedad forestal privada, puso sobre la mesa una de las grandes barreras para una gestión eficaz del monte: la fragmentación extrema de la propiedad. En España, el 70 % de la superficie forestal pertenece a unos 2,5 millones de propietarios, lo que impide en muchos casos una gestión coordinada, sostenible y rentable.
Moderado por el jefe del Servicio de Infraestructuras Agrarias, Dictinio Belloso, el debate abordó medidas como las concentraciones parcelarias, la creación de entidades de gestión conjunta o modelos de custodia del territorio que permitan mantener el aprovechamiento forestal sin perder la referencia geográfica ni funcional de las parcelas.
Un bosque para el futuro
Con este paquete de medidas, Asturias busca pasar de la reacción a la prevención en la gestión forestal, haciendo frente no solo a la banda marrón, sino también a los retos estructurales de un monte atomizado, despoblado y presionado por los efectos del cambio climático.
El Congreso Forestal Español continúa hasta el final de la semana con sesiones distribuidas en ocho ejes temáticos clave: cambio climático, gobernanza, gestión de recursos, bioeconomía, biodiversidad, incendios, sanidad y agua-suelo. La cita se confirma como uno de los principales foros nacionales para definir el futuro del bosque en España.
Pie de foto: Imagen de la inauguración celebrada ayer en el Congreso Estatal Forestal.